Comer más frutas y verduras se asoció con mayor agudeza mental y mejor movilidad en la vejez (Imagen Ilustrativa Infobae)

Un estudio reciente, publicado en la revista Nature Medicine, ha revelado que la adherencia a patrones dietéticos saludables durante la mediana edad puede aumentar significativamente las probabilidades de un envejecimiento saludable.

Este concepto, definido como alcanzar los 70 años sin enfermedades crónicas graves y con una buena salud cognitiva, física y mental, fue analizado en dos grandes cohortes de Estados Unidos: el Nurses’ Health Study y el Health Professionals Follow-Up Study, que abarcaron un seguimiento de 30 años.

Según el análisis, el Índice de Alimentación Saludable Alternativa (AHEI) se posicionó como el patrón dietético más eficaz para promover un envejecimiento saludable, superando incluso a la reconocida dieta mediterránea.

De acuerdo con los datos recopilados, solo el 9,3% de los 105.015 participantes lograron envejecer de manera saludable.

Este grupo comparte un rasgo común: una dieta rica en alimentos de origen vegetal, como frutas, verduras, cereales integrales, frutos secos y legumbres, combinada con un consumo moderado de productos de origen animal y una baja ingesta de alimentos ultraprocesados.

Comer más frutas y verduras se asoció con mayor agudeza mental y mejor movilidad en la vejez (Imagen Ilustrativa Infobae)

El estudio destacó que el AHEI, desarrollado por la Universidad de Harvard, la Universidad de Copenhague y la Universidad de Montreal, es un sistema de puntuación que evalúa la calidad de la dieta en función de su capacidad para reducir el riesgo de enfermedades crónicas.

El índice enfatiza alimentos como grasas insaturadas, cereales integrales y proteínas vegetales, mientras limita el consumo de carnes rojas, bebidas azucaradas, sodio y grasas trans.

La carne roja en exceso mostró un vínculo directo con el deterioro físico y enfermedades crónicas en adultos mayores (Imagen Ilustrativa Infobae)

Aunque todos los patrones mostraron beneficios, el AHEI presentó la asociación más fuerte con el envejecimiento saludable, con un aumento del 86% en las probabilidades de lograrlo en comparación con quienes tenían la menor adherencia a este índice.

Cuando se elevó el umbral de edad a los 75 años, el impacto del AHEI fue aún más notable, con un incremento del 124% en las probabilidades de un envejecimiento saludable.

El estudio también analizó los componentes individuales de las dietas y su relación con diferentes aspectos del envejecimiento saludable.

Además, los investigadores observaron diferencias significativas en los resultados según el género, el índice de masa corporal (IMC), el nivel de actividad física y el hábito de fumar.

Los fumadores y las personas con un IMC superior a 25 o con niveles de actividad física por debajo de la mediana mostraron asociaciones más fuertes entre la adherencia a patrones dietéticos saludables y el envejecimiento saludable.

Mayor impacto de la dieta saludable en fumadores, personas con sobrepeso o baja actividad física (Imagen Ilustrativa Infobae)

Sin embargo, no se encontraron diferencias significativas relacionadas con la ascendencia de los participantes.

El impacto negativo de los alimentos ultraprocesados también fue destacado en el estudio. Los participantes con un consumo elevado de estos productos presentaron un 32% menos de probabilidades de envejecer de manera saludable.

Este hallazgo refuerza la importancia de priorizar alimentos frescos y mínimamente procesados en la dieta diaria.

El consumo frecuente de salchichas y embutidos redujo las probabilidades de envejecer con buena salud (Imagen Ilustrativa Infobae)

El AHEI no solo se centra en la prevención de enfermedades crónicas, sino que también promueve un enfoque integral del envejecimiento saludable, abarcando aspectos cognitivos, físicos y mentales.

Sarah Rueven, dietista registrada y fundadora de Rooted Wellness, contó a Food and Wire, que este índice no es una dieta en sí misma, sino una herramienta que califica los alimentos en función de su capacidad para mejorar los resultados de salud a largo plazo.

Entre sus recomendaciones se incluyen cinco porciones diarias de verduras, cuatro de frutas, cinco a seis de cereales integrales y al menos una porción diaria de frutos secos, legumbres o proteínas vegetales.

El estudio subraya la necesidad de adoptar patrones dietéticos sostenibles y de alta calidad desde la mediana edad para maximizar las probabilidades de un envejecimiento saludable.

Además, destaca la importancia de desarrollar guías alimentarias que promuevan dietas ricas en alimentos de origen vegetal y bajas en productos ultraprocesados, con el objetivo de mejorar la calidad de vida en la vejez y reducir los costos asociados al cuidado de la salud.