Detectar a tiempo la esclerosis múltiple puede marcar una gran diferencia en la vida de quienes la padecen. Algunos síntomas suelen pasar desapercibidos o confundirse con otras molestias comunes.
Sin embargo, reconocerlos y acudir rápidamente al médico resulta fundamental para iniciar el tratamiento cuanto antes y conservar la calidad de vida. ¿Cuáles son los primeros signos de alerta y por qué es tan importante no ignorarlos?
Cleveland Clinic alertó sobre la importancia de no desatender ciertos síntomas tempranos de la esclerosis múltiple.
Estos signos pueden señalar el inicio de una enfermedad crónica que afecta a millones de personas y requieren atención médica inmediata. La institución insiste en que el diagnóstico precoz puede influir decisivamente en el pronóstico y la calidad de vida de quienes desarrollan esta afección.
La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad autoinmune que compromete el sistema nervioso central y puede originar una amplia variedad de síntomas, diferentes en cada persona. Según Cleveland Clinic, la EM puede manifestarse con debilidad muscular, alteraciones en la visión, entumecimiento y problemas de memoria. Esta diversidad complica su identificación temprana y, con frecuencia, retrasa el inicio del tratamiento.
Cuatro síntomas principales de alarma
Entre los signos iniciales que más preocupan a los especialistas sobresalen cuatro síntomas principales: la pérdida dolorosa de visión en un ojo, la debilidad o el entumecimiento persistente en las extremidades, la parálisis facial y los mareos intensos.
El primero, la pérdida dolorosa de visión en un ojo, corresponde a la neuritis óptica, causada por la inflamación del nervio óptico. Esta alteración se percibe como la sensación de mirar a través de unas gafas de sol sucias y suele acompañarse de dolor, sobre todo al mover el ojo.
Robert Bermel, neurólogo de Cleveland Clinic, explicó que esta alteración visual suele llevar a buscar atención médica urgente. La recomendación es consultar a un especialista si la pérdida visual dolorosa o la visión borrosa en un ojo se mantienen durante más de dos días.
El segundo síntoma relevante es la debilidad o el entumecimiento duradero en las extremidades. A diferencia de la sensación pasajera de adormecimiento al permanecer en la misma posición, la EM provoca síntomas que persisten durante horas o días. El Dr. Bermel indicó que, aunque muchas personas se preocupan por entumecimiento o molestias musculoesqueléticas, solo una pequeña proporción de estos casos obedece realmente a esclerosis múltiple.
El tercer signo de alerta es la parálisis facial. En las fases iniciales de la EM, la debilidad muscular puede afectar el rostro, provocando desplazamiento o parálisis temporal de los músculos de un lado. Este síntoma es poco frecuente—solo el 3,27% de los pacientes con EM lo experimentan, según un estudio citado por la Cleveland Clinic—, pero su presencia debe evaluarse rápidamente, ya que existen otras causas, como la parálisis de Bell.
El cuarto síntoma a vigilar es la presencia de mareos intensos y continuos. Si la EM afecta el cerebelo o el tronco encefálico, regiones encargadas del equilibrio y la coordinación muscular, pueden aparecer episodios de falta de estabilidad al caminar. El Dr. Bermel detalló que los mareos asociados a la EM suelen ser más intensos y prolongados, usualmente duran más de dos días y pueden originar pérdida total del equilibrio.
Otros síntomas y el desafío del diagnóstico
Cleveland Clinic advierte también sobre la existencia de signos iniciales menos específicos. Estudios recientes muestran que, en los meses previos al diagnóstico de EM, muchas personas acuden más a consultas médicas por molestias musculares, problemas psiquiátricos o dificultades urinarias. Aunque la relación entre estos síntomas y la EM no está plenamente establecida, el doctor Bermel señaló que, en retrospectiva, algunos de estos problemas sutiles podrían haber sido manifestaciones tempranas de la enfermedad.
Distinguir los síntomas de la esclerosis múltiple de los de otras afecciones puede resultar complejo. Dos factores resultan útiles para orientar el diagnóstico: la forma en que los síntomas se presentan y su duración.
Bermel señaló que los síntomas iniciales de la EM no aparecen súbitamente como ocurre en un ictus, ni evolucionan lentamente durante meses o años. Por el contrario, surgen en cuestión de horas o días y se mantienen durante más de dos días, sin ser intermitentes.
Ante la aparición de cualquier síntoma preocupante, Cleveland Clinic recomienda solicitar cita médica sin esperar. Debido a la dificultad del diagnóstico en fases tempranas, la institución aconseja acudir a un neurólogo especializado para lograr una evaluación precisa.
El doctor Bermel destacó que la esclerosis múltiple responde mejor al tratamiento si se detecta en etapas iniciales, por lo que identificar la enfermedad a tiempo resulta esencial para mejorar las perspectivas de los pacientes.