El subdiagnóstico del síndrome de ovario poliquístico y la endometriosis afecta gravemente la salud hormonal femenina en todo el mundo (Especial)

La salud hormonal femenina enfrenta desafíos serios, principalmente el subdiagnóstico del síndrome de ovario poliquístico (PCOS) y de la endometriosis. De acuerdo con la doctora Thaïs Aliabadi, ginecóloga y obstetra, la raíz del problema es la minimización sistemática de los síntomas y la falta de recursos que garanticen una detección temprana.

En el pódcast Huberman Lab, la especialista afirmó: “He aprendido que los síntomas de las mujeres suelen ser minimizados, ignorados o normalizados. Detrás de estas actitudes hay millones de mujeres sufriendo PCOS, endometriosis, dolor pélvico crónico e infertilidad sin diagnóstico”.

Asimismo enfatizó que, a diferencia de otras áreas médicas donde los diagnósticos son más directos, como las cataratas en oftalmología, en ginecología muchas mujeres pasan años sin respuestas. “La principal causa de infertilidad en el mundo, el PCOS, pasa desapercibida en el 90% de los casos”, señaló.

Durante la charla presentada por el neurocientífico Andrew Huberman, reflexionaron sobre la tendencia a atribuir los síntomas a causas psicológicas, perpetuando el sufrimiento de las pacientes y retrasando tratamientos efectivos.

En diálogo con Andrew Huberman, la experta destacó que la minimización de los síntomas y la falta de recursos dificultan la detección temprana de PCOS (Huberman Lab)

Panorama general de la salud hormonal femenina

La Dra. Aliabadi explicó que cada mujer nace con una cantidad fija de óvulos, que disminuye en número y calidad con el tiempo. “No producimos más óvulos después de nacer. Al llegar a la menopausia, quedan unos 1.000. Pero condiciones como el PCOS y la endometriosis afectan tanto el número como la calidad de los óvulos”, detalló.

Subrayó la importancia de identificar estos trastornos para comprender la fertilidad femenina. Debido a esto, explicó: “Si cada mujer de 20 años se hiciera un chequeo de reserva ovárica, cerrarían las clínicas de fertilidad. Muchas acuden a estos centros tras años de síntomas ignorados y diagnósticos erróneos”.

Síndrome de ovario poliquístico (PCOS)

El PCOS es el trastorno hormonal más común en mujeres en edad reproductiva, afectando al 15% en Estados Unidos y a más del 20% en ciertos países de Oriente Medio. “Más del 90% de las pacientes nunca son diagnosticadas o reciben tratamientos inadecuados”, advirtió la especialista.

El diagnóstico requiere dos de tres criterios: síntomas de exceso de andrógenos (vello facial o corporal, acné, caída de cabello), disfunción ovulatoria (ciclos irregulares) y ovarios con morfología poliquística en ecografía o niveles elevados de hormona antimülleriana (AMH). Según Aliabadi: “No es necesario tener testosterona alta en sangre para el diagnóstico. Muchas pacientes son descartadas erróneamente porque sus análisis son normales”.

El desconocimiento, los mitos y los diagnósticos errados dificultan el acceso a terapias adecuadas para condiciones como ovario poliquístico y endometriosis, además de aumentar el sufrimiento silencioso en mujeres de todo el mundo
(Freepik)

La complejidad del PCOS radica en sus cuatro fenotipos. “Algunas mujeres tienen todos los síntomas, otras solo algunos. Hay pacientes delgadas, con ciclos regulares, pero que no ovulan. Por eso, muchos médicos se confunden y prefieren no diagnosticar”, explicó.

Sumado a esto, el abordaje debe centrarse en la resistencia a la insulina, presente en el 80% de las pacientes. “El pilar fundamental es mejorar la sensibilidad a la insulina, ya sea con cambios en la dieta, ejercicio, suplementos como inositol y vitamina D, o medicamentos como la metformina. El uso de anticonceptivos puede ayudar con los síntomas, pero no resuelve el problema de fondo”, sostuvo.

Endometriosis: síntomas, diagnóstico y abordaje

La endometriosis afecta a más del 20% de las mujeres, aunque el subdiagnóstico hace que las cifras oficiales sean menores. “Es una condición devastadora en la que tejido similar al endometrio crece fuera del útero, provocando dolor, infertilidad y complicaciones digestivas y urinarias”, explicó la experta.

El diagnóstico puede tardar entre 9 y 11 años. Las pacientes suelen consultar a numerosos médicos antes de obtener una respuesta. Según la experta, “el dolor menstrual que interfiere con la vida no es normal. Es endometriosis hasta que se demuestre lo contrario”.

La endometriosis puede tardar hasta once años en diagnosticarse, provocando dolor pélvico crónico e infertilidad en millones de mujeres (Europa Press)

Los síntomas más frecuentes incluyen dolor pélvico crónico, dispareunia, hinchazón, dolor al defecar o al orinar y síntomas urinarios recurrentes sin causa aparente.

Según la entrevistada, escuchar con atención a la paciente suele ser suficiente para sospechar la enfermedad. La ecografía puede detectar casos avanzados, pero no descarta la enfermedad si es normal. Mientras que el tratamiento abarca anticonceptivos con progesterona, dispositivos intrauterinos, agonistas de GnRH y, en casos graves, cirugía laparoscópica realizada por especialistas.

Fertilidad femenina: preservación y consejos prácticos

Aliabadi remarcó en la importancia de conocer el recuento de óvulos y los niveles de AMH desde edades tempranas. “Si una adolescente tiene dolor severo o síntomas sugestivos, merece una evaluación de su reserva ovárica. En algunos casos, he congelado óvulos a los 16 años”, señaló.

Recomendó considerar la congelación de óvulos antes de los 30 años para mujeres con PCOS o endometriosis, ya que ambas condiciones pueden acelerar la disminución en la calidad de los óvulos. Sumado a que el acceso a estos tratamientos sigue siendo limitado y costoso, y muchas mujeres no tienen cerca un especialista en fertilidad.

La reserva ovárica y los niveles de hormona antimülleriana son claves para evaluar la fertilidad femenina desde edades tempranas (Huberman Lab)

Cáncer de mama con prevención y autogestión del riesgo

La especialista subrayó la relevancia de conocer el riesgo de por vida de cáncer de mama. El mensaje de que la mamografía debe empezar a los 40 es engañoso. Si el riesgo es alto, la vigilancia debe comenzar a los 30.

Sugirió usar la calculadora Tyrer-Cuzick, disponible de manera gratuita, para estimar el riesgo individual. “Si el riesgo supera el 20%, se justifica la realización de mamografías, ecografías y resonancias magnéticas antes de los 40 años. Además, las mujeres con antecedentes familiares deben solicitar pruebas genéticas”, recomendó.

Además, la doctora compartió su experiencia: “A pesar de no tener antecedentes familiares ni factores de riesgo, mi cálculo de riesgo era del 37%. Tras insistir, me realizaron una mastectomía preventiva y se detectó un cáncer oculto. Si yo, siendo especialista, tuve que luchar para que me tomaran en serio, ¿qué le espera al resto de las mujeres?”.

La prevención del cáncer de mama requiere conocer el riesgo individual y realizar mamografías antes de los 40 años en casos de alto riesgo (Canva)

Temas alternativos y consejos adicionales

En el pódcast científico, la experta abordó otras condiciones habituales, como fibromas uterinos y trastorno disfórico premenstrual (PMDD).

Los fibromas son muy comunes y su impacto depende de la localización. El PMDD es una forma grave de síndrome premenstrual que puede tratarse con antidepresivos en dosis pulsátiles o anticonceptivos específicos.

Sobre la menopausia, subrayó síntomas como niebla mental, insomnio, aumento de peso y dolor articular, y defendió la necesidad de una terapia hormonal personalizada.

La salud mental de las mujeres se ve afectada en cada etapa: desde la adolescencia, pasando por la maternidad, hasta la menopausia. El empoderamiento y la autodefensa son esenciales para navegar el sistema de salud”, concluyó.

Al cierre de la entrevista, los especialistas remarcaron en que separar la obstetricia de la ginecología mejoraría la calidad de atención y permitiría mayor foco en la salud femenina integral.