El 60 % de los episodios de muerte súbita suceden en presencia de testigos en espacios públicos o de trabajo, lo que resalta la importancia de la respuesta inmediata de la comunidad (Freepik)

La Semana de la Lucha contra la Muerte Súbita, que se conmemora del 21 al 27 de agosto, pone el foco en una realidad contundente: la muerte súbita provoca unas 40.000 muertes anuales en el país, según reportes actuales de instituciones médicas y científicas.

La cifra llama la atención dentro de un fenómeno global, ya que, según LA Sociedad Argentina de Electrofisiología Cardíaca, en el mundo occidental se estima entre 450.000 y 500.000 casos anuales.

Qué es la muerte súbita y a quiénes afecta

Alan Sigal, coordinador de guardia del ICBA Instituto Cardiovascular, detalló a Infobae: “La muerte súbita es un fallecimiento abrupto e inesperado que ocurre en una persona aparentemente sana, casi siempre relacionado con arritmias graves del corazón como la fibrilación ventricular, y en general en el contexto de una enfermedad de las arterias coronarias”.

También está asociada a cardiopatías congénitas y en arritmias de origen genético.

Las enfermedades cardiovasculares están entre las principales causas de fallecimiento en Argentina y el mundo (Imagen ilustrativa Infobae)

Entre la población adulta representa una de cada cuatro muertes y se vincula en la mitad de los casos a causas cardiovasculares.

El impacto atraviesa también a personas jóvenes: aparecen dos picos de incidencia, durante la infancia y a partir de los 45 años, cuando predominan las patologías coronarias en varones y, una década más tarde, en mujeres.

En tanto, José Gant Lopez, jefe de Electrofisiología Cardíaca del Hospital Alemán y vicepresidente de la Sociedad Argentina de Electrofisiología Cardíaca, señaló que la muerte súbita es un fallecimiento natural, inesperado e instantáneo, que ocurre dentro de la primera hora del inicio de los síntomas y suele producirse fuera del ámbito hospitalario.

El especialista remarcó que el 60 % de estos eventos sucede en presencia de testigos, en espacios de trabajo, recreación o transporte: “La verdadera tragedia no es la muerte súbita en sí, sino que alguien colapse delante nuestro y no contemos con los medios para ayudarlo”.

¿Qué es la muerte súbita? Se trata de una muerte inesperada, que ocurre dentro de las 24 horas de presentar síntomas (Imagen Ilustrativa Infobae)

Se estima que la cardiopatía coronaria está presente en el 70 % al 80 % de los casos, y la fibrilación ventricular en nueve de cada diez episodios.

Por su parte, Mario Fitz Maurice, jefe de Cardiología del Hospital Nacional Bernardino Rivadavia y director del Instituto Nacional de Arritmias, destacó que el factor determinante del éxito en la reanimación es el tiempo: cuanto más rápido se utiliza un desfibrilador externo automático (DEA), mayores son las chances de salvar una vida.

Cuáles son los factores de riesgo de la muerte súbita

Múltiples estudios sostienen que el 80% de los eventos cardíacos pueden prevenirse incorporando medidas de salud pública y cambios en los hábitos individuales. El doctor Sigal señaló: “Los factores de riesgo cardiovascular, como el tabaquismo, la diabetes, la hipertensión, el sedentarismo, la obesidad, el colesterol elevado y los antecedentes familiares, aumentan el riesgo de padecer una muerte súbita”.

Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en el mundo y la reanimación cardiopulmonar es clave para actuar rápido ante un ataque (Imagen Ilustrativa Infobae)

Estas condiciones contribuyen directamente al deterioro de la salud cardiovascular. Adoptar una alimentación equilibrada, realizar al menos 150 minutos de actividad física semanales, controlar el estrés, dormir adecuadamente, evitar el tabaco y limitar el alcohol, aparecen entre las recomendaciones principales de los cardiólogos del ICBA Instituto Cardiovascular.

En la Argentina, el registro nacional muestra que alrededor de 40.000 personas mueren cada año por muerte súbita.

En el mundo occidental, ocurre un caso por minuto y la mayoría sucede fuera de hospitales: el 60% de los eventos se presentan en presencia de testigos, distribuidos entre el trabajo, actividades de ocio y transporte. La comunidad resulta el primer eslabón de la respuesta.

El médico cardiólogo Martín Fasan del ICBA resaltó: “Casi la totalidad de las muertes súbitas podrían ser prevenidas con un adecuado control y prevención habitual”. Además, puntualizó que los chequeos cardiológicos periódicos y estudios complementarios pueden descubrir cuadros asintomáticos pero altamente riesgosos.

Qué hacer ante una emergencia y la importancia del RCP

La etapa inicial y avanzada de la vida son especialmente vulnerables a la muerte súbita (Freepik)

La rapidez es determinante: un paro cardíaco en la vía pública duplica la probabilidad de sobrevivir si alguien cercano interviene de inmediato con un desfibrilador externo automático (DEA). La Ley de Muerte Súbita en Argentina exige la presencia de desfibriladores en sitios con amplia circulación de personas.

Según el doctor Fasan, del ICBA Instituto Cardiovascular, “cuando sucede un evento que compromete la vida, nuestro rol es clave, tengamos o no conocimientos médicos. Hay que identificar la situación, activar el sistema de emergencias, realizar maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) y conseguir un desfibrilador”. La educación en RCP, resaltó, debe comenzar en la escuela, con jornadas de capacitación públicas y en espacios privados.

La Sociedad Argentina de Electrofisiología Cardíaca sostiene que los desfibriladores accesibles y la capacitación de la población han demostrado un impacto positivo en la sobrevida, que puede alcanzar el 50 % al 70 % cuando la reacción es temprana y los recursos están disponibles.

La tasa de supervivencia fue del 23 % en casos asistidos, todos sin secuelas neurológicas. La presencia de desfibriladores y la realización de controles médicos periódicos en clubes y eventos deportivos surge como un área prioritaria de acción.

Desde el 21 al 27 de agosto de cada año se conmemora la Semana de la Lucha Contra la Muerte Súbita (Imagen Ilustrativa Infobae)

Expertos identifican la “cadena de supervivencia” que debe cumplirse de modo ordenado: reconocimiento del paro, activación de emergencias, inicio precoz de maniobras de RCP, desfibrilación y llegada del equipo médico. Los tres primeros dependen de los testigos circunstanciales.

La Ley Nacional 27.159, sancionada en 2015, establece un Sistema de Prevención Integral contra la Muerte Súbita, orientado a reducir estos episodios en lugares de alto tránsito mediante la capacitación comunitaria en RCP y la disponibilidad de DEA para facilitar una respuesta inmediata ante paros cardíacos.

Guía práctica de prevención

  1. Realizar controles cardiológicos al menos una vez al año, especialmente mayores de 40 años y personas con antecedentes familiares.
  2. Mantener una alimentación saludable, baja en sodio y grasas saturadas.
  3. Hacer actividad física regular, mínimo 150 minutos semanales.
  4. No fumar ni exponerse al humo de tabaco.
  5. Monitorear y controlar los niveles de colesterol, glucosa y presión arterial.
  6. Evitar el consumo excesivo de alcohol.
  7. Aprender y enseñar reanimación cardiopulmonar (RCP).
  8. Promover la instalación y señalización de desfibriladores (DEA) en lugares públicos y privados.

Frente a un caso de sospecha de paro cardíaco, los especialistas coinciden en que la acción inmediata puede salvar vidas. La diferencia radica en saber qué hacer y contar con comunidades capacitadas para responder.