Un estudio reciente revela un mecanismo esencial en la plasticidad sináptica durante el aprendizaje, al mostrar cómo ciertas interneuronas modifican la inhibición solo si el estímulo predice una recompensa. La investigación fue publicada en Cell Reports y se realizó en modelos animales.
Este hallazgo aportó una visión renovada sobre la adaptación cerebral y la adquisición de nuevas conductas.
El papel de las neuronas SST en el aprendizaje
El equipo liderado por Eunsol Park y Alison L. Barth en la Universidad Carnegie Mellon demostró que las neuronas somatostatinérgicas (SST) de la corteza sensorial reducen su efecto inhibidor sobre las neuronas piramidales únicamente cuando un estímulo anticipa una recompensa.
Este ajuste solo ocurre si existe una contingencia clara, lo que indica que el cerebro responde de forma específica a los estímulos relevantes para el aprendizaje.
El diseño experimental involucró ratones que debían asociar un soplo de aire en los bigotes con la entrega de agua. Con un sistema automatizado, los animales aprendieron a anticipar la recompensa, al reflejar el proceso en un aumento de la frecuencia de lamidos tras el estímulo.
Este modelo permitió observar los cambios sinápticos de las neuronas SST en las primeras fases del aprendizaje asociativo.
Reducción específica de la inhibición en la corteza sensorial
La reducción de la inhibición llevada a cabo por las neuronas SST en la corteza sensorial resultó notoria: tras solo un día, se detectó una disminución de aproximadamente el 40% en la amplitud de las corrientes inhibitorias sobre las neuronas piramidales superficiales, en comparación con los animales control.
Este efecto fue específico: no se observó en neuronas piramidales de capas profundas ni en otros tipos de interneuronas, como las que expresan parvalbúmina.
La relevancia del estímulo-recompensa se hizo evidente cuando la recompensa se presentó de manera impredecible. En ese contexto, no se registró disminución en la inhibición ejercida por las neuronas SST, lo que evidencia que el cerebro distingue entre información significativa y trivial, ajustando su respuesta únicamente ante aprendizajes relevantes para la conducta.
La desinhibición como mecanismo autónomo
Otro aspecto relevante del estudio, destacado por Cell Reports, es que la supresión química de la actividad de las neuronas SST fue suficiente para imitar la reducción de inhibición observada durante el aprendizaje, incluso sin entrenamiento.
Mediante técnicas quimiogenéticas en ratones genéticamente modificados, los investigadores lograron reducir la salida inhibitoria hacia las neuronas piramidales superficiales, confirmando que la modulación de la actividad SST constituye un mecanismo autónomo en la plasticidad cortical.
El análisis sináptico mostró modificaciones tanto pre- como postsinápticas: disminuyeron la amplitud y frecuencia de los eventos cuánticos, así como el tamaño de los botones axonales de las neuronas SST de capas superficiales. Estos cambios no alcanzaron a otras capas ni a otros subtipos de interneuronas, lo que demuestra la alta precisión de la plasticidad inhibitoria.
Implicaciones, límites y nuevas preguntas
A pesar de la importancia de la reducción de la inhibición SST, no fue suficiente para acelerar el aprendizaje conductual. Los ratones con supresión química de SST no aprendieron la asociación más rápido que los controles, señalando que la desinhibición es una etapa inicial y necesaria, pero no la única en la reorganización cortical.
Según los autores, la plasticidad inhibitoria mediada por SST podría permitir a las neuronas piramidales responder con mayor flexibilidad a los estímulos relevantes para la formación de la memoria. Este mecanismo no solo amplía el conocimiento básico de la memoria y el aprendizaje, sino que también sugiere nuevas estrategias terapéuticas para trastornos neurológicos en los que la plasticidad sináptica está alterada.
El estudio reconoce como limitación la dificultad para identificar el subtipo exacto de neuronas SST responsable de la depresión sináptica, debido a la diversidad de estas interneuronas.
Además, al centrarse en un aprendizaje asociativo simple, queda abierta la exploración sobre si procesos semejantes ocurren en contextos más complejos o en otras áreas del cerebro.
Estos resultados muestran que los estímulos relevantes modifican activamente la respuesta de las neuronas SST y desencadenan una depresión prolongada en sus salidas sinápticas.
Este mecanismo constituye un paso clave en la capacidad del cerebro para adaptar sus circuitos a la experiencia, permitiendo nuevos aprendizajes y comportamientos.