LUNES, 25 de agosto de 2025 (HealthDay News) — Los depósitos de grasa ocultos que se acumulan alrededor de órganos abdominales como el estómago, los intestinos y el hígado podrían estar aumentando el riesgo de enfermedad cardiaca de las personas, según un estudio reciente.
Las cantidades excesivas de esta grasa oculta, también llamada grasa visceral, están relacionadas con un envejecimiento más rápido del corazón, informan los investigadores en el European Heart Journal.
Esta grasa no se puede ver desde el exterior, y algunas personas pueden tener grandes cantidades de grasa visceral incluso si tienen un peso saludable, anotaron los investigadores.
«Nuestra investigación muestra que la grasa ‘mala’, escondida en lo profundo de los órganos, acelera el envejecimiento del corazón», señaló en un comunicado de prensa el investigador principal, el Dr. Declan O’Regan, profesor del Laboratorio de Ciencias Médicas del MRC del Colegio Imperial de Londres.
«Pero algunos tipos de grasa podrían proteger contra el envejecimiento, específicamente la grasa alrededor de las caderas y los muslos en las mujeres», agregó.
Para el estudio, los investigadores analizaron datos de más de 21,000 participantes en el Biobanco del Reino Unido, un proyecto de investigación de salud a gran escala que se lleva a cabo en el Reino Unido.
Las resonancias magnéticas se utilizaron para detectar depósitos de grasa en los cuerpos de los participantes y para examinar su corazón y vasos sanguíneos. A cada persona se le dio una «edad del corazón», la edad aparente de su corazón y sistema circulatorio dados los signos de desgaste.
Los resultados mostraron que un envejecimiento cardíaco más rápido estaba relacionado con tener más grasa visceral en el interior de los órganos.
«Si bien estar activo es importante, encontramos que la grasa oculta aún podría ser dañina incluso en personas en forma», dijo O’Regan.
Los análisis de sangre indicaron que la grasa visceral está relacionada con un aumento de la inflamación en el cuerpo, lo que podría causar este envejecimiento prematuro.
Los resultados también apuntaron a diferencias entre hombres y mujeres.
La distribución de grasa «en forma de manzana» alrededor del abdomen estaba fuertemente relacionada con el envejecimiento cardíaco acelerado en los hombres.
Pero la distribución «en forma de pera» en las caderas y los muslos pareció proteger a las mujeres contra el envejecimiento cardiaco. Se sabe que estos depósitos de grasa producen la hormona femenina estrógeno, y unos niveles más altos de estrógeno se asocian con un envejecimiento cardiaco más lento en las mujeres, señalaron los investigadores.
«Sabíamos sobre la distinción entre manzana y pera en la grasa corporal, pero no ha quedado claro cómo conduce a malos resultados de salud», dijo O’Regan.
El estudio también encontró que el índice de masa corporal (IMC) no es un medio para rastrear la salud del corazón. El IMC es una estimación de la grasa corporal basada en la altura y el peso.
«También mostramos que el IMC no era una buena forma de predecir la edad cardiaca, lo que subraya la importancia de saber dónde se almacena la grasa en el cuerpo y no solo el peso corporal total», dijo O’Regan.
Los investigadores planean ver si la pérdida de peso mediante el uso de medicamentos GLP-1 como Ozempic podría afectar los depósitos de grasa visceral y los efectos en la salud del corazón.
Más información
La Clínica Cleveland ofrece más información sobre la grasa visceral.
FUENTE: Investigación e Innovación del Reino Unido, comunicado de prensa, 22 de agosto de 2025