La infertilidad masculina está presente en hasta el 50% de los casos de parejas con dificultad para concebir, según especialistas (Freepik)

Cada 4 de junio se conmemora el Día Mundial de la Fertilidad, una fecha establecida para concientizar sobre una condición que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la infertilidad afecta a uno de cada seis adultos.

Definida como la imposibilidad de lograr un embarazo clínico tras doce meses o más de relaciones sexuales sin protección, se trata de una condición cuya prevalencia global, estimada en 17,5%, llevó a organismos internacionales y especialistas a advertir sobre la necesidad de ampliar el acceso a diagnósticos y tratamientos de calidad.

Su prevalencia global muestra la necesidad de aumentar el acceso a servicios de diagnóstico y tratamiento de infertilidad asequibles y de alta calidad”, afirmó la doctora en Ciencias Químicas e investigadora del Conicet, Mónica Vazquez-Levin.

Un espermograma puede ofrecer datos clave sobre concentración, movilidad y morfología espermática en los estudios iniciales (Freepik)

La infertilidad masculina, según señaló, sigue siendo una condición “subdiagnosticada o que se diagnostica inadecuadamente en más del 40% de los casos”.

Para Vazquez-Levin, directora del Laboratorio de Estudios de Interacción Celular en Reproducción y Cáncer del Instituto de Biología y Medicina Experimental (IBYME), “se deben desarrollar estrategias multidisciplinarias para dar visibilidad a esta enfermedad y concientizar sobre la importancia de la realización de controles periódicos de la salud reproductiva del hombre”.

La especialista, también coordinadora de la red AndroLATAM, destacó que ya hay evidencia de que la salud reproductiva masculina puede funcionar como un monitor de la salud general.

Cómo impacta el estilo de vida en la salud espermática

El entorno testicular necesita un “medio interno” equilibrado, libre de inflamación y agentes disruptores, según los expertos (Imagen Ilustrativa Infobae)

Según destacó consultado por Infobae el médico especialista en Medicina Reproductiva, Sergio Pasqualini (MN 39914), director de Halitus Instituto Médico, “todo lo que le hace bien a la salud reproductiva de la mujer, le hace bien a la salud reproductiva del hombre”. Aunque el sistema reproductivo femenino es más complejo, el especialista subrayó que “el hombre es mucho más simple desde el punto de vista reproductivo” y que con un espermograma se puede obtener mucha información relevante.

Pasqualini afirmó que los hábitos saludables inciden directamente en la salud integral y, dentro de ella, en la fertilidad: “Todo lo que haga bien al organismo y a la mente le va a ser bien a la parte reproductiva. Léase, la alimentación, el ejercicio físico, el buen dormir, el manejo del estrés”.

Para el especialista, el cuerpo humano funciona como un laboratorio que aloja y desarrolla las células reproductivas. “Así como llevamos el auto al service periódicamente, el cuerpo se tiene que resetear periódicamente y todo eso hace a un mejor medio interno, a una mejor salud general y, por supuesto, a una mejor salud reproductiva”.

Además de destacar el valor de ese “reseteo fisiológico” —a través del descanso, el cuidado digestivo y la gestión del estrés—, Pasqualini remarcó que “la medicina funcional, la medicina ortomolecular, la medicina tradicional china son todos complementos y no alternativas, que se suman a los tratamientos convencionales cuando esto está indicado”.

5 hábitos que mejoran la salud reproductiva del hombre respaldados por la ciencia

Los cambios en el estilo de vida pueden tener efectos rápidos sobre la calidad del semen, según evidencia clínica (Imagen Ilustrativa Infobae)

Pamela Nicotra es médica ginecóloga obstetra y especialista en Medicina y Genética Reproductiva (MN 123.756) y señaló a este medio que la fertilidad masculina sigue siendo un área poco abordada desde la medicina preventiva, pese a que el factor masculino está implicado en entre el 40% y el 50% de los casos de infertilidad de pareja. A partir de esa base, detalló cinco ejes respaldados por evidencia científica que pueden mejorar la calidad espermática y preservar la capacidad reproductiva:

1- Alimentación y antioxidantes

“La base de una espermatogénesis saludable es una dieta equilibrada”, sostuvo Nicotra. Según estudios recientes, las frutas, verduras, y los alimentos ricos en ácidos grasos omega-3, zinc, selenio y vitaminas C y E se asocian con mejores parámetros espermáticos en cuanto a concentración, morfología y movilidad.

En cambio, “las dietas hipercalóricas, con exceso de grasas trans, azúcares refinados y productos ultraprocesados, se vinculan con estrés oxidativo testicular y alteraciones epigenéticas en los espermatozoides”.

Es por eso que recomendó “adoptar una dieta similar a la mediterránea, suplementar en casos seleccionados y evaluar el estado nutricional ante alteraciones seminales”.

Una alimentación rica en frutas, verduras, omega-3 y antioxidantes se asocia con mejor calidad espermática y menor estrés oxidativo testicular (Imagen ilustrativa Infobae)

2- Actividad física y control del peso

El sobrepeso y la obesidad tienen efectos hormonales directos. “Disminuyen la testosterona total y libre, e incrementan la conversión periférica a estrógenos”, explicó Nicotra. Además, el tejido adiposo promueve un ambiente inflamatorio crónico que perjudica la espermatogénesis.

En ese sentido, aconsejó realizar al menos 150 minutos semanales de actividad aeróbica moderada, sumando ejercicios de fuerza. Y sumó: “Evitar tanto el sedentarismo como el ejercicio extremo”.

3- Evitar tóxicos: tabaco, alcohol y drogas

El consumo de cigarrillos se asocia con una menor concentración espermática, alteraciones morfológicas y mayor fragmentación del ADN. También se identificaron efectos nocivos con el alcohol en exceso, la marihuana, la cocaína y el uso de esteroides anabólicos.

Su recomendación clínica en este punto apunta a incorporar estrategias de cesación de consumo en el abordaje integral del paciente con factor masculino.

El estrés crónico y el mal descanso influyen negativamente sobre la producción de testosterona y la calidad seminal (Imagen ilustrativa Infobae)

4- Sueño y manejo del estrés

“El sueño inadecuado, los trastornos del ritmo circadiano y el estrés crónico afectan la producción de testosterona y la calidad del semen”, dijo Nicotra. Además, estas condiciones repercuten en la función sexual y el bienestar emocional.

Es por eso que “fomentar rutinas de sueño estables, técnicas de relajación y derivación psicológica si es necesario” son sus consejos para un mejor descanso y manejo del estrés.

5- Exposición ambiental y calor

Determinadas exposiciones ocupacionales o ambientales pueden dañar el sistema reproductivo masculino. “El contacto frecuente con pesticidas, disolventes, metales pesados o fuentes de calor como hornos industriales o baños calientes impacta en la producción espermática”, detalló.

Promover hábitos saludables en varones jóvenes podría reducir el riesgo de infertilidad a largo plazo, advierten especialistas (Imagen Ilustrativa Infobae)

Al respecto, la especialista recomendó “realizar una anamnesis ambiental y laboral detallada, especialmente si no hay causas evidentes del factor masculino”.

Una oportunidad para el cambio

“Como especialistas en medicina reproductiva, tenemos la responsabilidad de promover estrategias basadas en evidencia que permitan preservar la salud testicular desde edades tempranas”, advirtió Nicotra. La prevención, sostuvo, puede y debe incluirse en la consulta médica general y en los espacios educativos.

En un contexto donde la infertilidad masculina sigue siendo invisibilizada, el enfoque clínico preventivo cobra relevancia. “Incorporar la educación sobre hábitos saludables en la consulta es una herramienta poderosa y costo-efectiva en la lucha contra la infertilidad”, concluyó.