El descubrimiento de Aguada Fénix en Tabasco revela la construcción maya más grande y antigua conocida hasta la fecha. (Takeshi Inomata)

En el estado de Tabasco, México, un grupo de arqueólogos descubrió la construcción maya más grande y más antigua conocida, Aguada Fénix, una plataforma que permaneció oculta bajo la tierra durante tres milenios.

Estaba bajo esa maraña selvática y consiste en una estructura de 1.400 metros de largo por 400 de ancho, que cambia lo que se creía sobre los orígenes de las ciudades en la civilización maya.

Indicios sobre como los mayas entendían el universo y el paso del tiempo

La ubicación de la plataforma de Aguada Fénix en el mapa de México. Tiene 1.400 metros de largo (Revista Science Advances)

El hallazgo, publicado en la revista Science Advances, no solo se destaca por la magnitud del sitio sino también que se construyó antes de que existieran reyes o élites poderosas.

“El conjunto consiste en patrones de cruces anidadas, que probablemente formaron un cosmograma que representa visiones del mundo y conceptos calendáricos”, escribieron los científicos.

Es porque el diseño de Aguada Fénix presenta cruces dentro de otras cruces. Forman un esquema simbólico llamado cosmograma que refleja cómo los antiguos mayas entendían el universo y el paso del tiempo.

El hallazgo arqueológico demuestra que los mayas construyeron monumentos antes de la aparición de reyes o élites poderosas. (Atasta Flores)

La investigación fue encabezada por Takeshi Inomata y Daniela Triadan, de la Universidad de Arizona, en los Estados Unidos.

También colaboraron Verónica Vázquez López, de University College de Londres, Reino Unido, Melina García Hernández y Atasta Flores, del Proyecto Arqueológico Usumacinta Medio, México, Claudia Alvarado, del Colegio de Morelos, México, Ashley Sharpe, del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales, en Panamá.

Desde Japón, participaron científicos de la Universidad de Tokio, la Universidad de Ciencia de Okayama, la Universidad de Ibaraki, la Universidad de Yamagata y Universidad Ritsumeikan.

Quiénes fueron los mayas

La civilización maya fue una cultura prehispánica de Mesoamérica. Chichén Itzá fue uno de sus sitios, que fue ocupado entre los siglos VI y XI d.C., cuando ya existían ciudades-estado bien establecidas, jerarquías políticas y élites poderosas (Archivo EFE/Lorenzo Hernández)

Los mayas fueron una civilización fundamental de la antigua Mesoamérica, conocidos por su arquitectura, arte, escritura y profundos conocimientos astronómicos. Su influencia abarcó el sureste de México, Guatemala, Belice, Honduras y El Salvador.

Durante mucho tiempo, la arqueología sostuvo que las primeras sociedades mayas eran igualitarias y pequeñas, y que solo hicieron grandes monumentos cuando surgieron reyes y élites. Esto abrió la duda sobre cómo y cuándo se lograron trabajos colectivos tan grandes.

Tras hallar la estructura Aguada Fénix en 2017, los científicos liderados por Takeshi Inomata se plantearon si la construcción de espacios monumentales requería siempre líderes autoritarios o podía alcanzarse mediante la cooperación comunitaria.

Exploraron cómo fue posible levantar una estructura tan grande en una sociedad donde no hay evidencia de élites o jerarquías fuertes, y analizaron el papel de la colaboración social en la creación de grandes obras.

Tecnología LiDAR y hallazgos bajo la selva

El diseño de Aguada Fénix incluye cruces anidadas que forman un cosmograma. Refleja la visión del universo de los antiguos mayas. (Revista Science Advances)

Para desenterrar el misterio, los científicos usaron tecnología LiDAR, que permite visualizar ruinas escondidas bajo la vegetación mediante escaneo láser desde el aire.

Con esa tecnología, identificaron una plataforma rectangular gigante de 1.400 metros de largo por 400 de ancho, oculta bajo la selva.

Además, mapearon una red de canales, terrazas y estructuras menores conectadas al núcleo principal. Estos hallazgos revelaron la magnitud y planificación del sitio Aguada Fénix.

Después, el equipo realizó excavaciones arqueológicas en el lugar. Permitieron descubrir detalles como la fosa en forma de cruz con ofrendas, objetos de barro, pigmentos y conchas, lo que ayudó a entender el uso ceremonial y simbólico del sitio.

La construcción de Aguada Fénix habría ocurrido entre aproximadamente 1050 y 700 antes de Cristo.

La tecnología LiDAR permitió identificar la magnitud de Aguada Fénix y mapear canales, terrazas y estructuras menores bajo la selva. (Takeshi Inomata)

Esa cronología fue determinada a partir de análisis de radiocarbono y modelos estadísticos, lo que confirma que se trata de la estructura monumental más antigua conocida en la región maya.

Los científicos determinaron que la enorme plataforma pudo levantarse gracias a la cooperación de amplios grupos comunitarios, sin depender de jefes autoritarios ni élites tradicionales.

El trabajo colectivo se basó en la participación en rituales, la construcción de símbolos compartidos y el sentido de pertenencia de la comunidad.

En el sitio se encontró este adorno de jade que representa a una mujer dando a luz (Takeshi Inomata)

Según los científicos, no hay evidencia clara de desigualdad social ni de la presencia de líderes poderosos en ese momento.

“La construcción del cosmograma probablemente brindó un motivo para que muchas personas participaran sin fuerza coercitiva”, afirmaron.

Lo más probable es que el deseo de construir el cosmograma unió a la comunidad y motivó a muchas personas a colaborar sin imposiciones.

Habrían existido especialistas en calendario y cosmología en el lugar, que eran figuras respetadas por su conocimiento aunque no ejercían control autoritario.

Las excavaciones en Aguada Fénix revelaron ofrendas, objetos de barro y pigmentos que evidencian el uso ceremonial del sitio. (Takeshi Inomata)

Según los investigadores, “probablemente no tenían poder coercitivo, pero su conocimiento esotérico pudo haberles dado respeto, al permitirles persuadir a muchas personas para participar en construcciones y rituales”.

Estos líderes comunitarios podrían haber sido una élite emergente, que constituyó un prototipo para los gobernantes mayas posteriores.

El sitio de Aguada Fénix tuvo una ocupación activa de aproximadamente 350 años y luego fue abandonado. El motivo será tema de futuras investigaciones.