La convivencia con animales domésticos está asociada a una vida más activa y saludable en la vejez

La convivencia con animales se ha consolidado como una estrategia eficaz para mejorar la calidad de vida de los adultos mayores, según estudios y expertos.

Diversas investigaciones destacaron que no solo reduce la sensación de soledad, sino que también aporta beneficios físicos, emocionales y sociales.

En esa línea, Mayo Clinic ha subrayado que quienes viven con perros tienden a reportar patrones más regulares de actividad física, una dieta más saludable y mejores niveles de azúcar en sangre.

En tanto, la Universidad de California resalta que incluso tareas cotidianas como alimentar, bañar o cepillar a un animal ayudan a mantener el cuerpo en movimiento. Además, pasear a un perro diariamente favorece la movilidad y la flexibilidad.

Las mascotas fortalecen la autoestima y ayudan a reducir la sensación de soledad en la tercera edad (Imagen Ilustrativa Infobae)

En cuanto a la salud cardiovascular, la American Heart Association, verifica que los adultos mayores con animales de compañía experimentan una reducción en el riesgo de enfermedades cardíacas.

Impacto emocional y mental

El bienestar emocional y mental de los adultos mayores también se ve fortalecido por la compañía de animales. La geriatra Lisa Gibbs, de la Universidad de California, afirmó que “para seniors que se sienten aislados, una mascota puede ser transformadora, ofreciendo conexión y propósito”. Además, el vínculo con un animal de compañía ayuda a combatir la soledad y el aislamiento, proporcionando una presencia constante y reconfortante.

Mayo Clinic destacó que la interacción con animales eleva los niveles de oxitocina y dopamina, sustancias cerebrales asociadas con el bienestar y la felicidad. Además, la presencia de un animal puede aliviar síntomas de depresión y ansiedad.

Saber que un animal depende de ellos puede aumentar la autoestima de los adultos mayores y motivarlos a mantener una rutina diaria.

La compañía de animales favorece la ralentización del deterioro cognitivo en personas mayores (Imagen Ilustrativa Infobae)

Estimulación cognitiva y socialización

El contacto diario con mascotas también estimula la mente. La Universidad de California señaló que, en un estudio con casi 8.000 adultos mayores que vivían solos, quienes tenían mascotas experimentaron una ralentización en el deterioro cognitivo, especialmente en áreas como la memoria y la fluidez verbal.

Las tareas rutinarias asociadas al cuidado de un animal, como alimentarlo o sacarlo a pasear, mantienen la mente activa y ayudan a preservar la agudeza mental, según el National Institutes of Health de Estados Unidos.

Además, pasear a un perro o acudir a parques para mascotas fomenta la interacción social. Mayo Clinic observó que los dueños de perros suelen tener más oportunidades de relacionarse con otras personas, lo que reduce el aislamiento social y sus consecuencias negativas para la salud. Además, estas interacciones contribuyen a mantener las habilidades sociales y a prevenir el aislamiento.

Consideraciones para elegir y cuidar una mascota

Elegir la mascota adecuada es fundamental para garantizar una experiencia positiva tanto para el adulto mayor como para el animal. La Universidad de California recomendó considerar el estilo de vida, el nivel de movilidad, el presupuesto y los objetivos de salud antes de adoptar.

Adoptar animales adultos de temperamento calmado es una opción recomendada para quienes tienen movilidad limitada (Imagen Ilustrativa Infobae)

El tamaño, el temperamento y las necesidades de cuidado del animal son factores clave: un perro pequeño y tranquilo o un gato pueden ser opciones más manejables para quienes tienen limitaciones físicas.

Según Madrid salud, organismo autónomo del Ayuntamiento de Madrid, la tenencia responsable de un animal de compañía implica asumir el compromiso de brindar atenciones básicas y cuidados durante toda su vida. Esto abarca elegir al animal considerando las características de la especie y la raza, garantizar una alimentación equilibrada según sus necesidades, mantener hábitos regulares de higiene y cepillado, realizar controles veterinarios y elegir la esterilización quirúrgica como método preventivo de salud y control de la reproducción.

Además, los propietarios tienen el deber de facilitar la adaptación y socialización del animal, proporcionar ejercicio físico y espacios de juego adecuados, y supervisar su bienestar conductual y físico. Estos lineamientos constituyen la base para una convivencia responsable, segura y satisfactoria con perros y gatos.

La planificación es esencial. Gibbs, de la Universidad de California, advierte sobre la necesidad de contar con un plan de apoyo en caso de enfermedad o incapacidad del propietario, que puede incluir la ayuda de familiares, amigos o incluso organizaciones de rescate.