
Un nuevo análisis se suma a la investigación sobre la relación entre las infecciones virales y las enfermedades cardiacas.
Varias infecciones virales, como la influenza, la COVID-19 y el herpes zóster, están relacionadas con un mayor riesgo de cardiopatía y accidente cerebrovascular, afirma un nuevo estudio.
El riesgo de sufrir un ataque al corazón se triplica en las primeras semanas tras una infección por COVID-19, sugiere el estudio, y se cuadruplica en el mes posterior a una infección por influenza. El estudio, publicado el miércoles en la revista Journal of the American Heart Association, fue una amplia revisión y análisis de la investigación existente.
“Refuerza una idea general que hemos estado pensando y hablando durante los últimos años: que las infecciones no suelen ser benignas”, dijo Ziyad Al-Aly, epidemiólogo clínico principal de la Universidad de Washington en San Luis, quien no participó en el estudio.
“Puede empezar como un virus respiratorio, pero eso es realmente la punta del iceberg, y tiene ramificaciones posteriores en múltiples sistemas de órganos, concretamente en este caso en el espacio cardiovascular”, dijo Al-Aly.
Lo que descubrió la investigación

El nuevo análisis se propuso documentar la relación entre las infecciones virales y las enfermedades cardiacas a la luz de la evidencia cada vez mayor sobre los efectos de la covid en la salud cardiovascular, dijo Kosuke Kawai, profesor adjunto asociado de medicina de la Universidad de California en Los Ángeles y autor principal del artículo.
La revisión incluyó más de 150 estudios. Aunque variaban en tamaño y metodología, los estudios coincidían en mostrar una asociación entre las infecciones virales y las enfermedades cardiacas y los accidentes cerebrovasculares.
Múltiples estudios han demostrado que la infección por covid aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, incluidos el infarto de miocardio y el derrame cerebral. Este aumento es más pronunciado en el momento de la infección inicial y en los casos más graves. Algunos estudios han demostrado que el aumento del riesgo persiste durante años tras la infección inicial.
El resumen de la investigación sobre la influenza mostró resultados similares, con un aumento cuadriplicado del riesgo de infarto de miocardio y quintuplicado del riesgo de derrame cerebral durante el mes posterior a la infección.
La investigación también señaló que las infecciones virales crónicas –incluidas la hepatitis C, el VIH y la varicela zóster, el virus que causa el herpes zóster– aumentaban el riesgo de cardiopatía y accidente cerebrovascular con el tiempo.
La investigación también mostró una asociación entre las infecciones por el virus respiratorio sincitial, el virus del papiloma humano, el dengue y la chinkunguña y las enfermedades cardiovasculares, pero la evidencia era más limitada. “Todos estos caminos conducen a Roma”, dijo Al-Aly.
¿Cómo los virus pueden dañar el corazón?

La forma en que estas infecciones causan problemas cardiacos probablemente varía, dijeron los expertos. Las infecciones agudas, incluidas las bacterianas, pueden causar fiebre y aumentar la frecuencia cardiaca, lo que somete al corazón a tensión. A veces, el músculo cardiaco no recibe suficiente oxígeno para satisfacer esas exigencias, lo que puede provocar un infarto, dijo Daniel M. Musher, profesor de medicina y de microbiología y virología molecular en el Baylor College of Medicine y en el Veterans Affairs Medical Center de Houston.
A largo plazo, sin embargo, “todo se reduce a la inflamación crónica”, dijo Musher.
Gracias a la intensa investigación sobre la covid en los últimos cinco años, los científicos saben ahora que daña directamente el endotelio, o revestimiento, de los vasos sanguíneos del corazón y los pulmones. Eso provoca una inflamación localizada, que puede causar la formación de coágulos.
Si esos coágulos crecen lo suficiente o se desprenden, pueden bloquear los vasos que suministran sangre al corazón o al cerebro y provocar un infarto de miocardio o un derrame cerebral. Estos coágulos también pueden desplazarse a los pulmones y obstruir los vasos sanguíneos, una afección conocida como embolia pulmonar, que es otra complicación de la covid, dijo Musher.

Pero, ¿cómo un virus que ataca al hígado, como la hepatitis C, o uno que ataca al sistema inmunitario, como el VIH afecta al corazón?
La respuesta, dijeron los expertos, también parece ser la inflamación, que puede persistir mucho tiempo después de la infección inicial.
Las placas que se acumulan en el interior de las paredes arteriales están llenas de células inflamatorias, dijo Musher. “Si se produce un montón de inflamación en otra parte del cuerpo, estas células inflamatorias reaccionan, de forma un tanto simpática”, dijo. Esa reacción puede hacer que la placa se rompa, lo que aumenta las probabilidades de que se forme un coágulo y obstruya un vaso sanguíneo, y provoque un infarto de miocardio o un derrame cerebral.
Qué puedes hacer
La mejor forma de protegerte es prevenir la infección en primer lugar, dijeron los médicos. Existen vacunas contra muchos virus, como la influenza, la covid y el herpes zóster. Las vacunas también ayudan a reducir la gravedad de la enfermedad si te infectas, lo que a su vez puede disminuir el riesgo de complicaciones cardiacas y derrame cerebral.
Si has tenido una infección viral, eso no significa que vayas a desarrollar una enfermedad cardiaca. El colesterol alto, la hipertensión, la diabetes y los antecedentes de tabaquismo siguen siendo los principales factores de riesgo. (El riesgo también aumenta con la edad). Muchos de estos factores pueden mitigarse con cambios en el estilo de vida o medicamentos.
La lección aquí, dijo Al-Aly, es tratar la infección viral como un factor de riesgo entre muchos otros.
“Si ya sucedió, no puedes deshacerlo”, dijo. “Pon atención a los demás factores de riesgo modificables para poder reducir el riesgo general de enfermedad cardiovascular”.
*©The New York Times 2025