El carcinoma hepatocelular es el tipo de cáncer de hígado más frecuente y peligroso/ Freepik

El tipo de cáncer de hígado más frecuente es el carcinoma hepatocelular, que se desarrolla en las células de este órgano clave para procesar nutrientes y eliminar sustancias dañinas del cuerpo.

Muchos de esos tumores se pueden evitar porque suelen estar relacionados con causas conocidas que son posibles de controlar. Entre esos factores prevenibles están la hepatitis viral, el consumo excesivo de alcohol y la acumulación de grasa en el hígado por problemas metabólicos como el sobrepeso.

En ese sentido, una Comisión sobre Cáncer de Hígado de The Lancet reunió a especialistas de China, Japón, Estados Unidos, Italia, España, Singapur, y otros países para analizar el crecimiento de la enfermedad en el mundo.

Tras revisar las cifras y los estudios más recientes, el trabajo concluyó que tres de cada cinco casos de cáncer de hígado se podrían prevenir si se logra controlar el consumo de alcohol, la obesidad y las infecciones por hepatitis virales.

Tres de cada cinco casos de cáncer de hígado podrían prevenirse al controlar el alcohol, la obesidad y la hepatitis viral (Freepik)

Si se lograra reducir el número de nuevos casos de cáncer de hígado entre un 2% y un 5% anual hasta el año 2050, se podrían salvar entre 8 millones y 15 millones de vidas en todo el mundo.

En cambio, si no se hace nada, el pronóstico es alarmante. El profesor Jian Zhou, de la Universidad Fudan de China y líder del grupo de investigación, advirtió: “Corremos el riesgo de ver un aumento cercano al doble en los casos y las muertes por cáncer de hígado en los próximos veinticinco años si no se toman medidas urgentes para revertir esta tendencia”.

La promoción de hábitos saludables, como la actividad física, son claves para reducir el cáncer de hígado (Imagen Ilustrativa Infobae)

La Comisión propuso medidas directas para reducir los nuevos casos:

  • Fomentar la vacunación contra la hepatitis B y mejorar las campañas.
  • Promover la adopción de buenos hábitos en la alimentación.
  • Recomendar actividad física.
  • Controlar el acceso a bebidas alcohólicas.

Además, los expertos resaltaron la necesidad de tratar a tiempo las enfermedades metabólicas que acumulan grasa en el hígado, como la enfermedad hepática esteatótica asociada a disfunción metabólica (anteriormente conocida como enfermedad del hígado graso no alcohólico) y prestar atención a las personas con sobrepeso o diabetes.

Cuáles son los síntomas del cáncer de hígado

El cáncer de hígado suele avanzar sin síntomas claros, y eso dificulta su detección temprana y tratamiento oportuno (Imagen Ilustrativa Infobae).

El cáncer de hígado, y en especial el carcinoma hepatocelular, suele avanzar sin producir síntomas claros en sus primeras etapas.

Más adelante, pueden aparecer señales como un bulto bajo las costillas del lado derecho, hinchazón abdominal, piel u ojos amarillos y cansancio extremo.

Muchas veces, las personas pierden el apetito, bajan de peso sin querer, sienten náuseas o tienen picazón en el cuerpo.

Estos signos también pueden deberse a otras enfermedades menos graves, pero si duran más de dos semanas es importante consultar al médico.

La Comisión The Lancet advirtió que la detección tardía del cáncer de hígado es uno de los mayores problemas.

Por eso, recomendó campañas de información en escuelas y centros de salud para que todos conozcan los signos de alerta y acudan a revisiones regulares, especialmente si tienen factores de riesgo como cirrosis, hepatitis o el problema del hígado graso, cuyas iniciales son EHMA.

¿Por qué aumentan los casos de cáncer de hígado?

Los expertos de la Comisión The Lancet recomiendan políticas públicas para regular el alcohol, mejorar la nutrición y ampliar la vacunación contra hepatitis B /Freepik

Los casos de cáncer de hígado aumentan en todo el mundo, principalmente, por el aumento del sobrepeso, la obesidad y el consumo de bebidas alcohólicas, según los expertos.

El profesor e integrante de la Comisión, el doctor Hashem B El-Serag, del Departamento de Medicina del Colegio Baylor en Houston, Estados Unidos, explicó: “El aumento de los casos de obesidad se suma como un riesgo emergente para el cáncer de hígado, en particular por el exceso de grasa que afecta al órgano”.

Además, muchas personas no saben que tienen enfermedades del hígado porque durante años no presentan síntomas.

La acumulación de grasa en el hígado, que afecta a más de un tercio de la población mundial, es uno de los motivos que ayudan a explicar este crecimiento.

El alcohol sigue siendo una de las causas principales, ya que daña las células del órgano y favorece la aparición de tumores.

En diálogo con Infobae, Federico Piñero, médico hepatólogo de la Unidad de Hígado y Trasplante Hepático del Hospital Universitario Austral e investigador en cáncer de hígado en Argentina, comentó: “La Comisión The Lancet publicó un artículo de revisión de los datos estadísticos acerca de la eventual reducción de la incidencia del hepatocarcinoma a nivel mundial y en distintas regiones”.

El consumo de alcohol aumenta notablemente el riesgo de desarrollar cáncer de hígado (Imagen Ilustrativa Infobae)

El experto opinó que “será difícil que en América Latina se logre reducir significativamente la incidencia de cáncer de hígado por diferentes factores. El acceso a la prevención primaria como lo es la erradicación de las hepatitis B y C es heterogénea en la región”.

Para el especialista, se debería fortalecer el acceso a vacunas contra la hepatitis B y al tratamiento para la hepatitis C. “En la Argentina se consiguieron progresos, pero no ocurrió tanto en otros países”, mencionó.

También, de acuerdo con Piñero, “se debería facilitar más el acceso al correcto tamizaje rutinario, al diagnóstico adecuado por imágenes y a las terapias curativas, como el trasplante hepático (aún no se realiza en países como Bolivia, Paraguay, Ecuador, Venezuela), y a las nuevas terapias sistémicas”.

Expertos dialogaron con Infobae sobre la aplicación de las medidas en América Latina (Imagen Ilustrativa Infobae)

En tanto, Valeria Descalzi, jefa de hepatología y subjefa del Programa de trasplante hepático del Hospital Universitario Fundación Favaloro en Buenos Aires, dijo: “En América Latina, es necesario actuar con políticas públicas contra el consumo de ultraprocesados, al colocar un etiquetado de alimentos claro y preciso, y que exista una educación nutricional desde edad temprana”.

Es importante -expresó- que se detecte el daño en el hígado en pacientes con obesidad y diabetes, ya que es el grupo de mayor riesgo.

“El acto médico para estratificar el riesgo de enfermedad hepática es fundamental. Los centros de atención primaria deben estar mejor preparados para diagnosticar”, añadió.

Por otro lado, según Descalzi, “debería ampliarse la vacunación contra hepatitis B y tratar los casos de hepatitis C, que también son causas de desarrollo de cáncer de hígado, al igual que el consumo de alcohol”.

Se sabe que “regular el alcohol con impuestos y restricciones públicas ayuda a prevenir el consumo. A nivel de políticas públicas también es importante invertir en investigación en la región y en herramientas de detección precoz”, subrayó la experta al ser consultada por Infobae.