La presencia de arsénico en napas argentinas se debe a procesos geológicos ocurridos millones de años atrás (Imagen Ilustrativa Infobae)

El arsénico es un elemento químico de origen geológico presente de forma natural en la corteza terrestre y puede disolverse en el agua subterránea.

Una reciente investigación sobre su presencia en el agua en gran parte de Argentina representa un riesgo sanitario para millones de personas, según advierten especialistas del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) y reportes de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Más de cuatro millones de personas estarían expuestas a arsénico a través del agua subterránea en Argentina, según estimaciones del ITBA

Intoxicación aguda: un cuadro severo y poco frecuente

La intoxicación aguda por arsénico es extremadamente rara y suele estar vinculada a accidentes, intentos de suicidio u homicidio.

El médico toxicólogo, profesor de Toxicología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y presidente de Fundartox, Carlos Damin (MN 81870) advirtió ante la consulta de Infobae: “La intoxicación aguda es generalmente mortal y genera un cuadro de mucha virulencia con diarreas acuosas que rápidamente terminan en una falla multiorgánica”.

Los síntomas inmediatos pueden incluir vómitos, dolor abdominal, diarrea, entumecimiento y hormigueo en las extremidades, calambres musculares y, en casos extremos, la muerte. Este tipo de exposición está asociada a la ingesta repentina de grandes cantidades, a menudo en contextos laborales u ocasionales, y no suele afectar a la población general.

Cuáles son las consecuencias de la exposición crónica al arsénico

El principal peligro está en el consumo de dosis bajas de arsénico durante años, especialmente a través de agua de pozo en zonas donde el control es insuficiente.

Esta exposición prolongada provoca el desarrollo del hidroarsenicismo crónico regional endémico (ACRE/HACRE), una enfermedad reconocida hace más de un siglo en Argentina.

Al respecto, el médico especialista en Toxicología, director de Toxicología de la Fundación Iberoamericana de Salud Pública y de Toxicología hoy, Francisco Dadic (MN 125795) detalló: “El ACRE se caracteriza inicialmente por alteraciones en la piel, como hiperhidrosis —aumento de sudoración—, descamación y picazón en palmas y plantas. Posteriormente, pueden aparecer melanodermia —manchas oscuras en la piel—, lesiones verrugosas y, en etapas avanzadas, cánceres de piel de tipo basocelular y espinocelular”.

Estas manifestaciones cutáneas pueden tardar décadas en desarrollarse. Además, el arsénico actúa como agente procancerígeno y puede inducir distintos tipos de cáncer, tanto en piel como en órganos internos. El diagnóstico de ACRE es habitual en regiones afectadas y suele contemplarse ante casos de fibrosis pulmonar, para descartar exposición a este contaminante.

Efectos sistémicos del arsénico

La intoxicación aguda por arsénico genera fallas multiorgánicas y suele ser mortal, aunque es poco frecuente en la población general (Imagen Ilustrativa Infobae)

Consumir arsénico de forma persistente afecta a todo el organismo y no solo a la piel. Jorge Stripeikis, director de Ingeniería Química del ITBA, explicó que el hidroarsenicismo aumenta el riesgo de cáncer de pulmón, vejiga y otros órganos, así como de enfermedades respiratorias y alteraciones hepáticas. A esto se suman molestias como fibrosis pulmonar, que dificulta la expansión de los pulmones y la entrada de aire al organismo.

Dadic recordó además la aparición de polineuropatía sensitivo-motora: afecta los nervios de las extremidades y puede limitar el movimiento y la sensibilidad.

La OMS respalda estas observaciones e indica que la exposición prolongada al arsénico inorgánico puede causar lesiones cutáneas, enfermedades cardiovasculares y diabetes. Es importante destacar que estas consecuencias aparecen tras años de consumo de agua con arsénico en concentraciones mayores a las recomendadas por organismos internacionales (límite de 10 partes por billón).

¿Quiénes están más expuestos y cómo prevenir el riesgo?

El mapa interactivo del arsénico en Argentina elaborado por el ITBA permite a la población identificar zonas de riesgo y enviar muestras para análisis gratuito

En Argentina, el arsénico en el agua subterránea afecta principalmente a la llanura Chacopampeana —Buenos Aires, Córdoba, el sur de Santa Fe y La Pampa—, pero también se identifican niveles preocupantes en sectores del norte como Santiago del Estero, Chaco y Tucumán. Stripeikis afirma que el riesgo es mayor en hogares que obtienen agua de pozos particulares, donde la vigilancia sanitaria no resulta suficiente.

La prevención más efectiva, según la OMS y el ITBA, se basa en garantizar el acceso a agua segura para beber, cocinar y regar cultivos. Se recomienda realizar controles anuales en el agua de pozo y reforzarlos ante cambios en el consumo o modificaciones del terreno. Stripeikis agregó que existen tecnologías específicas para la remoción del arsénico, como la ósmosis inversa, que pueden implementarse tanto en hogares como en plantas centralizadas.

El ITBA ofrece su laboratorio para el análisis de muestras domiciliarias y promueve la participación ciudadana en el monitoreo. Además, el mapa interactivo desarrollado por el instituto permite identificar zonas de riesgo y acceder a información actualizada sobre la calidad del agua en Argentina.