
El aceite de oliva, habitual en la gastronomía, ha captado la atención de quienes buscan opciones naturales para el cuidado cutáneo. Especialistas de la Cleveland Clinic identifican cuatro beneficios principales que este producto puede aportar a la piel, aunque insisten en la necesidad de ciertas precauciones para evitar consecuencias adversas.
La dermatóloga Amy Kassouf, de Cleveland Clinic, indica que el aceite de oliva puede incorporarse en rutinas de cuidado personal con efectos favorables, siempre adaptándolo a las características de cada tipo de piel.
Este aceite se distingue por su composición rica en antioxidantes y grasas saludables, factores que lo convierten en un potencial aliado para quienes prefieren soluciones sencillas y naturales. A continuación, se detallan los cuatro beneficios más destacados por la experta.
1. Hidratación de la piel seca
El primer aspecto resaltado por los expertos es su capacidad para hidratar la piel seca. Actúa reteniendo la humedad, lo que permite suavizar y proteger la superficie cutánea, especialmente durante los periodos fríos.

Además, resulta útil para labios agrietados, ya que brinda alivio y restaura la suavidad en zonas afectadas por la sequedad ambiental. Kassouf destaca que esta propiedad puede beneficiar en particular a personas con piel seca o sensible.
2. Cicatrización de heridas
El segundo beneficio es su aporte en la cicatrización de heridas. Al aplicarse sobre lesiones, crea una barrera protectora que conserva la humedad, lo que puede colaborar con una recuperación más veloz.
Los especialistas explican que los triterpenos y antioxidantes presentes en el aceite de oliva contribuyen a reducir la inflamación y estimulan la producción de colágeno, una proteína esencial para regenerar células cutáneas. Su acción antimicrobiana también ayuda a prevenir infecciones, ya que elimina bacterias que podrían agravar la curación.
3. Reducción de los signos del envejecimiento

Un tercer uso destacado es la capacidad del aceite de oliva para minimizar los signos del envejecimiento. Las grasas saludables y los polifenoles que contiene revitalizan la piel madura, incrementando la elasticidad y reduciendo la aparición de arrugas.
Kassouf señala que el estrés oxidativo, causado por radicales libres, favorece el deterioro de colágeno y elastina, lo que provoca flacidez. Este aceite ayuda a contrarrestar los daños y favorece una apariencia más juvenil.
4.Útil como desmaquillante
El cuarto beneficio, según Cleveland Clinic, reside en su utilidad como desmaquillante. Pese a su naturaleza oleosa, resulta eficaz para eliminar partículas de maquillaje, incluidos productos resistentes al agua como la máscara de pestañas.
Kassouf explica que, para retirar estos residuos, se requiere un lípido, y el aceite de oliva cumple esta función. Recomiendan realizar una doble limpieza luego de aplicarlo, con el fin de evitar residuos grasos sobre la piel.
Recomendaciones de uso
Los especialistas sugieren aplicar el aceite de oliva sobre la piel húmeda, idealmente después de la ducha, cuando los poros están más receptivos. Es suficiente emplear una pequeña cantidad, distribuyéndola de manera uniforme con los dedos.
Tras la aplicación, se aconseja esperar unos minutos para favorecer la absorción antes de vestirse o dormir, previniendo manchas en prendas o sábanas. Si la piel permanece pegajosa, se sugiere eliminar el exceso.

A pesar de sus beneficios, Cleveland Clinic advierte sobre los riesgos en caso de piel grasa o tendencia al acné, ya que el aceite de oliva podría obstruir los poros y provocar la aparición de granos. Además, al aplicarse sobre zonas expuestas al sol, puede intensificar la hiperpigmentación: el producto permite una mayor penetración de los rayos ultravioleta, oscureciendo manchas existentes.
Kassouf subraya que el aceite de oliva no ofrece protección solar y su uso sin filtro incrementa el riesgo de quemaduras y daños cutáneos. Tampoco se recomienda sobre quemaduras solares, ya que puede agravar la lesión.
Alternativas y recomendaciones
Como opción natural, el aceite de oliva carece de colorantes, fragancias y químicos añadidos, lo que lo hace atractivo para quienes buscan productos simples y libres de aditivos. Los expertos aconsejan empezar aplicándolo en áreas secas y, si el resultado es satisfactorio, expandir su uso a otras zonas. Asimismo, sugieren alternativas como el aceite de coco para quienes deseen explorar otras variantes naturales.

El aceite de oliva puede integrarse en la rutina de cuidado de la piel de quienes prefieren productos naturales y sencillos, siempre que se sigan las recomendaciones profesionales y se consideren las particularidades individuales de cada piel. Su aplicación correcta evita efectos secundarios y maximiza beneficios.