El consumo de productos lácteos, en particular el yogur, ha cobrado relevancia en el ámbito de la prevención de enfermedades cardiovasculares, especialmente el accidente cerebrovascular (ACV).
Diversos estudios y recomendaciones de nutricionistas han respaldado su inclusión como parte de una dieta orientada hacia la salud del corazón, ubicando a estos alimentos en un lugar destacado dentro de enfoques alimentarios como la dieta DASH, que ha demostrado resultados favorables en la reducción de la presión arterial y el riesgo de ACV.
Relación entre productos lácteos y el ACV
El accidente cerebrovascular figura entre las principales causas de muerte y discapacidad en todo el mundo. La hipertensión arterial representa uno de los factores más determinantes en su desarrollo y tiene relación con hasta el 57% de los casos.
En este contexto, la alimentación desempeña un rol fundamental, ya que especialistas remarcan su influencia tanto en la salud cardiovascular como en la posibilidad de padecer un accidente cerebrovascular, y subrayan que alimentos ricos en nutrientes, como los lácteos, pueden ser decisivos.
El análisis sobre el patrón dietético DASH (Enfoques Dietéticos para Detener la Hipertensión) resalta la importancia de consumir lácteos bajos en grasa, frutas y verduras. Según advierte Mayo Clinic, la incorporación de estos alimentos contribuye a la reducción de la presión arterial y ayuda a disminuir el riesgo de accidente cerebrovascular. Las investigaciones muestran que adoptar este tipo de alimentación favorece la salud cardiovascular.
Beneficios del yogur para la salud cardiovascular y el ACV
Entre las distintas variedades de productos lácteos, el yogur destaca por concentrar un “impresionante perfil nutricional” y una amplia evidencia científica que respalda sus beneficios cardiovasculares, describen los expertos consultados por EatingWell.
Asimismo, de acuerdo con investigaciones citadas, “el consumo de yogur puede ayudar a reducir la presión arterial y mejorar la función vascular, especialmente en personas con hipertensión”. Este enfoque sugiere que incorporarlo a la dieta cotidiana puede ofrecer una alternativa sencilla para disminuir las probabilidades de sufrir un ACV y mantener la presión arterial dentro de valores saludables.
La nutricionista registrada Barbara Baron subraya en diálogo con EatingWell: “Una presión arterial más baja implica un menor riesgo de accidente cerebrovascular, lo que convierte al paquete nutricional de los lácteos, incluido el yogur, en una opción beneficiosa para el corazón”. Estos efectos positivos convierten al yogur en un alimento recomendable a la hora de cuidar la salud cardiovascular y cerebral.
Probióticos del yogur y su impacto en la salud
Uno de los aspectos más estudiados del yogur se centra en su aporte de bacterias beneficiosas para el organismo, conocidas como probióticos. Estos microorganismos ayudan a mantener un microbioma intestinal equilibrado, una condición que repercute directamente sobre la presión arterial y los procesos inflamatorios del cuerpo.
“Una posible razón por la que el yogur puede reducir el riesgo de ictus es su contenido probiótico. Los probióticos favorecen un microbioma intestinal sano, y las investigaciones demuestran que un intestino sano está estrechamente relacionado con otros aspectos de la salud, como la presión arterial y la inflamación”, aseguró la experta.
En ese tono, la especialista Reyna Franco resalta: “Dado que el yogur contiene bacterias buenas, comer yogur puede aumentar la cantidad de probióticos, mejorar el microambiente intestinal y producir una serie de efectos beneficiosos en el cuerpo humano, reduciendo así las posibilidades de sufrir un accidente cerebrovascular”. Para garantizar la ingesta suficiente de estos microorganismos, se recomienda revisar las etiquetas en busca de yogures que contengan “cultivos vivos y activos”.
Aportación nutricional del yogur: calcio, potasio y proteínas
El yogur aporta nutrientes esenciales para la salud cardiovascular, destacando el calcio y el potasio, ambos fundamentales dentro de la dieta DASH por su función reguladora de la presión arterial.
Megan Huff, nutricionista registrada, señala que “el yogur contiene nutrientes importantes como el calcio y el potasio (ambos fundamentales en la dieta DASH) que ayudan a regular la presión arterial”. Además, una taza de yogur natural descremado alcanza aproximadamente 14 gramos de proteína, mientras que la versión colada (o estilo griego) aporta 25 gramos por taza.
La proteína presente en el yogur contribuye a mantener la saciedad durante las comidas, lo que puede ayudar a evitar los episodios de ingestas excesivas y favorecer una composición corporal saludable, factores indirectamente relacionados con la disminución del riesgo de ACV.
Huff explica: “La proteína ayuda a mantener la sensación de saciedad durante las comidas, lo que potencialmente reduce los atracones y contribuye a un peso saludable. Mantener un peso saludable puede ayudar a proteger contra el accidente cerebrovascular”.
Consejos prácticos para incorporar yogur en la dieta diaria
Integrar el yogur a la rutina alimentaria es sencillo y versátil. Algunas sugerencias de Barbara Baron para su consumo diario incluyen: “Para desayunar o merendar, combina yogur con fruta y un poco de frutos secos o granola integral para un parfait sencillo de inspiración mediterránea”.
En ese sentido, añadir una cucharada de yogur a la avena matutina o mezclarlo en batidos también resulta práctico. Otras ideas incluyen preparar salsas y aderezos, desde tzatziki hasta mezclas cremosas para ensaladas, o emplearlo como reemplazo de la crema agria en diversas preparaciones. Asimismo, puede transformarse en un postre: “Extiende el yogur sobre papel vegetal, añade frutos rojos o nueces por encima y guárdalo en el congelador hasta que se endurezca”, sugiere Megan Huff.
Opinión experta y resumen de los beneficios del yogur en la salud cardiovascular
El consenso entre nutricionistas pone de manifiesto que, más allá de su conocida contribución a la salud ósea, el yogur brinda beneficios adicionales para la salud cardiovascular.
Y así lo manifiestan los expertos: “El yogur es bien conocido por favorecer la salud ósea, pero sus beneficios para la salud cardiovascular suelen pasarse por alto. Rico en nutrientes como proteínas, calcio y potasio, además de bacterias beneficiosas que favorecen la salud intestinal, el yogur puede contribuir a una presión arterial saludable y consumirlo regularmente puede reducir el riesgo de accidente cerebrovascular”.
La incorporación regular de yogur en la dieta, además de aportar nutrientes esenciales y bacterias saludables, contribuye de modo sencillo y práctico al bienestar del corazón y la protección cerebral a largo plazo.