Una revisión científica confirma que el cigarrillo electrónico aumenta el riesgo de tabaquismo en adolescentes. (Freepik)

¿El uso del cigarrillo electrónico es solo una moda o abre el camino hacia el consumo de tabaco y otros consumos peligrosos para los jóvenes?

Una nueva revisión de decenas de estudios por parte de investigadores del Reino Unido demostró que los adolescentes que usan cigarrillos electrónicos tienen una probabilidad mucho mayor de comenzar a fumar cigarrillos convencionales.

El uso del cigarrillo electrónico, que está considerado como un producto emergente (como también lo son el tabaco calentado y las bolsas de nicotina) está lejos de ser inofensivo. Funciona como el primer peldaño hacia el consumo de cigarrillos convencionales.

Los cigarillos convencionales tienen numerosos efectos perjudiciales para la salud debido a las sustancias químicas que contienen, especialmente la nicotina, el alquitrán y el monóxido de carbono. EFE/ Jeffrey Arguedas

Los investigadores advirtieron en el artículo publicado en la revista Tobacco Control que quienes se inician con cigarrillos electrónicos suelen pasar a fumar más seguido y con más intensidad.

El riesgo no se limita a experimentar, sino que conduce a un consumo regular de productos de tabaco.

Los autores de la revisión son investigadores de la Universidad de York y la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, que se dedican a la epidemiología.

Qué es el cigarrillo electrónico

El cigarrillo electrónico puede causar problemas respiratorios y dependencia de la nicotina en jóvenes. REUTERS/Daniel Becerril

Un cigarrillo electrónico es un aparato que calienta un líquido para producir un aerosol, que el usuario inhala.

Los líquidos, conocidos como e-líquidos, pueden contener nicotina, saborizantes y diferentes aditivos, pero no tabaco. El dispositivo funciona sin combustión, pero convierte el líquido en un vapor inhalable.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) agrupa estos productos en dos familias: los sistemas electrónicos de administración de nicotina (SEAN) y los sistemas electrónicos sin nicotina (SESN). Ambos utilizan el mismo principio: calentar el líquido para crear un aerosol.

La OMS advierte sobre los riesgos para la salud de los líquidos y aditivos en los cigarrillos electrónicos. REUTERS/Denis Balibouse

La agencia sanitaria ya había advertido: “Los llamados líquidos electrónicos pueden contener nicotina, o no, pero no contienen tabaco. Por lo general suelen contener aditivos, sabores y productos químicos que pueden ser nocivos para la salud de las personas”.

Cómo se hizo la revisión

El cigarrillo electrónico tiene sabores y diseños atractivos para los consumidores (Imagen Ilustrativa Infobae)

El equipo de científicos identificó y analizó todas las revisiones sistemáticas disponibles que tratan el vínculo entre el uso del cigarrillo electrónico en adolescentes y el posterior consumo de tabaco convencional.

Seleccionaron estudios que reúnen y procesan datos de diferentes investigaciones independientes en busca de patrones repetidos.

La meta central fue determinar si el uso del cigarrillo electrónico favorece la transición hacia el tabaquismo en los jóvenes.

Los expertos revisaron la información y encontraron coincidencias muy marcadas. Observaron los efectos a lo largo de diferentes contextos y muestras estudiadas.

El uso de cigarrillos electrónicos se asocia con mayor consumo de alcohol y marihuana entre jóvenes. (Imagen Ilustrativa Infobae)

La revisión también rastreó si quienes utilizan cigarrillos electrónicos incursionan en otros consumos problemáticos.

Encontraron que los adolescentes que usan cigarrillos electrónicos suelen consumir más alcohol y marihuana. Resaltaron que “el uso del cigarrillo electrónico en los jóvenes a menudo es seguido por el uso de alcohol y marihuana”.

En cuanto a la salud, identificaron problemas respiratorios como asma, tos e irritación de las vías aéreas. Muchos estudios detectaron señales de dependencia de la nicotina: ansias fuertes e incapacidad para dejar el dispositivo.

También advirtieron la necesidad de más investigación sobre posibles efectos en la salud mental.

El uso del cigarrillo electrónico en jóvenes muestra posibles vínculos con riesgos para la salud mental. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Si bien notaron asociaciones con depresión y pensamientos suicidas, aclararon que aún falta mayor información para cuantificar este riesgo.

Los investigadores proponen limitar el acceso de los adolescentes a los cigarrillos electrónicos mediante regulaciones más estrictas y reforzar la educación pública sobre los riesgos de su uso en jóvenes.

“La revisión publicada en Tobacco Control resulta relevante. Analizaron todos los estudios de cohorte y evaluaron si el vapeo con cigarrillos electrónicos se asocia con el consumo posterior de tabaco, marihuana u otras sustancias”, señaló a Infobae Alejandro Videla, presidente de la Asociación Argentina de Tabacología (ASAT) y jefe de neumonología del Hospital Universitario Austral.

Las familias deberían supervisar el acceso de los adolescentes a cigarrillos electrónicos/Freepik

“El trabajo aporta evidencia a un debate que surgió cuando comenzaron a utilizarse estos dispositivos. Demuestra que los adolescentes primero vapean y luego pueden fumar cigarrillos convencionales”, expresó.

Videla agregó que otro aspecto relevante del artículo es la asociación con el consumo de otras sustancias, una relación que antes se había planteado para el cigarrillo convencional.

“La revisión subraya que el uso de cigarrillos electrónicos también puede facilitar el acceso al alcohol o la marihuana”, añadió.

“Este trabajo refuerza la necesidad de que cada país establezca la restricción al acceso a cigarrillos electrónicos o vapeadores entre adolescentes -sugirió-. Desde el ámbito familiar, es importante considerar que, si un adolescente accede a estos dispositivos, podría abrirse la puerta no solo al consumo posterior de cigarrillos convencionales, sino también al de otras sustancias”.

Expertos sugieren limitar el acceso de adolescentes al cigarrillo electrónico mediante regulaciones más estrictas/Archivo

En diálogo con Infobae Brunilda Casetta, médica especializada en cesación tabáquica del Centro de Educación Médica e Investigaciones Clínicas (CEMIC) en Buenos Aires, dijo que “la revisión ofrece un fundamento robusto para visibilizar que el cigarrillo electrónico es una puerta de entrada tanto al tabaco convencional como a otros consumos problemáticos».

Aclaró que para los expertos en tabaquismo “el cigarrillo electrónico siempre fue una vía clara de creación de adicción a la nicotina y por ende una puerta de entrada a fumar cigarrillos convencionales”.