La demencia afecta a millones de personas en todo el mundo y suele relacionarse principalmente con la pérdida de memoria. Sin embargo, existen síntomas inusuales y sutiles que pueden retrasar el diagnóstico temprano.
El caso de Bruce Willis, diagnosticado con demencia frontotemporal, ejemplifica cómo la indiferencia hacia la familia y las dificultades en el habla pueden ser las primeras señales de la enfermedad.
De acuerdo con el testimonio de Emma Heming, esposa del reconocido actor, en su libro “The Unexpected Journey”, estos pequeños cambios en la personalidad y el lenguaje constituyeron las primeras advertencias de que algo no estaba bien.
Tal como resaltó The Telegraph, identificar estas manifestaciones menos evidentes es crucial para lograr un diagnóstico precoz y mejorar el manejo de la demencia, un reto de salud pública en aumento.
Este escenario no es exclusivo de Willis. La demencia comprende varias enfermedades neurodegenerativas y vasculares que se manifiestan de formas diversas. Jonathan Schott, director médico de Alzheimer’s Research UK y profesor de neurología en el Centro de Investigación de Demencia de la UCL, destacó a The Telegraph: “La cognición va más allá de la memoria”.
Algunas personas conservan una buena memoria pero presentan alteraciones en la visión o el comportamiento. El daño en diferentes regiones cerebrales, como los lóbulos frontal, temporal, parietal u occipital, puede generar modificaciones en la personalidad, el juicio o la organización mucho antes de que se diagnostique la enfermedad.
La demencia se clasifica en vascular y neurodegenerativa. En el Alzheimer, la acumulación de proteínas daña las áreas de la memoria. Según The Telegraph, los cambios cerebrales pueden iniciarse muchos años antes de los síntomas y progresar lentamente.
Cambios en la alimentación y preferencias
En el ámbito alimentario, los expertos consultados por el medio británico destacaron que las personas pueden empezar a disfrutar de alimentos previamente rechazados, desarrollar aversión a determinados colores o texturas, o notar un sabor metálico inesperado.
En la demencia frontotemporal es frecuente la aparición de antojos intensos de azúcar o la incapacidad para controlar la ingesta de dulces. En la demencia con cuerpos de Lewy, vinculada al Parkinson, pueden surgir dificultades para utilizar cubiertos debido a problemas de coordinación y temblores.
Alteraciones del sueño y comportamiento íntimo
Los sueños vívidos y angustiantes constituyen otra señal temprana. Un estudio de 2022 encontró relación entre este tipo de sueños y el deterioro cognitivo, así como la aparición de demencia en adultos de mediana edad y mayores, con mayor frecuencia en hombres.
Helen Metcalfe, enfermera especialista de Dementia UK, señaló que el aumento en la vividez de los sueños y los movimientos durante el sueño pueden estar vinculados con la enfermedad.
El comportamiento íntimo también puede verse alterado. La demencia puede generar un aumento o disminución en el deseo sexual y, en determinados casos, desencadenar actitudes desinhibidas o inapropiadas, como comentarios explícitos a desconocidos o familiares.
Modificaciones en la personalidad y habilidades sociales
Actitudes poco usuales, tales como comer del plato de otra persona o vestir de manera extraña, pueden indicar demencia frontotemporal. Schott aconsejó analizar estas conductas dentro de su contexto y preguntarse si realmente resultan inusuales para la persona.
La pérdida de empatía, el sentido del humor y la apatía extrema son síntomas tempranos frecuentes en la demencia frontotemporal. Metcalfe añadió que reír ante situaciones inapropiadas o dejar de encontrar motivo de gracia en hechos habitualmente divertidos son señales que requieren evaluación médica.
Dificultades visuales y problemas del lenguaje
En el Alzheimer pueden aparecer dificultades visuales, como desorientación o problemas para hallar objetos. Una variante poco común, la atrofia cortical posterior, afecta a personas de 50 a 60 años y causa degeneración en la parte posterior del cerebro, generando tropiezos y dificultad para calcular profundidades.
Las alucinaciones visuales, típicas en la demencia con cuerpos de Lewy, suelen ser pequeñas, silenciosas y benignas. Metcalfe describió que algunas personas perciben migas inexistentes en la alfombra o se ven perturbadas por patrones en paredes y suelos que incrementan estas percepciones.
Los problemas del lenguaje, presentes en la afasia progresiva primaria (una forma de demencia frontotemporal), incluyen dificultades para encontrar palabras, pronunciarlas correctamente o comprender significados. Schott comparó este síntoma con la pérdida del propio diccionario interno.
Avances y perspectivas en el diagnóstico
La OMS (Organización Mundial de la Salud) advirtió que los casos de demencia podrían llegar a 153 millones en 2050, casi el triple de los actuales, impulsados por el envejecimiento global.
Actualmente, más de 55 millones de personas viven con esta enfermedad en el mundo y cada año se registran cerca de 10 millones de nuevos diagnósticos. Expertos alertaron que los sistemas de salud no están preparados y consideran al Alzheimer una pandemia emergente.
El diagnóstico temprano es clave para los especialistas. En los próximos años, pacientes del NHS (Servicio Nacional de Salud Británico) podrían acceder a la prueba sanguínea p-tau217, eficaz para detectar proteínas asociadas al Alzheimer. Además, la campaña “Dementia Unseen” busca garantizar un acceso universal a diagnósticos rápidos y confiables.
Schott destacó que los familiares y personas cercanas al paciente suelen ser los primeros en notar cambios sutiles en la conducta, el humor o la memoria. Observar estas señales y comunicarlas al médico es fundamental, ya que muchas veces pasan desapercibidas en revisiones médicas breves y pueden ser clave para un diagnóstico temprano de demencia.