El aumento de enfermedades autoinmunes en adultos mayores desafía la visión tradicional del envejecimiento saludable (Freepik)

Un número creciente de adultos mayores en todo el mundo enfrenta un enemigo silencioso que, durante años, pasó desapercibido o se confundió con los signos habituales de la edad. Fatiga inusual, dolor articular persistente, erupciones misteriosas y un cansancio mental inesperado no siempre son simplemente consecuencia de envejecer: cada uno puede ser una señal de alerta temprana de una enfermedad autoinmune.

La medicina enfrenta el desafío de una generación longeva en la que las patologías autoinmunes dejan de ser una rareza para convertirse en una preocupación creciente. Según The Wall Street Journal, la incidencia en personas mayores de cincuenta años ha aumentado de manera notable, obligando a repensar diagnósticos, tratamientos y la visión tradicional sobre el envejecimiento saludable.

Prevalencia y factores asociados

Un estudio de Mayo Clinic reveló que la prevalencia de enfermedades autoinmunes aumenta de manera significativa después de los cincuenta años, intensificándose tras los sesenta y cinco. Los especialistas apuntan a que los síntomas pasan desapercibidos durante años, retrasando tanto el diagnóstico como el inicio del tratamiento.

Estudios de Mayo Clinic confirman que la prevalencia de enfermedades autoinmunes se incrementa significativamente después de los 65 años (Imagen Ilustrativa Infobae)

Los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) destacan que la predisposición genética y los factores ambientales acumulados a lo largo del tiempo son determinantes. Infecciones, cambios hormonales y alteraciones en la microbiota intestinal pueden actuar como detonantes en individuos predispuestos. Las mujeres presentan mayor incidencia, posiblemente por cambios inmunitarios tras el embarazo.

Desafíos en el diagnóstico

El diagnóstico en adultos mayores plantea retos particulares, pues los síntomas suelen confundirse con los normales del envejecimiento o con patologías frecuentes de la edad avanzada. Las pruebas sanguíneas pueden indicar actividad inmunitaria anómala, pero no siempre identifican la causa precisa.

Muchos marcadores inmunitarios presentes en infecciones comunes también aparecen en enfermedades autoinmunes o incluso en individuos sanos, dificultando distinguir cada caso y retrasando el acceso a terapias adecuadas.

Síntomas como fatiga, dolor articular y erupciones pueden indicar trastornos autoinmunes poco reconocidos en personas mayores de 50 años (Imagen Ilustrativa Infobae)

La doctora DeLisa Fairweather, inmunóloga y autora del estudio, afirma: “Las enfermedades autoinmunes que aparecen más tarde en la vida se deben al efecto combinado del envejecimiento y a que, a veces, el diagnóstico demora mucho tiempo”. Es frecuente que el diagnóstico se realice cuando la enfermedad ya está en una etapa avanzada, aunque los síntomas comenzaron décadas antes.

Avances tecnológicos y nuevos tratamientos

La innovación tecnológica ha transformado el abordaje de las enfermedades autoinmunes. Destacan los estudios sobre células T reguladoras, fundamentales para evitar que el sistema inmunitario ataque los propios tejidos.

El Nobel de 2025 premió la identificación de su funcionamiento y regulación genética, lo que ha impulsado ensayos para restablecer el equilibrio inmunitario en enfermedades como la artritis reumatoide sin debilitar la defensa frente a infecciones.

En la Universidad de Stanford, el equipo del doctor Scott Boyd desarrolló un análisis de sangre con inteligencia artificial, capaz de detectar patrones sutiles de actividad autoinmune y mejorar tanto la precisión diagnóstica como la personalización de tratamientos.

Avances tecnológicos como el análisis de sangre con inteligencia artificial mejoran la detección y el tratamiento personalizado de enfermedades autoinmunes (Imagen Ilustrativa Infobae)

Por su parte, la Clínica Mayo lanzó una prueba sanguínea para identificar anticuerpos específicos en enfermedades ampollosas autoinmunes, lo que permite adaptar los tratamientos y anticipar la respuesta del paciente.

En cuanto a las terapias, los tratamientos biológicos han sido eficaces para controlar la inflamación, aunque pueden provocar infecciones o fatiga. Como alternativa, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos aprobó un dispositivo implantable de SetPoint Medical, basado en la estimulación del nervio vago, que disminuye los brotes en artritis reumatoide resistente y ya está disponible para pacientes seleccionados.

Prevención y equilibrio inmunitario

Prevenir enfermedades autoinmunes implica adoptar hábitos que promuevan la estabilidad inmunitaria, como una alimentación saludable, actividad física y descanso de calidad. Mantener el estrés bajo control y evitar el sobrepeso también resultan relevantes. Distinto es el caso de los suplementos o terapias sin fundamento científico, que pueden aportar riesgos en vez de beneficios.

Nuevos tratamientos biológicos y dispositivos implantables ofrecen alternativas para controlar la artritis reumatoide resistente en adultos mayores (Freepik)

Los especialistas advierten que un sistema inmunitario excesivamente activo puede ser perjudicial para los adultos mayores, pues en ocasiones ataca los tejidos propios en lugar de proteger el organismo.

La Dra. Cornelia Weyand, de Mayo Clinic, señala que abordar únicamente el sistema inmunitario, sin atender el conjunto del envejecimiento corporal, puede incrementar la vulnerabilidad a estas enfermedades.