
La adopción de una alimentación basada en plantas (alimentos de origen vegetal) está asociada con una disminución notable del riesgo de estreñimiento crónico en adultos, de acuerdo con un análisis publicado en la revista Gastroenterology y reportado por Harvard Health.
Según los resultados, este patrón alimentario, centrado en frutas, verduras, legumbres, cereales integrales y frutos secos, brinda beneficios directos para la función digestiva y el equilibrio intestinal, sobre todo en personas de mediana edad y mayores.
Este hallazgo destaca la importancia de impulsar estrategias nutricionales en poblaciones donde los trastornos digestivos condicionan fuertemente la calidad de vida.
Diseño y alcance del estudio
El trabajo incluyó a casi 96.000 adultos de mediana edad y mayores, quienes completaron periódicamente cuestionarios dietéticos detallados durante varios años.

El equipo de investigación, bajo la revisión de Howard E. LeWine, editor médico jefe de Harvard Health Publishing, clasificó a los participantes en cinco grupos, según sus hábitos alimenticios: basado en plantas, basado en plantas sin carne, dieta baja en carbohidratos, dieta occidental y dieta proinflamatoria.
La alimentación basada en plantas se caracteriza por priorizar verduras, frutas frescas, legumbres, cereales integrales, frutos secos y aceite de oliva, permitiendo ocasionalmente el consumo de pescado, aves y lácteos fermentados.
La versión sin carne excluye por completo los productos cárnicos, centrando aún más la dieta en alimentos vegetales. La dieta occidental incluye mayor proporción de carnes rojas y procesadas, harinas refinadas y alimentos ricos en grasas saturadas, mientras que el patrón proinflamatorio está basado en un alto consumo de ultraprocesados y está vinculado a marcadores elevados de inflamación.
Hallazgos en la relación dieta-estreñimiento
De acuerdo con los datos difundidos por Harvard Health, solo la alimentación basada en plantas y su variante sin carne mostraron beneficios claros en la prevención del estreñimiento crónico, que fue definido como la persistencia de síntomas durante al menos 12 semanas en el año.

Quienes siguieron estos patrones presentaron menos síntomas persistentes, en comparación con quienes adoptaron hábitos occidentales o proinflamatorios. Por su parte, la dieta baja en carbohidratos no demostró un efecto relevante respecto al riesgo de estreñimiento en este análisis.
El tamaño y diversidad de la muestra, cercana a 96.000 participantes, confiere al estudio una gran robustez estadística y representatividad, validando la fortaleza de las conclusiones extraídas del análisis de los cuestionarios.
Fibra, probióticos, antioxidantes y polifenoles: nutrientes clave
Los beneficios de la alimentación basada en plantas se fundamentan principalmente en su alto aporte de fibra, un nutriente esencial para facilitar el tránsito intestinal, aumentar el volumen y suavidad de las heces y, en general, favorecer una mejor salud digestiva. Incluir de manera cotidiana alimentos como verduras, frutas frescas, legumbres y granos integrales es la forma más efectiva de cubrir los requerimientos de fibra y así disminuir el riesgo de estreñimiento.
Otro aspecto clave de este patrón alimentario es la presencia de probióticos naturales a través de alimentos fermentados, como el yogur, el kéfir o los encurtidos. Estos favorecen el equilibrio de la microbiota intestinal, lo que resulta fundamental para una digestión eficaz.

Además, la alimentación basada en plantas proporciona antioxidantes y polifenoles, compuestos que se encuentran especialmente en frutas de colores intensos, frutos secos, aceite de oliva y vegetales de hoja verde. La acción conjunta de fibra, probióticos, antioxidantes y polifenoles genera un efecto sinérgico que contribuye tanto a mantener la salud intestinal como a prevenir el desarrollo de enfermedades crónicas.
Para potenciar aún más estos beneficios, es importante acompañar este tipo de dieta con una adecuada hidratación y limitar el consumo de grasas saturadas. La incorporación de actividad física regular también ayuda a optimizar el funcionamiento digestivo.

Por ello, adoptar desde etapas intermedias de la vida una alimentación rica en fibra, probióticos, antioxidantes y polifenoles brinda una solución eficaz y natural, sin necesidad de recurrir a laxantes o medicamentos.
Este enfoque nutricional está respaldado por su impacto positivo sobre la salud a largo plazo y representa una de las estrategias más recomendadas para quienes buscan bienestar digestivo y general.
