La memoria es la capacidad para recordar que también permite aprender, tomar decisiones y comunicarse. Según el Centro de Neurología Avanzada (CNA), su función resulta clave en la vida diaria, ya que configura tanto las habilidades como las emociones. Ante la preocupación generalizada por el deterioro de la memoria con el paso del tiempo, especialistas del CNA han reunido cinco recomendaciones principales, respaldadas por la neurociencia, para ejercitar y mejorar esta capacidad. Estas sugerencias se basan en hábitos y técnicas prácticas aplicables en cualquier etapa de la vida.
La importancia de la memoria, de acuerdo con el CNA, radica en su papel como base de los recuerdos, conceptos y significados que permiten integrar nuevos aprendizajes y adaptarse a situaciones cambiantes. Gracias a la memoria, las experiencias pasadas se convierten en herramientas para afrontar el presente y proyectar el futuro. Además, la memoria facilita la comunicación y la toma de decisiones, influyendo en la manera en que las personas se relacionan y se perciben a sí mismas.
El Centro de Neurología Avanzada señala que, aunque el deterioro de la memoria es un proceso natural asociado al envejecimiento, la ejercitación regular puede compensar este declive. Diversos estudios clínicos han confirmado que mantener la mente activa y adoptar ciertos hábitos contribuye a fortalecer las interconexiones neuronales responsables de la capacidad de recordar. Así, la neurociencia respalda la idea de que la memoria no es un recurso estático, sino una función susceptible de mejora mediante la práctica y la estimulación adecuada. El CNA detalla cinco consejos principales para ejercitar la memoria, cada uno acompañado de ejemplos y sugerencias prácticas:
Cinco estrategias respaldadas por la neurociencia para ejercitar la memoria
El primer consejo del CNA consiste en mantenerse mentalmente activo. Actividades como aprender un idioma, tocar un instrumento musical o participar como voluntario en organizaciones comunitarias estimulan el cerebro y ayudan a preservar la memoria. Incluso acciones cotidianas, como tomar rutas diferentes al conducir, pueden convertirse en ejercicios para desafiar la mente y fortalecer la capacidad de recordar.
El segundo pilar es la vida social activa. El Centro de Neurología Avanzada advierte que el aislamiento, especialmente en personas que viven solas, puede favorecer el estrés y la depresión, factores que propulsan la pérdida de memoria. Buscar oportunidades de interacción social, ya sea a través de reuniones familiares o actividades grupales, contribuye a mantener la mente ágil y a prevenir el deterioro cognitivo.
La organización y el orden constituyen la tercera recomendación. Mantener el entorno ordenado, asignar lugares específicos para los objetos y llevar un control de las tareas pendientes ayuda a evitar olvidos. El CNA sugiere anotar citas y quehaceres en una libreta dedicada exclusivamente a ese fin, así como elaborar esquemas y verbalizar las tareas, lo que refuerza la capacidad de retención y recuperación de información.
El cuarto consejo se centra en la lectura. Leer de manera habitual estimula la atención, la imaginación y el procesamiento de información, además de ampliar el vocabulario y crear nuevos significados. Todos estos beneficios se traducen en estímulos positivos para la memoria, según el Centro de Neurología Avanzada, que recomienda incorporar la lectura como parte de la rutina diaria.
Por último, el CNA propone una serie de sugerencias complementarias que, en conjunto, potencian la memoria. Dormir bien y descansar lo suficiente favorece la consolidación de la información recién aprendida. Mantener una dieta equilibrada, rica en antioxidantes y proteínas, resulta fundamental para la salud cerebral. Controlar enfermedades crónicas como la hipertensión o la diabetes también incide en el funcionamiento de la memoria. Además, dedicar tiempo a pasatiempos que exijan concentración, escribir a mano, escuchar música, reír, cantar, mantener la atención en el presente y explorar lugares nuevos son actividades que, según el CNA, activan diferentes áreas cerebrales y refuerzan la capacidad de recordar.