Nuevas estrategias buscan que más personas accedan a la colonoscopia, el método estándar para disminuir la mortalidad por cáncer colorrectal (Freepik)

Las nuevas recomendaciones médicas modificaron la forma en la que se prepara una colonoscopia, un examen esencial para la detección precoz del cáncer colorrectal, el segundo más letal en Estados Unidos.

Publicadas por un conjunto de sociedades especializadas, estas directrices buscan remover las barreras que tradicionalmente alejaron a muchas personas del procedimiento, con el objetivo de aumentar la aceptación y la eficacia en la prevención de una enfermedad que afecta a más de 150.000 personas y causa aproximadamente 50.000 muertes cada año en ese país, según National Geographic.

La colonoscopia sigue siendo el método más eficaz para detectar el cáncer colorrectal en sus primeras fases. Estudios recientes, citados por National Geographic, muestran que realizarla de forma periódica puede llegar a disminuir la incidencia de la enfermedad en un 41% y reducir la mortalidad a la mitad.

Sin embargo, la participación sigue siendo insuficiente: cerca del 30% de los estadounidenses que deberían someterse a la prueba no lo hacen, una tendencia más marcada entre adultos jóvenes y quienes carecen de antecedentes familiares. La American Cancer Society destaca que la mayoría de los casos aparecen sin síntomas ni antecedentes familiares claros, lo que refuerza la importancia del cribado universal.

El miedo, los prejuicios y la falta de síntomas visibles siguen alejando a miles de estadounidenses de un examen clave para su salud intestinal (Freepik)

Preparación más sencilla y adaptada

La percepción de incomodidad, sobre todo relacionada con la preparación previa, fue uno de los mayores obstáculos para realizar una colonoscopia. La Dra. Aasma Shaukat, gastroenteróloga e investigadora de la Universidad de Nueva York y miembro de la comisión responsable de las nuevas pautas, afirmó a National Geographic: “Más que el procedimiento en sí, la preparación del día anterior es la barrera más citada por los pacientes”. Las dietas estrictas y los purgantes de grandes volúmenes, frecuentes en el pasado, generaban rechazo.

Las nuevas recomendaciones flexibilizaron este proceso. No es obligatorio seguir una dieta líquida estricta basada en agua, gelatina y caldos claros el día previo. Ahora los pacientes pueden consumir alimentos bajos en fibra durante el desayuno y el almuerzo, como huevos, yogur, jamón o pan con queso crema, así como platos sencillos, entre ellos pollo con arroz blanco o macarrones con queso.

Para la cena se mantiene el consumo de líquidos, pero se aceptan sopas más densas o batidos sin fruta. Además, la restricción sobre los alimentos ricos en fibra se limita solo al día anterior y no a los tres días previos al examen.

En cuanto a los purgantes, las nuevas fórmulas requieren solamente una cuarta parte del volumen anteriormente necesario y existen alternativas en tabletas, que deben acompañarse con agua. Se indica dividir la toma de la dosis: la mitad durante la noche anterior y el resto entre cuatro y seis horas antes del procedimiento. Este cambio mejora la limpieza intestinal y reduce las molestias nocturnas. Quienes tengan la prueba programada por la tarde pueden ingerir ambas dosis el mismo día.

Las recientes guías permiten comidas ligeras el día antes del procedimiento, eliminando el ayuno absoluto y reduciendo la incomodidad que desalentaba a tantos pacientes (Imagen Ilustrativa Infobae)

Avances tecnológicos y nuevas opciones diagnósticas

La tecnología ganó relevancia en la detección de pólipos. Desde 2021, la FDA dio luz verde a dispositivos de inteligencia artificial que ayudan al gastroenterólogo marcando áreas sospechosas durante la colonoscopia. Según National Geographic, estos sistemas mejoraron la detección de pólipos en un 20%. Sin embargo, aún no se probó que disminuyan la incidencia del cáncer colorrectal.

Algunos especialistas señalan que un uso excesivo de inteligencia artificial podría afectar la destreza médica para identificar lesiones de forma autónoma. De momento, su utilización se limita a grandes centros de salud y no cuenta con la recomendación oficial de las principales sociedades científicas.

Para quienes buscan evitar el dolor o los efectos secundarios de la sedación, existen alternativas que hacen el procedimiento más tolerable. Aunque la mayoría en Estados Unidos opta por la sedación, un grupo reducido prefiere evitarla para disminuir riesgos respiratorios o poder conducir después. Estudios recientes mostraron que muchos logran completar la colonoscopia sin sedación si se les permite solicitarla solo en caso necesario.

Además, la estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (TENS), aplicada en la muñeca y el tobillo, demostró ser útil para reducir el dolor sin necesidad de medicamentos. Carol Vance, fisioterapeuta e investigadora de la Universidad de Iowa, explicó a National Geographic: “TENS activa los receptores del sistema natural de lucha contra el dolor del cuerpo, sin los efectos secundarios de los opioides”.

Aunque no todos optarían por este método, la evidencia apoya su eficacia. Otra innovación en desarrollo es el uso de realidad virtual, que permite a los pacientes usar gafas especiales para distraerse durante la colonoscopia. De acuerdo con la Dra. Shaukat, los resultados iniciales son prometedores.

Herramientas como la realidad virtual transforman la experiencia del paciente, ayudando a reducir la ansiedad y el dolor durante la colonoscopia (Imagen Ilustrativa Infobae)

Menos invasivo: nuevas alternativas

Hay opciones diagnósticas menos invasivas. En 2023, la FDA aprobó Shield, un examen sanguíneo capaz de detectar proteínas y fragmentos de ADN vinculados al cáncer colorrectal, con una sensibilidad del 83% según investigaciones recientes. Se suman las pruebas en heces, como el test inmunoquímico fecal (FIT), anual, y los análisis de ADN fecal, cada tres años. Todo resultado positivo requiere confirmación mediante colonoscopia.

Otras alternativas incluyen la sigmoidoscopia flexible, que explora solo el tercio inferior del colon; la colonoscopia virtual, que utiliza rayos X y computadoras; y la cápsula endoscópica, una pequeña cámara ingerible que recorre el aparato digestivo y envía imágenes al médico. Aunque esta última solo está aprobada para indicaciones puntuales, podría tener mayor uso en el futuro.

La elección del método de detección debe ajustarse a las necesidades y particularidades de cada persona. Como subraya la Dra. Shaukat, lo esencial es elegir la prueba que uno esté dispuesto a realizar, ya que solo así se logra el objetivo de la prevención.