Las enfermedades no transmisibles incluyen enfermedades cardiovasculares, cáncer, diabetes, enfermedades respiratorias y renales crónicas, y constituyen una problemática en expansión, según un informe de la Organización Panamericana de la Salud.
Desde la entidad advierten que cada dos segundos alguna persona de menos de 70 años muere por una patología de este tipo. También apuntan que las enfermedades no transmisibles son responsables del 65% de todos los fallecimientos en la región.
Estas patologías, en la mayoría de los casos, podrían evitarse o retrasarse mediante políticas de salud adecuadas y la adopción de hábitos saludables. El impacto de las ENT no solo se refleja en la mortalidad, sino también en la calidad de vida y en la presión sobre los sistemas sanitarios.
El informe “Las ENT de un Vistazo 2025” de la OPS indica que, desde el año 2000, las muertes por ENT han aumentado un 43% en las Américas. Esta tendencia genera preocupación entre los especialistas, quienes advierten que, si no se refuerzan las estrategias de prevención, el panorama será aún más grave tanto para la salud individual como para el desarrollo de las actividades humanas.
El profesor doctor Marcelo Melo, director del Hospital de Clínicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA), subraya la urgencia de actuar, ya que la falta de intervención efectiva podría agravar la situación en contextos sociales y económicos complejos.
Entre los principales factores de riesgo identificados por expertos del Hospital de Clínicas se encuentran el consumo de tabaco y alcohol, el sedentarismo, la alimentación poco saludable y la falta de controles médicos regulares.
Además, el envejecimiento poblacional, el estrés y las desigualdades sociales contribuyen a la persistencia y expansión de estas enfermedades.
En Argentina, según el Boletín de mortalidad por enfermedades no transmisibles publicado por el Ministerio de Salud en 2022, las enfermedades cardiovasculares encabezaron las causas de fallecimiento durante ese año. A continuación se ubicaron los decesos por cáncer, luego por enfermedades renales, diabetes y, finalmente, por enfermedades respiratorias crónicas.
Melo señala que, aunque la información sobre prevención es cada vez más accesible, la sola difusión de datos no basta para modificar conductas, especialmente en un contexto donde una mayor esperanza de vida implica convivir durante más años con enfermedades crónicas.
Las ENT bajo la lupa
Las enfermedades cardiovasculares encabezan la lista en la región de ENT más mortales, con 2,16 millones de fallecimientos anuales, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS). En Argentina, estas patologías también ocupan el primer lugar en el ranking de mortalidad por ENT.
La División Cardiología del Hospital de Clínicas advierte que los síntomas más frecuentes incluyen dolor opresivo en el pecho y dificultad para respirar, aunque pueden presentarse manifestaciones menos evidentes como fatiga extrema, debilidad, náuseas, vómitos, dolor en la mandíbula o la muñeca y sensación de aturdimiento. Estos signos pueden confundirse con otros problemas de salud, por lo que los especialistas recomiendan no subestimarlos y consultar ante la duda.
El cáncer se sitúa como la segunda causa de muerte por ENT en la región, con 1,37 millones de decesos anuales. En Argentina, más de 60.000 personas fallecen cada año por algún tipo de cáncer, según estimaciones del Observatorio Global del Cáncer (Globocan). Los tipos más frecuentes en mujeres son el cáncer de mama, útero, colon, pulmón y tiroides; en hombres, predominan los de colon y recto, próstata, pulmón, riñón y vejiga.
Las enfermedades renales también figuran entre las ENT más relevantes. La División Nefrología del Hospital de Clínicas informa que la nefropatía diabética representa el 40% de los casos, seguida por la hipertensión arterial y las glomerulopatías, cada una con un 20%, la poliquistosis con un 5% y otras causas con el 15% restante.
La diabetes ocupa el tercer lugar en la lista de ENT más letales en la región, con más de 420.000 muertes anuales, según la OPS. En Argentina, la prevalencia de diabetes en mayores de 18 años alcanzó el 12,7% en el último registro de la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo. Esta tendencia ascendente se observa también en los índices de sobrepeso y obesidad, lo que sugiere una relación directa entre estas condiciones.
Un relevamiento realizado en 2024 por la División Nutrición del Hospital de Clínicas, durante una campaña de concientización, detectó que el 76% de los 633 participantes presentaba obesidad, el 16% sobrepeso y el 15% diabetes tipo 2. Los especialistas advirtieron que muchos de los encuestados desconocían su condición.
Las enfermedades respiratorias crónicas, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), se encuentran muy cerca de la diabetes en cuanto a mortalidad. La División Neumonología del Hospital de Clínicas estima que el 80% de las personas con EPOC ignora su diagnóstico. El tabaquismo es la causa principal, aunque la exposición prolongada a contaminantes ambientales, humo o productos químicos también puede desencadenar la enfermedad. Los síntomas iniciales incluyen tos persistente, dificultad para respirar y silbidos al respirar.
El asma afecta a unos 4 millones de personas en Argentina, y se calcula que la mitad de ellas desconoce su diagnóstico. Factores como la polución urbana, el uso excesivo de perfumes, la exposición a alérgenos, el estrés y el ciclo hormonal femenino contribuyen al aumento de esta afección. Cada año se registran unas 15.000 internaciones por crisis asmáticas y alrededor de 400 muertes por esta causa. Si el asma no recibe un tratamiento adecuado, puede dificultar tanto las actividades cotidianas como el descanso nocturno.
El informe de la OPS también destaca que el suicidio es la cuarta causa de muerte entre jóvenes de 15 a 29 años. El Departamento de Pediatría del Hospital de Clínicas observa un incremento en los diagnósticos de ansiedad y depresión en menores de edad durante los últimos cinco años, así como un aumento en los intentos de suicidio entre adolescentes y adultos jóvenes.
La importancia de la prevención
Ante esta situación, profesionales del Hospital de Clínicas de la UBA proponen fortalecer la prevención como medida fundamental para reducir la aparición y el avance de enfermedades. El objetivo principal es impedir la presencia de factores de riesgo. Para ello, recomiendan incorporar hábitos saludables en la rutina cotidiana.
- Adoptar una alimentación variada y saludable, con abundancia de frutas, verduras y pescado, y limitar el consumo de grasas.
- Realizar actividad física regular, al menos 150 minutos semanales de ejercicio moderado, es fundamental.
- Mantener una buena calidad de sueño.
- Controlar el estrés mediante técnicas de relajación y afrontamiento.
- Evitar el tabaco y el alcohol.
- Realizar chequeos médicos periódicos. Para quienes ya padecen una ENT, el seguimiento médico y el cumplimiento de los tratamientos indicados resultan esenciales para evitar complicaciones.
Otra prioridad consiste en evitar que las personas que ya tienen una enfermedad sufran complicaciones asociadas. El tipo de controles, tratamientos y seguimiento requeridos varía según la condición identificada y las características individuales de cada paciente.
“Desde edades tempranas, la prevención juega un papel fundamental. Fomentar hábitos saludables establece una base sólida para el resto de la vida”, concluye Melo.