La alimentación en el embarazo influye directamente en el bienestar materno y el desarrollo del feto. Según el Dr. Edward Chien, obstetra y ginecólogo, especialista de Cleveland Clinic, existe evidencia de que algunos alimentos y bebidas elevan el riesgo de complicaciones graves, como enfermedades transmitidas por alimentos, aborto espontáneo, parto prematuro o daño cerebral en el bebé.
Por este motivo, la institución recomienda pautas claras sobre qué evitar y limitar para proteger la salud tanto de la madre como del feto.
Alimentos prohibidos durante el embarazo
Uno de los principales grupos que deben excluirse es el pescado con alto contenido de mercurio. Consumir especies como atún, caballa, carne aguja pueden provocar daño cerebral o retrasos en el desarrollo fetal debido a la acumulación de mercurio. Las autoridades sanitarias estadounidenses, citadas por Cleveland Clinic, recomiendan evitar estas especies durante toda la gestación.
Las carnes, pescados y mariscos crudos o poco hechos representan un riesgo significativo. El Dr. Chien explica que estos alimentos contienen bacterias, virus y parásitos capaces de causar intoxicaciones alimentarias. Aunque en otras etapas de la vida estas infecciones pueden ser leves, en el embarazo podrían enfermar a la madre y perjudicar al feto.
Los huevos crudos o poco cocidos figuran también en la lista de alimentos a evitar. Existe riesgo de infección por Salmonella, bacteria que puede provocar infecciones graves e incluso sepsis. Esta infección puede atravesar la placenta y comprometer la salud fetal, incluidas posibles lesiones cerebrales y pulmonares.
Además de los huevos, se aconseja evitar preparaciones que los incluyan sin cocción completa, como aderezos César caseros, mayonesa casera, glaseados reales, merengues caseros, mousse y tiramisú. La recomendación es asegurarse de que la yema y la clara estén completamente cocidas antes de consumir huevos.
Las carnes procesadas, tales como fiambres, embutidos, patés y productos similares, cuentan con un peligro elevado de contaminación por Listeria, bacteria que puede pasar inadvertida o manifestarse con síntomas similares a los de la gripe.
Según el Dr. Chien, la infección por Listeria durante el embarazo perjudica gravemente el desarrollo fetal y es capaz de desencadenar parto prematuro, aborto espontáneo o muerte fetal. Respecto a los productos lácteos, los quesos blandos no pasteurizados —como brie, quesos azules, feta, queso blanco, fresco o panela— pueden contener bacterias peligrosas si no han pasado por la pasteurización, proceso térmico que elimina microorganismos dañinos.
Cleveland Clinic aconseja revisar siempre la etiqueta y consumir solo aquellos elaborados con leche pasteurizada.
Los jugos y sidras que no han sido pasteurizados deben evitarse, ya que pueden contener bacterias como la Listeria. Estas bebidas suelen encontrarse en tiendas naturistas y mercados agrícolas. Se recomienda comprobar en la etiqueta que el producto es pasteurizado, ya que expresiones como “natural” o “recién exprimido” pueden indicar lo contrario.
El consumo de alcohol en el embarazo está absolutamente contraindicado. El Dr. Chien subraya que no existe un nivel seguro de ingesta de alcohol. La exposición fetal al alcohol puede ocasionar síndrome alcohólico fetal, una enfermedad grave e irreversible que afecta el desarrollo físico, cognitivo y conductual del bebé, con posibles defectos en el corazón, ojos, huesos, oídos y riñones.
Alimentos y bebidas que se deben limitar
Cleveland Clinic indica que se debe moderar la ingesta de sal. El exceso puede elevar la presión arterial y aumentar el riesgo de preeclampsia, trastorno caracterizado por hipertensión e hinchazón asociada a retención de líquidos. Se recomienda elegir alimentos con menor contenido salino y controlar la cantidad agregada en las comidas.
La cafeína requiere especial atención. Aunque no es necesario eliminarla por completo, Cleveland Clinic recomienda no sobrepasar los 200 miligramos diarios durante el embarazo. Una taza estándar de café contiene cerca de 100 miligramos, por lo que el límite equivale a dos tazas al día. Además del café, el té negro, el té verde y el de manzanilla también contienen cafeína en cantidades variables, según su preparación. Un consumo excesivo puede reducir el flujo sanguíneo al útero y afectar el desarrollo fetal.
Ante cualquier duda sobre la dieta más adecuada durante la gestación, Cleveland Clinic aconseja consultar con un profesional de la salud, quien podrá ofrecer orientación personalizada para cuidar la salud materna y promover un desarrollo fetal óptimo.