
Reino Unido enfrenta una temporada invernal caracterizada por un incremento excepcional de casos de gripe atribuidos a la variante subclado K del virus H3N2. Esta situación ha provocado una saturación hospitalaria, el cierre temporal de establecimientos educativos y la instauración de recomendaciones preventivas, según informó de The Guardian.
Características genéticas y transmisión de la variante
La variante subclado K presenta una deriva genética que ha aumentado su transmisibilidad y severidad en la población afectada. Un índice de reproducción (R) de 1,4, superior al de otras cepas, favorece la rápida expansión del virus, de acuerdo con especialistas citados por Mirror. El bajo nivel de inmunidad registrado en la población británica, tras varias temporadas con escasa circulación viral, incrementa el impacto sanitario.
Un análisis realizado y difundido por Mirror identificó que, sobre un total de 554 personas con gripe analizadas, 420 se encontraban infectadas por la nueva cepa. Los síntomas reportados incluyen fiebre, tos, congestión nasal, dolores corporales, vómitos y diarrea. En diversos casos, esta sintomatología se presenta de forma más prolongada y severa.
Capacidad hospitalaria e impacto en el sistema de salud
La presión sobre el sistema hospitalario constituye uno de los principales efectos del brote actual. The Guardian informa que los ingresos relacionados con la gripe en Inglaterra alcanzan un promedio diario de 1.717 personas, de las cuales 69 permanecen en cuidados intensivos, cifras récord para el periodo invernal.

Si bien el riesgo individual de enfermedad grave no ha aumentado significativamente, la magnitud del brote genera una sobrecarga considerable en la red hospitalaria.
El director ejecutivo de NHS Providers, Daniel Elkeles, señaló a The Guardian que el inicio anticipado de la temporada gripal y la elevada circulación de esta variante profundizaron la situación en los centros de atención.
Consecuencias en el ámbito educativo
La dinámica educativa también se ha visto severamente afectada. BBC informa que diversos establecimientos escolares han debido suspender temporalmente sus actividades o introducir protocolos de prevención reforzados, como mejoras en la ventilación, procedimientos de limpieza y limitación de actividades grupales en espacios cerrados.
En Gales del Sur, la escuela St Martin’s interrumpió sus actividades ante la ausencia simultánea de más de 250 estudiantes y personal docente. Escuelas en Cheshire y Leeds ejecutaron cierres parciales o totales para contener la propagación viral.

Referentes educativos como Elaine Bown en Leeds manifestaron a la BBC que no existen antecedentes recientes de una temporada con tal nivel de ausentismo por enfermedad. En Irlanda del Norte, el director Brian Guthrie informó la ausencia de 170 estudiantes en un solo día.
Desde el Departamento de Educación de Reino Unido, un portavoz consultado por la BBC enfatizó que el cierre de escuelas debe implementarse únicamente en circunstancias excepcionales, subrayando la necesidad de asegurar la continuidad escolar, pese a la afectación causada por la gripe.
Recomendaciones sanitarias y campaña de vacunación
Las autoridades han reforzado las recomendaciones de uso voluntario de mascarillas y han intensificado la campaña de vacunación antigripal. Mirror consigna que Downing Street mantiene la mascarilla como medida aconsejada para quienes presentan síntomas respiratorios: “Existe una guía de larga data sobre acciones recomendadas para reducir la transmisión de enfermedades en la temporada invernal”.
El director ejecutivo del NHS, Daniel Elkeles, recomendó a través de Mirror la utilización de mascarilla en espacios públicos ante síntomas gripales, destacando la eficacia probada de las estrategias implementadas durante la pandemia. La Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido (UKHSA) sostiene que la mascarilla sigue siendo una herramienta válida en determinados escenarios sanitarios.

La campaña de inmunización muestra avances, con casi 17 millones de dosis administradas hasta la fecha, cifra que representa un incremento de 350.000 respecto al mismo período del año anterior, según datos publicados por Mirror. La UKHSA estima que, a pesar de la evolución genética de la cepa predominante, la protección vacunal actual resulta adecuada.
Incidencia en menores y evolución demográfica
La tasa de contagio exhibe valores especialmente elevados entre niños y adolescentes. BBC señala que el 36,25% de los menores de 5 a 14 años que accedieron a pruebas PCR resultaron positivos. En el grupo de 0 a 4 años, la incidencia alcanzó el 11,8%. Entre personas mayores de 65 años, la tasa es considerablemente menor, atribuible, entre otros factores, a una mayor cobertura de vacunación (74,9% en dicho grupo frente al 18,4% en el resto).
Los expertos adjudican la mayor transmisión entre jóvenes a la menor inmunidad y la frecuencia de contacto en entornos escolares. La consultora pediátrica Julie-Ann Maney declaró a la BBC que el brote actual, por su extensión y severidad, no tiene precedentes desde 2010, con numerosos niños enfrentando fiebre alta y síntomas prolongados.
Las autoridades sanitarias mantienen la vigilancia sobre la evolución de los casos y recalcan la importancia de extremar las medidas de higiene, garantizar la ventilación en espacios cerrados y avanzar con la inmunización para contener la propagación del virus y mitigar su impacto en la salud pública.