
La esperanza de vida ha aumentado de forma significativa a nivel mundial durante el último siglo. Según datos de organismos como la Oficina del Censo de Estados Unidos y la Organización Mundial de la Salud, en muchos países la proporción de personas mayores de 65 años se ha multiplicado.
Por ejemplo, mientras en 1920 solo una pequeña parte de la población superaba esa edad, en 2020 una de cada seis personas tenía 65 años o más en algunos países desarrollados. Este cambio demográfico, observado tanto en América como en Europa y Asia, ha generado un interés creciente por estrategias que permitan vivir más años, pero sobre todo con una vejez activa y saludable.
Expertos de instituciones como la Cleveland Clinic, entre ellos la geriatra Ami Hall, DO, destacan la importancia de cuidar la salud física y mental, y de planificar con conciencia la etapa de la vejez.
Diferenciar entre envejecer y deteriorarse
Ami Hall, geriatra de la Cleveland Clinic, subraya que “uno de los mayores desafíos para los adultos mayores es prevenir la discapacidad física y extender lo que llamamos ‘esperanza de vida activa’”, indicó la especialista, citada por la Cleveland Clinic.

El envejecimiento exitoso implica aprovechar al máximo la vejez y distinguir entre el proceso natural de envejecer y el debilitamiento físico o mental, que no es necesariamente inevitable. Aunque la genética tiene un papel, los hábitos y la actitud personal resultan determinantes.
Enfermedades crónicas como la diabetes, algunas cardiopatías y ciertas demencias pueden prevenirse o retrasarse con acciones concretas, y mantener una actitud positiva refuerza la fortaleza mental ante obstáculos y pérdidas.
Claves de la salud física para una vejez plena
El buen estado físico se considera fundamental para disfrutar de la edad adulta mayor en cualquier contexto nacional o cultural. Hall aconseja evitar el tabaco, limitar el consumo de alcohol, realizar ejercicio habitual (con pesas, actividades aeróbicas y ejercicios de equilibrio), y seguir una alimentación rica en productos vegetales, proteínas magras y grasas saludables, con reducción de alimentos ultraprocesados.

También mantener un peso adecuado, dormir correctamente y aplicar técnicas para manejar el estrés, además de realizar chequeos médicos periódicos, son acciones relevantes para cualquier persona mayor.
Identificar a tiempo las limitaciones físicas y recurrir a la consulta profesional cuando sea necesario, puede marcar una diferencia significativa en la calidad de vida.
Salud mental y estimulación cognitiva
El Instituto Nacional sobre el Envejecimiento y organizaciones internacionales coinciden en que la estimulación mental es clave para contrarrestar el avance de la demencia y la pérdida de memoria. Hall sugiere probar nuevos pasatiempos y aprender habilidades durante toda la vida, ya que “en cierto modo, nuestro cerebro es como los músculos: cuanto más lo ejercitas, más probabilidades tendrás de mantenerlo fuerte”, indicó la especialista.
Ejercitar la mente puede ayudar a prevenir el deterioro cognitivo y reducir el riesgo de enfermedades como el Alzheimer. Entre las estrategias más recomendadas figuran participar en actividades lúdicas e intelectuales, practicar deportes que favorezcan el ánimo y la circulación cerebral, mantener la vida social, realizar juegos de entrenamiento cerebral, y consultar a profesionales sobre el posible impacto de enfermedades o fármacos en la memoria.

Planificar de manera anticipada la vejez es fundamental en cualquier cultura para preservar el bienestar y la autonomía. Hall enfatiza la importancia de reflexionar sobre cómo se desea vivir en la vejez, y de compartir estos objetivos con familiares y profesionales de la salud. “Mantener la dignidad en la vejez es importante para muchas personas”, expresó la especialista de la Cleveland Clinic.
Si la intención es permanecer en el propio hogar, conviene evaluar posibles adaptaciones y definir quién ayudará en las tareas cotidianas. Elegir un cuidador cualificado, dejar claros los objetivos de atención y redactar una directiva anticipada (documento legal que detalle los deseos en materia de atención médica y designe a un representante) son pasos relevantes para garantizar que se respeten las voluntades personales.
Pasos prácticos para una vejez activa y plena
Prepararse para el futuro abarca la toma de decisiones informadas sobre la vivienda, el manejo de recursos y la atención de salud, tanto en países desarrollados como en desarrollo. Entre las medidas útiles se encuentra revisar las opciones residenciales, considerar un seguro de cuidados prolongados, administrar inversiones y recursos, y designar a un cuidador experimentado.

Comunicar los objetivos personales a los seres queridos y a los profesionales de la salud, así como formalizar una directiva anticipada, ayudan a conservar la autonomía y tener mayor tranquilidad para el futuro.
A medida que la expectativa de vida sigue aumentando en todo el mundo, adoptar medidas preventivas y planificar con anticipación permite aspirar a una vejez activa, independiente y satisfactoria.