Un estudio francés alerta sobre el aumento de alergias alimentarias por nuevos alérgenos no regulados (Imagen Ilustrativa Infobae)

Las alergias alimentarias evolucionaron más allá de los casos ampliamente reconocidos, como los relacionados con frutos secos, leche de vaca o trigo. Un reciente estudio francés alertó sobre la presencia de alimentos emergentes capaces de generar reacciones graves en adultos y niños.

Muchos de estos productos forman parte de dietas frecuentes o de moda, lo que incrementa la inquietud entre médicos y expertos en salud pública.

La investigación, dirigida por Dominique Sabouraud-Leclerc en el Centro Hospitalario Universitario de Reims, analizó cerca de 3.000 episodios de anafilaxia reportados a la Red de Vigilancia de Alergias en Francia.

La dificultad para respirar es una señal clave de una anafilaxia que requiere atención médica inmediata (Imagen ilustrativa Infobae)

Los resultados, publicados en Clinical & Experimental Allergy, identificaron 413 incidentes severos y dos muertes, asociados a ocho alérgenos que no figuran en la lista de etiquetado obligatorio de la Unión Europea y ni en el Código Alimentario Argentino.

Entre las recomendaciones destacaron la actualización de la normativa y la inclusión de advertencias para alérgenos alimentarios emergentes más graves.

Nuevos alimentos bajo sospecha

Además de los alérgenos convencionales, el estudio detectó que otros productos están incrementando su protagonismo como desencadenantes de reacciones severas.

Entre ellos se encuentran trigo sarraceno, arvejas y varias legumbres, así como leche y quesos de cabra u oveja. También se documentaron episodios relacionados con kiwi, manzanas y productos de la colmena, incluidos miel, polen comestible y jalea real.

La manzana y el kiwi aparecen como frutas que pueden provocar reacciones alérgicas graves en personas con sensibilidad alimentaria (Imagen Ilustrativa Infobae)

Estos alimentos no figuran en la lista prioritaria de los 14 alérgenos reconocidos por la legislación europea y británica, que incluye apio, cereales, crustáceos, pescado, huevos, leche de vaca, altramuz, moluscos, mostaza, maní, sésamo, soja, sulfitos y los frutos secos más comunes.

Un aumento sostenido en adultos

Los hallazgos recientes reforzaron la evidencia de que las alergias alimentarias en adultos van en aumento. Un informe preliminar de la Agencia de Normas Alimentarias del Reino Unido (FSA) estimó que cerca del 6% de los adultos, lo que equivale a 2,4 millones de personas, padece una alergia alimentaria clínica.

Según Paul Turner, consultor honorario en alergia e inmunología pediátrica en el Imperial College de Londres, “existe una carga importante y creciente de alergias alimentarias en Inglaterra”.

Por su parte, Clare Mills, profesora de inmunología alimentaria en la Universidad de Surrey, precisó a The Times que “las alergias alimentarias se consideran tradicionalmente un problema de la infancia, aunque muchas personas las padecen o desarrollan en la adultez. También se observó un infradiagnóstico en adultos, ya que suelen pasar desapercibidas”.

Diferencias entre alergia e intolerancia

La confusión entre ambos conceptos es común. Según Turner, la diferencia es que “una alergia afecta al sistema inmunitario, mientras que una intolerancia no”.

La intolerancia a la lactosa se produce cuando el cuerpo no puede descomponer el azúcar de la leche, causando hinchazón y malestar digestivo (Imagen Ilustrativa Infobae)

Las reacciones alérgicas surgen cuando el cuerpo identifica erróneamente proteínas alimentarias como amenazas y libera inmunoglobulina E (IgE), generando histamina. Los síntomas abarcan picazón, hormigueo, hinchazón de labios y lengua y, en casos graves, anafilaxia.

En cambio, la intolerancia es una sensibilidad que no involucra al sistema inmunitario. El caso más habitual es la intolerancia a la lactosa, vinculada a la incapacidad de descomponer el azúcar presente en la leche, lo que genera malestar abdominal, pero no representa un riesgo vital.

La organización Allergy UK subrayó que las pruebas deben estar a cargo de especialistas. Los métodos más efectivos comprenden pruebas cutáneas, análisis de sangre y pruebas de provocación oral bajo supervisión. El tratamiento puede incluir medicación, el uso de un autoinyector de adrenalina y asesoramiento nutricional para evitar carencias.

Alergias infantiles que persisten o desaparecen

Ciertas alergias, como las referidas a huevo y leche, suelen superarse al llegar a la adolescencia. Sin embargo, otras se mantienen o incluso surgen en la edad adulta.

Las alergias infantiles pueden persistir o desaparecer en la adolescencia, pero algunas surgen en la adultez (Crédito: Freepik)

Turner expuso que “aproximadamente uno de cada cinco superará la alergia al maní y menos de uno de cada diez la alergia a los frutos secos”. Los que conservan estas alergias poseen más posibilidades de desarrollar nuevas reacciones en etapas posteriores.

Impacto de las dietas basadas en plantas

El crecimiento de las dietas veganas y vegetales está vinculado a este fenómeno. El asesor científico de la FSA, Robin May, explicó que más adultos experimentan alergias a proteínas vegetales debido a la exposición a alternativas a la leche y otros productos animales.

Mills destacó al medio británico que “las personas preocupadas por la alergia a los lácteos escogen alternativas que pueden, sin saberlo, provocar problemas”.

El consumo de dietas veganas y vegetales se asocia con un incremento de alergias a proteínas de origen vegetal (Crédito: Freepik)

Allergy UK advirtió sobre el incremento de reacciones a las arvejas, usadas como fuente de fibra y proteína en numerosos productos. A pesar de no estar en la lista de etiquetado obligatorio, este alimento puede causar reacciones severas. Se detectó también riesgo con la proteína de lentejas en sustitutos lácteos.

Otros factores de riesgo

Algunos adultos desarrollan alergias a alimentos que habían consumido sin inconveniente durante años, un fenómeno asociado a nuevas variedades o métodos de procesamiento.

Turner señaló que “una de las alergias más comunes en adultos en el Reino Unido es a los mariscos”, y que la introducción de especies importadas puede influir en las reacciones.

Las personas con rinitis alérgica presentan mayor propensión a reaccionar frente a frutas como manzanas, duraznos o kiwi por la similitud con proteínas del polen de abedul. Aunque estas reacciones suelen ser leves, pueden intensificarse en determinadas épocas.