El horario del desayuno influye en la longevidad, según un estudio publicado en Nature (Imagen ilustrativa Infobae)

Cada mañana, millones de personas en todo el mundo inician su jornada con una taza de café y algún alimento para desayunar. Este acto frecuente, muchas veces marcado simplemente por la rutina y no por la reflexión consciente sobre el horario, podría tener implicaciones importantes para la salud, según revela la investigación reciente. La ciencia está comenzando a desvelar que no solo importa qué comemos a primera hora del día, sino también cuándo lo hacemos. El reloj biológico, conocido como ritmo circadiano, que regula los ciclos de sueño y vigilia, también podría estar atento a la hora en que desayunamos.

Importancia del horario del desayuno según la ciencia

La hora en que se consume el desayuno tradicionalmente depende del momento en el que cada quien se despierta y comienza sus actividades diarias. Sin embargo, investigaciones recientes sugieren que este primer horario alimenticio puede tener un impacto más profundo en el bienestar general de las personas. Un estudio publicado en la prestigiosa revista Nature muestra que desayunar más tarde se relaciona con una tasa de mortalidad ligeramente mayor en adultos mayores. Los datos recolectados a lo largo de décadas indican que aquellos que postergan el desayuno experimentan una supervivencia ligeramente menor a diez años, en comparación con quienes desayunan más temprano.

Los resultados de este trabajo sugieren que una diferencia de tan solo poco más de 30 minutos entre un desayuno temprano y uno tardío podría influir en los resultados relacionados con la longevidad. Este hallazgo amplía el entendimiento sobre la relevancia de los horarios de alimentación y respalda la idea de prestar más atención no solo a la calidad y la cantidad de lo que se consume, sino también al momento en que se hace.

Relación entre desayuno temprano y longevidad

Desayunar más temprano se asocia con una mayor supervivencia a diez años en adultos mayores (Imagen ilustrativa Infobae)

Para comprender cómo afecta el horario del desayuno a la longevidad, los investigadores analizaron datos de aproximadamente 3,000 adultos mayores residentes en el Reino Unido entre 1983 y 2017. El seguimiento longitudinal de este grupo permitió identificar patrones en los horarios de comida a medida que las personas envejecían, revelando que los adultos mayores tendían a desayunar y a cenar más tarde con el paso de los años.

El estudio arrojó que quienes iniciaban su desayuno más tarde presentaban una tasa de mortalidad superior respecto a quienes lo hacían temprano. Específicamente, la supervivencia a diez años fue del 86,7% para quienes desayunaron tarde, frente al 89,5% de quienes desayunaron temprano. Este vínculo entre un desayuno temprano y una mayor esperanza de vida resulta relevante para quienes buscan estrategias sencillas, pero respaldadas por la ciencia, para favorecer un envejecimiento saludable.

Impacto del horario de las comidas en el metabolismo y riesgos de enfermedades crónicas

Retrasar el desayuno puede aumentar el riesgo de enfermedades metabólicas y crónicas (VisualesIA)

El momento en que se realizan las distintas comidas influye directamente en el funcionamiento metabólico. Diversos estudios respaldan la idea de que alimentarse en horarios tardíos puede resultar en alteraciones metabólicas y en un incremento de parámetros relacionados con el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas, tales como la diabetes y afecciones cardiovasculares.

En investigaciones relacionadas con la “crononutrición” —rama que estudia la relación entre los horarios de comida y la salud— se ha observado que cenar o desayunar más tarde podría estar vinculado con un índice de masa corporal (IMC) más elevado. Además, el consumo calórico desplazado hacia la noche o la mañana avanzada puede propiciar desequilibrios en los niveles de glucosa y otros marcadores metabólicos, lo cual incrementa la probabilidad de acumular factores de riesgo para patologías crónicas.

Influencia del ritmo circadiano y la crononutrición en la salud

El cuerpo humano dispone de un reloj interno, el ritmo circadiano, que regula numerosos procesos fisiológicos cada 24 horas. La alimentación en horarios predecibles actúa como una señal externa para sincronizar este reloj, lo que impacta funciones cruciales para la salud integral. Saltarse comidas o desfasarlas considerablemente respecto a los ciclos de luz y oscuridad puede contribuir al desajuste del ritmo circadiano y, a su vez, afectar parámetros relacionados con el envejecimiento y la aparición de enfermedades.

Los investigadores sostienen que desayunar más temprano podría restablecer o proteger los ritmos circadianos, especialmente en la adultez avanzada. Esta sincronía entre el reloj biológico y los horarios de alimentación resulta crucial para el metabolismo, el estado anímico y el bienestar general, según las evidencias recopiladas.

Efectos del envejecimiento en la elección del horario de las comidas

A medida que las personas envejecen, no solo se ven modificadas sus necesidades nutricionales, sino también sus rutinas y relaciones sociales. El estudio citado identificó que los adultos mayores tienden a retrasar tanto el desayuno como la cena con el paso del tiempo, posiblemente debido a cambios en la movilidad, hábitos sociales o preferencias personales.

Este desplazamiento de los horarios puede acentuarse por factores como una menor actividad física y una vida social menos activa, circunstancias habituales al avanzar en la edad. Estos cambios, sumados a la tendencia a desayunar y cenar a destiempo, pueden alterar los ritmos circadianos y, con ello, afectar la salud metabólica y mental en la vejez.

Frente a estos hallazgos, la comunidad científica señala la necesidad de investigar aún más sobre la mejor distribución diaria de las comidas, sin descuidar la importancia de un desayuno temprano y sincronizado con el reloj biológico para favorecer un envejecimiento más saludable y una mejor calidad de vida.