Existen diversas alternativas para eliminar crecimientos en la piel, desde productos de venta libre hasta procedimientos médicos especializados, siendo importante elegir la opción adecuada según el tipo y la localización.
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La aparición de pequeñas protuberancias en la piel es un motivo de consulta frecuente tanto en jóvenes como en adultos mayores. Aunque en la mayoría de los casos suelen ser inofensivas, la preocupación por su aspecto y el temor al contagio las vuelve motivo de múltiples consultas dermatológicas. Las verrugas, con sus distintas manifestaciones y causas, tienen características y orígenes diversos que vale la pena conocer para evitar confusiones y obtener el tratamiento adecuado.

Las verrugas son crecimientos cutáneos que suelen ser firmes, de superficie rugosa y, dependiendo del tipo, varían en color y localización. De acuerdo con la información proporcionada por Medline Plus, son consecuencia de una infección provocada por el virus del papiloma humano (VPH), del cual existen más de 150 variantes.

El contagio de las verrugas ocurre mediante contacto directo entre personas o al propagarse de una parte del cuerpo a otra; el riesgo aumenta por el contacto sexual en algunos tipos específicos. La versatilidad del virus explica la amplia variedad de protuberancias, desde las que aparecen en las manos y los pies, hasta aquellas localizadas en la zona genital.

Evitar el contacto directo, mantener una higiene adecuada y consultar ante lesiones sospechosas son medidas clave para prevenir la propagación de verrugas. (Imagen ilustrativa Infobae)

Comúnmente, las verrugas suelen encontrarse en manos y pueden extenderse a otras partes del cuerpo. Las de tipo planas, por su parte, son típicas del rostro y la frente, predominando en niños. Las plantares afectan la planta del pie y pueden producir molestias al caminar e incluso dolor significativo.

También se presentan las verrugas subungueales y periungueales, ubicadas respectivamente bajo o alrededor de las uñas, así como papilomas en mucosas, principalmente en la boca o la vagina. En el caso de las protuberancias genitales, su aparición no solo resulta incómoda sino que implica un riesgo adicional, ya que ciertos tipos de VPH se asocian con cánceres, siendo el cervical en mujeres el más habitual.

El diagnóstico de las verrugas es clínico y suele realizarse con una inspección física. Según Medline Plus, se puede optar por una biopsia cuando exista duda sobre el tipo de lesión o para descartar un tumor cutáneo maligno. En relación con el tratamiento, existen opciones de venta libre, aunque estas solo deben aplicarse en protuberancias ubicadas en manos o pies. Para las de cara o genitales, es imprescindible recurrir a atención médica especializada para evitar complicaciones.

Las verrugas, originadas generalmente por el virus del papiloma humano, pueden aparecer en distintas zonas del cuerpo y su tratamiento varía según la localización y el tipo. - (Imagen Ilustrativa Infobae)

Otros métodos, como la crioterapia, las soluciones para ampollas, la cauterización o los tratamientos con láser, pueden indicarse en casos resistentes o persistentes.

Para evitar tanto la aparición como la propagación, es recomendable no tocar ni rascar las verrugas, lavarse bien las manos tras el contacto con ellas, utilizar calzado adecuado para evitar verrugas plantares y limpiar los utensilios empleados en su cuidado personal. Además, las consultas preventivas permiten identificar casos precancerosos en población de riesgo y recibir orientación sobre la vacunación contra el VPH.

Mucha confusión surge a partir de los 40 años cuando, junto al envejecimiento cutáneo, aparecen verrugas. Desde la Clínica Premium Estética se enfatiza que estas lesiones, como los acrocordones y la queratosis seborréica, no siempre están causadas por el VPH.

Conforme disminuye la producción de colágeno y elastina, la piel pierde elasticidad, aparecen manchas y brotan pequeñas verrugas– especialmente en el torso, cuello, párpados y axilas –. La diferencia principal es que no son infecciosas y su aparición está vinculada más a procesos de la edad que a contagios virales. Antes de cualquier medida, consulta a un profesional de la salud.