Un estudio en los Estados Unidos arrojó un resultado inesperado: el riesgo de desarrollar diabetes no se concentra solo en el individuo, sino que se agrupa dentro del hogar.
El hallazgo se apoya en un análisis de registros electrónicos de salud de más de 350.000 adultos con prediabetes y sus familiares.
Se trata de una investigación que será presentada en el congreso anual de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes (EASD), que se celebrará en Viena, Austria, desde el 15 al 19 de septiembre.
Demuestra que es posible detectar precozmente a las personas con riesgo de padecer diabetes al analizar los registros electrónicos de las personas que viven en el mismo hogar para detectar factores de riesgo.
El equipo estuvo integrado por Tainayah Thomas, de la Universidad de Stanford y colaboradores de Kaiser Permanente Northern California. Recibieron un subsidio del Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedad del Riñón.
Qué es la diabetes y qué la provoca
La diabetes es una enfermedad crónica en la que el organismo pierde la capacidad de regular adecuadamente los niveles de azúcar en la sangre. El páncreas deja de producir suficiente insulina o el cuerpo no utiliza la insulina de forma eficaz.
La insulina es una hormona fundamental para permitir que el azúcar entre en las células del cuerpo y se convierta en energía utilizable.
Cuando este proceso falla, el azúcar permanece circulando por la sangre, lo que a largo plazo puede causar daños en órganos como el corazón, los riñones y los ojos.
La causa más común de diabetes en adultos es la llamada diabetes tipo 2, que suele estar relacionada con exceso de peso, falta de actividad física y una alimentación poco saludable, aunque la genética también puede aumentar el riesgo.
La enfermedad puede permanecer muchos años sin síntomas evidentes, por lo que muchas personas desconocen que la padecen hasta que aparecen complicaciones.
Se sabe que la detección temprana y el tratamiento integral oportuno ayudan a reducir la aparición de daños graves.
Por qué y cómo se hizo el estudio
El objetivo del estudio fue comprobar si los factores de riesgo para diabetes aparecen agrupados dentro de los hogares. Podría justificar el cambio de enfoque de prevención hacia intervenciones familiares.
Para eso, los investigadores seleccionaron una muestra de 356.626 adultos diagnosticados con prediabetes durante el año 2023 y analizaron los datos de 364.563 familiares que compartían seguro médico y domicilio. Esos datos permitieron mapear el riesgo de diabetes a nivel del hogar.
Se tuvo en cuenta información sociodemográfica, antecedentes de salud, peso, altura, presión arterial y resultados de laboratorio, tanto en los adultos con prediabetes como en sus familiares.
Los criterios de riesgo incluyeron el índice de masa corporal (IMC), que mide la relación del peso y la altura, y los percentiles de crecimiento en menores.
El análisis también incorporó hogares de distintas etnias y situaciones sociales. El 30% de los adultos con prediabetes eran blancos no hispanos, el 28% asiáticos, el 27% hispanos y el 9% afroamericanos.
Las edades promedio fueron 50 años para los adultos con prediabetes, 41 para sus familiares adultos y 10 para los menores convivientes.
El uso de registros digitales permitió examinar patrones entre los miembros de la misma casa y detectar agrupamientos de riesgos que suelen pasar desapercibidos en evaluaciones individuales.
Los investigadores señalaron que “muy pocos programas de prevención de la diabetes incluyen a familias completas, lo que representa una oportunidad perdida para la prevención a gran escala”.
La investigación destacó que los ambientes y hábitos compartidos dentro del hogar, como la alimentación o la actividad física, influyen tanto como los factores genéticos en la aparición de la diabetes.
Resultados clave sobre diabetes en hogares
El estudio muestra que el 58,5% de los adultos diagnosticados con prediabetes ya presenta obesidad, un factor que incrementa la posibilidad de desarrollar diabetes tipo 2 en pocos años.
En los hogares con varios residentes, el 75% tiene al menos un familiar adicional con un factor de riesgo para diabetes. Esto abarca desde sobrepeso y obesidad hasta hipertensión o antecedentes de enfermedades cardíacas.
Entre los adultos que conviven con personas con prediabetes, el 64,6% exhibe al menos un factor de riesgo y uno de cada tres ya presenta alteraciones en los valores de azúcar en sangre.
En el caso de los niños y adolescentes, el 35% tiene sobrepeso u obesidad, situándolos en una condición vulnerable desde edades tempranas.
“Nuestro estudio destaca que el riesgo de diabetes se agrupa dentro de los hogares”, resaltó la doctora Thomas.
En base a los resultados consideró que “la prevención de la diabetes podría ser mucho más efectiva si se aborda como un esfuerzo familiar, no solo individual”.
Por eso, las próximas investigaciones evaluarán el impacto de intervenciones familiares para reducir la aparición de diabetes y mejorar la salud de todos los miembros del hogar.
En diálogo con Infobae, Carolina Gómez Martín, miembro titular de la Sociedad Argentina de Diabetes (SAD), consideró que la nueva investigación realizada en los Estados Unidos demuestra “la importancia de contar con sistema de historia clínica electrónica, que permite unificar los datos de salud de cada individuo y de su grupo familiar”.
Además, la especialista señaló que “es clave que se analicen esos datos para ayudar detectar personas con mayor riesgo de desarrollar una enfermedad prevenible como es la diabetes tipo 2 y realizar intervenciones oportunas”.
Ya se sabe que los convivientes de personas con obesidad, diabetes o prediabetes tienen más riesgo de desarrollar esas enfermedades, porque comparten genética, condiciones de vida y hábitos, explicó la experta.
“El mayor aporte del estudio es que sugiere que se puede detectar con mayor precisión y a gran escala a las personas y a los hogares con alto riesgo al analizar las historias clínicas electrónicas”, enfatizó. Al ser diagnosticadas a tiempo, “se debería intervenir de manera prioritaria”.