El microbioma intestinal se fortalece con cinco hábitos clave para mejorar digestión y bienestar, según Wellness (Imagen Ilustrativa Infobae)

El interés por la salud digestiva ha experimentado un crecimiento constante en los últimos años, con especial atención al microbioma intestinal, la fibra dietética y los probióticos como pilares del bienestar general.

La función digestiva está estrechamente relacionada con el sistema inmunitario y los niveles de energía. Aunque términos como bacterias intestinales, flora, probióticos, simbióticos y eje intestino-cerebro pueden generar confusión, Wellness subraya que todos remiten a la importancia de un entorno intestinal equilibrado para favorecer el bienestar físico y mental.

Además, una digestión eficiente impacta en la absorción de nutrientes esenciales necesarios para un organismo sano. Según expertos de Harvard Medical Shool y Wellness, existen cinco hábitos fundamentales que contribuyen a mantener el equilibrio de la flora intestinal y optimizar la salud digestiva.

1. Priorizar la hidratación

El primer consejo de Wellness es priorizar la hidratación. El agua es esencial para la vida, facilita la eliminación de toxinas y permite el funcionamiento eficiente del sistema digestivo.

“El agua es fundamental para la vida y tiene muchísimos beneficios para el cuerpo y el intestino”, destaca Wellness.

La hidratación adecuada facilita la eliminación de toxinas y favorece el funcionamiento eficiente del sistema digestivo

Mantenerse hidratado promueve la depuración de sustancias innecesarias y favorece la vitalidad general. Además, una hidratación adecuada puede mejorar la apariencia de la piel y contribuir a un metabolismo más activo.

2. Aumentar el consumo de fibra dietética

El segundo hábito recomendado consiste en aumentar el consumo de fibra dietética, que contribuye a una evacuación regular y eficiente, eliminando residuos del organismo.

Wellness explica que existen dos tipos principales: la fibra soluble, presente en la avena, frutos secos, banana, y porotos, que absorbe agua; y la fibra insoluble, que no la absorbe y se encuentra en alimentos integrales, salvado de trigo y verduras como zanahoria y papa. La incorporación de ambos tipos mejora el tránsito digestivo.

3. Reducir azúcar y evitar edulcorantes artificiales

Un exceso de azúcar puede provocar inflamación y eliminar bacterias beneficiosas del intestino, mientras que los edulcorantes artificiales pueden dañar el microbioma y favorecer el crecimiento de bacterias perjudiciales.

Disminuir el azúcar y evitar edulcorantes artificiales protege el microbioma intestinal de daños y alteraciones en su equilibrio (Imagen Ilustrativa Infobae)

4. Incorporar probióticos en la rutina diaria

El cuarto hábito propuesto es incorporar probióticos en la rutina diaria. Wellness señala que “tomar un probiótico a diario puede ayudar a reequilibrar el intestino”, ya que los microorganismos que contienen promueven el crecimiento de bacterias favorables.

Entre los alimentos fermentados recomendados figuran el kéfir, yogur con biocultivos, chucrut, y kombucha todos útiles para enriquecer el microbioma intestinal y mantener la estabilidad digestiva.

5. Consumir alimentos beneficiosos para el intestino

El quinto consejo se orienta a aumentar el consumo de alimentos beneficiosos para el intestino, como verduras de hoja verde oscura, palta, pescados ricos en omega 3 (salmón y atún), aceites saludables como el de oliva virgen extra y alimentos fermentados.

Wellness sostiene que los alimentos pueden funcionar como auténtica medicina si se eligen con criterio, permitiendo mejorar la salud digestiva de manera consciente.

Alimentos como verduras de hoja verde, palta, pescado azul y aceite de oliva contribuyen a una microbiota intestinal saludable (Imagen Ilustrativa Infobae)

Expertos de Harvard Medical School coinciden en que el microbioma intestinal influye en múltiples aspectos de la salud, incluyendo el metabolismo y la función inmunitaria.

De acuerdo con un estudio científico publicado en Nature, la diversidad y estabilidad del microbioma están asociadas con un menor riesgo de enfermedades digestivas y metabólicas.

Así, la incorporación de estos cinco hábitos recomendados contribuye a mantener un equilibrio diario entre bacterias favorables y desfavorables, lo que constituye la base de una función gastrointestinal saludable y facilita alcanzar un estado de bienestar.

Además, la evidencia científica respalda que pequeños cambios sostenidos pueden generar mejoras significativas en la calidad de vida y en la prevención de enfermedades crónicas.