Sustituir el arroz integral por estos carbohidratos puede duplicar o cuadruplicar el consumo de fibra en la dieta (Especial)

Mantener una alimentación rica en fibra no solo mejora la digestión, también se asocia con una reducción notable del riesgo de diabetes, enfermedades cardíacas, problemas inmunitarios e incluso ciertos tipos de cáncer. Así lo subraya la nutricionista Sheri Gaw, quien destaca la importancia de sumar a la dieta frutas, verduras, cereales integrales, legumbres, frutos secos y semillas.

Este nutriente cumple un rol esencial en el organismo: ayuda a conservar la regularidad intestinal, facilita la eliminación de desechos y contribuye a reducir los niveles de colesterol. “La fibra impide la absorción del colesterol y fortalece la salud del corazón”, explicó a EatingWell la especialista Rhyan Geiger.

Otro punto clave es que la fibra se digiere lentamente, lo que prolonga la sensación de saciedad y estabiliza la glucosa en sangre. Gracias a ello, no solo resulta más fácil controlar el peso, sino también prevenir los temidos picos de azúcar que pueden derivar en complicaciones metabólicas.

Aunque el arroz integral ha sido tradicionalmente percibido como una opción saludable y rica en fibra, la realidad es que su aporte resulta modesto: una porción de 1/2 taza ofrece cerca de 2 gramos de fibra. Frente a este dato, surgen numerosos carbohidratos que lo superan en contenido fibroso por porción comparable, ofreciendo una alternativa más eficaz para quienes buscan reforzar su salud intestinal y reducir el riesgo de enfermedades crónicas.

Carbohidratos que superan al arroz integral en fibra

Entre estos alimentos destacan especialmente siete opciones aprobadas por especialistas en nutrición por su densidad de fibra y valor nutritivo superior. A continuación se describe el aporte específico de cada uno:

1. Porotos negros

Los porotos negros aportan más de cuatro veces la fibra del arroz integral en igual porción (Imagen Ilustrativa Infobae)

Las legumbres como los porotos negros sobresalen por su densidad de fibra: media taza contiene aproximadamente 9 gramos de fibra, es decir, más de cuatro veces la cantidad ofrecida por el arroz integral en la misma porción.

Su inclusión frecuente en la dieta ha demostrado múltiples beneficios: “Una dieta equilibrada que incluya legumbres se asocia con un menor riesgo de hipertensión, diabetes tipo 2 y otras enfermedades inflamatorias”.

2. Guisantes verdes

Los guisantes verdes ofrecen 4,5 gramos de fibra por media taza cocida, superando al arroz integral

Con 4,5 gramos de fibra por 1/2 taza cocida, los guisantes verdes resultan una opción versátil y saludable. Además de aportar tanto fibra soluble como insoluble, promueven la digestión y ayudan a reducir “el colesterol, el azúcar en sangre y la inflamación” como describen los datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos.

3. Batatas

Las batatas destacan por su alto contenido de fibra, antioxidantes y compuestos protectores para la salud (Pexels)

Las batatas sobresalen como una verdura rica en almidón y fibra: 4 gramos en cada media taza de puré. Según la nutricionista Sheri Gaw, “son ricas en fibra, antioxidantes y otros beneficios protectores que ayudan a prevenir la oxidación, la inflamación, el cáncer y el daño nervioso”.

Asimismo, los carotenoides presentes en las batatas refuerzan sus propiedades protectoras.

4. Cebada

La cebada contiene betaglucano, una fibra soluble que ayuda a reducir el colesterol LDL

Integrar este grano integral puede elevar notablemente el consumo de fibra, ya que media taza de cebada cocida contiene 3 gramos de fibra.

“La cebada contiene un tipo viscoso de fibra soluble conocida como betaglucano, que ayuda a retener el colesterol LDL y a prevenir su reabsorción durante la digestión” explica Gaw. Además, sus fitonutrientes pueden favorecer la salud del microbioma intestinal.

5. Quinoa

La quinua es un grano integral sin gluten que aporta más fibra y proteínas que el arroz integral (Imagen Ilustrativa Infobae)

La quinoa, técnicamente una semilla, es considerada un grano integral libre de gluten y fuente completa de proteína.

Con 2,6 gramos de fibra por media taza cocida, supera al arroz integral y aporta compuestos antioxidantes y anticancerígenos.

Usarla para reemplazar el arroz integral en salteados, sopas, guisos, cazuelas o ensaladas”, recomienda Gaw.

6. Trigo sarraceno

El trigo sarraceno ofrece fitoquímicos con beneficios antiinflamatorios y supera al arroz integral en fibra (Imagen Ilustrativa Infobae)

Este grano destaca por su contenido de 2,3 gramos de fibra en cada media taza cocida. «La harina de trigo sarraceno tiene cuatro veces más fibra que la harina blanca común” afirma Geiger.

Los fitoquímicos rutina y quercetina de este alimento brindan acciones antiinflamatorias y posibles beneficios neuroprotectores y antidiabéticos.

7. Pasta integral

La pasta integral proporciona más fibra, vitaminas y minerales que la pasta refinada tradicional (Composición Infobae)

Cambiar la pasta tradicional refinada por la integral puede aportar un poco más de 2 gramos de fibra cada media taza cocida.

Además de mejorar el aporte de fibra, los cereales integrales ofrecen más vitaminas y minerales que las alternativas refinadas.

Consejos para incrementar la fibra en la alimentación diaria

Para quienes buscan maneras sencillas de incorporar más fibra, las sugerencias son claras: sustituir el arroz integral en diversas preparaciones por cualquiera de los ingredientes mencionados puede duplicar o incluso cuadruplicar el consumo de fibra en una comida.

Las batatas, por ejemplo, pueden asarse, hacerse puré o rellenarse como guarnición. La quinua resulta ideal para ensaladas, guisos y salteados, mientras que la cebada y el trigo sarraceno ofrecen alternativas tanto para comidas principales como para desayunos.

Para un cambio progresivo, se recomienda mezclar pasta integral con la tradicional al principio, facilitando la adaptación al nuevo sabor y textura.

Perspectiva experta sobre una dieta rica en fibra

Los especialistas consultados insisten en la relevancia de buscar variedad e incluir fuentes diversas de fibra en la dieta diaria. Más allá del arroz integral, existen múltiples maneras de cubrir y superar los aportes recomendados, beneficiando la salud intestinal y reduciendo factores de riesgo asociados a enfermedades crónicas.

Tal como señala Sheri Gaw, una alimentación con abundantes vegetales, legumbres, granos enteros y semillas representa una estrategia efectiva y accesible “para ayudarnos a mantener la regularidad intestinal y eliminar los desechos”, mientras brinda protección ante diversas patologías.

Comer más fibra, lejos de ser monótono, puede convertirse en una experiencia culinaria diversa y satisfactoria.