Un estudio revela que combinar yoga y caminata reduce más el azúcar en sangre que practicarlos por separado en personas con diabetes tipo 2 (Imagen Ilustrativa Infobae)

Encontrar la fórmula ideal para reducir el azúcar en sangre sigue siendo uno de los mayores retos para millones de personas con diabetes tipo 2. Nuevos hallazgos científicos revelan que ciertos cambios en la rutina diaria pueden marcar una diferencia significativa en el control de la enfermedad y la calidad de vida.

Un estudio reciente desafía las creencias tradicionales sobre el ejercicio y abre la puerta a recomendaciones que podrían transformar la manera en la que se maneja la diabetes.

Un estudio compara el impacto de diferentes rutinas de ejercicio

La investigación evaluó a 20 personas con diabetes tipo 2, todas bajo medicación oral, excepto aquellas que utilizaban insulina, quienes fueron excluidas. Los participantes se dividieron en cuatro grupos: uno realizó yoga, otro practicó caminata, un tercero combinó ambas actividades y el último mantuvo su rutina habitual.

Durante tres meses, los investigadores midieron los niveles de glucosa en ayunas, la glucosa posprandial, la calidad de vida y la hemoglobina A1C, el indicador clave del promedio de azúcar en sangre en los meses recientes.

La investigación destaca que la integración de yoga y caminata mejora significativamente los niveles de glucosa y hemoglobina A1C en pacientes diabéticos (Imagen Ilustrativa Infobae)

Los resultados evidenciaron que tanto el yoga como la caminata, por separado, lograron descensos significativos en la glucosa en ayunas. El grupo de yoga también presentó mejoras en la glucosa después de las comidas. Sin embargo, la mayor reducción global en los niveles de glucosa y A1C se observó en quienes optaron por combinar yoga y caminata.

Además, estos grupos reportaron mejor calidad de vida, lo que refuerza la importancia de incorporar la actividad física en el manejo de la diabetes tipo 2.

Opinión de especialistas y fundamentos fisiológicos

Especialistas como la Dra. B. Gisella Carranza León, directora médica de la Clínica de Diabetes Vanderbilt Eskind, subrayan el rol esencial del ejercicio en el control de la glucosa. “Cuando haces ejercicio, tus músculos necesitan energía. La fuente de energía más fácil es la glucosa de la sangre”, explicó Carranza León, quien destacó que el ejercicio incrementa la sensibilidad a la insulina y promueve el transporte de glucosa hacia las células, contribuyendo así a la reducción de los niveles de azúcar.

Caminar entre dos y cinco minutos después de comer favorece el descenso de la glucosa posprandial en personas con diabetes tipo 2 (Imagen Ilustrativa Infobae)

El Dr. David Cutler, médico de medicina familiar en California, señaló que cualquier modalidad de ejercicio puede resultar beneficiosa: “Lo más probable es que cualquier forma de ejercicio lo haga”, indicó Cutler. Ambos especialistas señalan que la regularidad y diversidad en la actividad física son clave, más allá de la disciplina elegida.

Una investigación reciente, realizada con 407 pacientes documentó una caída relevante en la glucosa entre quienes practicaron yoga y naturopatía. Asimismo, existen evidencias que demuestran que caminar entre dos y cinco minutos después de comer favorece el descenso de la glucosa posprandial, y que caminar rápido se asocia con menores niveles de glucosa en ayunas.

La práctica de yoga y naturopatía muestra una reducción relevante de la glucosa en estudios recientes con pacientes diabéticos (Imagen Ilustrativa Infobae)

Recomendaciones prácticas para el manejo integral

En cuanto a la práctica diaria, la Dra. Carranza León recomienda realizar al menos 150 minutos semanales de actividad aeróbica de intensidad moderada, como caminar rápido, junto con ejercicios de resistencia dos o tres veces por semana.

Explica que la intensidad moderada es aquella que permite conversar, pero no cantar, durante el ejercicio. También sugiere una alimentación balanceada, rica en fibra, proteínas, grasas saludables y carbohidratos complejos, limitando los azúcares añadidos y los carbohidratos refinados.

Una dieta balanceada, rica en fibra y baja en azúcares añadidos, es clave para controlar los niveles de azúcar en sangre (Imagen Ilustrativa Infobae)

El Dr. Cutler enfatiza la importancia de mantener un peso saludable y seleccionar alimentos de bajo índice glucémico, especialmente para quienes no reciben insulina suplementaria. Ambos expertos insisten en que el control de la diabetes tipo 2 requiere un enfoque integral que combine ejercicio, dieta y medicación cuando sea necesario.

A pesar de lo prometedor de los resultados, los autores advierten que la investigación es preliminar y la muestra, pequeña, por lo que sus conclusiones deben considerarse con cautela. El manejo efectivo de la diabetes tipo 2 requiere abordar distintos aspectos de la salud y el estilo de vida. No existe una única estrategia suficiente y el éxito depende de combinar diferentes medidas adaptadas a cada persona.