Tuvalu es una nación formada por nueve islas en el océano Pacífico. Está dentro del continente de Oceanía y enfrenta un destino alarmante. Para el año 2050, podría quedar totalmente debajo del agua.
Con cerca de 11.000 habitantes, la población de Tuvalu ya inició un proceso de migración climática para sobrevivir. Se trata de la primera nación que comienza ese proceso a causa del cambio climático.
El factor principal del problema es el cambio climático global, que genera diferentes efectos en el planeta. En Tuvalu, el nivel del mar subió quince centímetros durante los últimos treinta años.
El año pasado, la capital Funafuti quedó inundada por una marea que superó los 3,41 metros, un fenómeno que alarmó a la población.
“Somos totalmente llanos”, explicó el primer ministro Feleti Teo. Esta sencilla frase resume la fragilidad del país frente al océano.
Cuando la marea sube, no existen zonas elevadas. La movilidad interna es imposible y las opciones para escapar del agua, nulas.
“La situación de Tuvalu es muy preocupante”, opinó Matilde Rusticucci, profesora emérita de la Universidad de Buenos Aires, investigadora del Conicet y coautora de informes del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC).
Mencionó que, a partir de la semana pasada, una resolución de la Corte Internacional de Justicia en La Haya permite que los Estados puedan iniciar demandas entre sí por temas vinculados al cambio climático.
La iniciativa que llevó este caso sin precedentes ante la Corte Internacional de Justicia surgió en 2019, impulsada por un grupo de jóvenes estudiantes de Derecho originarios de las islas del Pacífico, quienes viven directamente los efectos del cambio climático.
Qué se firmó con Australia
En noviembre de 2023, los gobiernos de Tuvalu y Australia firmaron un acuerdo. Se llamó el Tratado de la Unión Falepili Australia-Tuvalu.
Permite que hasta 280 tuvaluanos por año viajen a Australia con acceso a salud, educación y trabajo. No obliga a renunciar definitivamente a Tuvalu.
La migración, en este caso, es planificada y ordenada para ayudar y evitar el éxodo descontrolado.
La selección de los migrantes ocurre por medio de una lotería para que todos tengan oportunidades y evitar que toda la población emigre a la vez. Pero la demanda del visado climático superó todas las expectativas.
Más de 1.100 tuvaluanos presentaron la solicitud en junio y, al sumar a sus familias, el número sube a 4.052 personas, según la agencia Reuters. Esto representa más de un tercio de la población de las islas.
Tapugao Falefou, embajador de Tuvalu ante las Naciones Unidas, expresó: “Estoy sorprendido por el enorme número de personas que buscan esta oportunidad”. La frase refleja la urgencia y el deseo de encontrar seguridad.
El miedo a la desaparición domina las conversaciones en el país. En palabras del ex primer ministro Apisai Lelemia: “Nuestro entorno está cambiando de manera trágica y los ancianos han notado los cambios: algunas playas han desaparecido, los islotes están siendo cubiertos por el océano y los cultivos mueren por el agua salada.”
El gobierno de Tuvalu recurrió también al mundo digital: digitalizó su territorio en 3D para preservar su memoria e identidad online. Las familias podrán recordar su pasado y mostrar su cultura, aunque vivan lejos.
Cómo el cambio climático impactó en Tuvalu
El cambio climático inducido por actividades humanas es la alteración del clima mundial causada por la emisión de gases contaminantes que provienen de la quema de combustibles fósiles, la deforestación y la industria.
Uno de los impactos es el aumento del nivel del mar, y Tuvalu es una de las naciones del mundo más vulnerables.
Daniela Ceccarelli, de la Universidad de James Cook en Australia, había descrito los problemas específicos en el libro World Seas: an Environmental Evaluation, publicado por Academic Press,
En Funafuti, la capital de Tuvalu, el nivel del mar crece a una velocidad tres veces superior al promedio mundial. Esta situación produce erosión en las costas y pérdida de tierras habitables.
Además, el agua salada penetra las reservas subterráneas de agua dulce, lo que contamina los pozos y reduce la cantidad de agua potable disponible para las comunidades.
Otros efectos son:
- Se produce erosión física de las playas y las tierras bajas, que se vuelven inhabitables debido a la combinación de mareas, tormentas y el ascenso progresivo del océano.
- La salinidad creciente dificulta la agricultura, vital para la seguridad alimentaria local, y obliga a la población a depender más de los recursos marinos.
- El cambio climático incrementa la intensidad esperada de los ciclones. El ciclón Pam, de 2015, generó olas de hasta 5 metros, destruyó infraestructuras y contaminó fuentes de agua dulce, además de modificar la forma de los islotes de arena.
Qué advirtió la NASA
En 2023, expertos de la NASA publicaron un informe técnico en el que advirtió sobre el futuro de Tuvalu.
Describieron los impactos severos por la combinación del aumento del nivel del mar, tormentas, la variabilidad natural del océano y otros procesos físicos.
Señalaron que esos impactos empeorarán en el futuro, lo que representa una amenaza existencial para el país.
Si esa tendencia se mantiene, se prevé que la mayor parte del territorio, incluida su infraestructura crítica, quedará por debajo del nivel de pleamar para el año 2050.