En Villa Devoto, en la ciudad de Buenos Aires, murieron 4 adultos y una niña, y un bebé pudo sobrevivir el 1 de julio pasado.
Ayer lunes, 12 residentes de un edificio ubicado en Jaramillo al 2800, en el barrio porteño de Núñez, fueron atendidos. Además, otras tres personas adultas fueron halladas sin vida dentro de un departamento en la ciudad de Santa Fe.
Todas esas personas tienen algo en común: se intoxicaron con monóxido de carbono, un cuadro que se produce cuando una persona respira el gas sin saberlo ya que no tiene olor, color ni sabor. Los niños y los jóvenes hoy son los más afectados por el problema en la Argentina.
En el nuevo Boletín Epidemiológico del Ministerio de Salud de la Nación, se informó que entre los años 2019 y 2024, se confirmaron 6.706 casos de personas afectadas por intoxicaciones y se reportaron 38 muertes.
Este año 2025, hasta la última semana de junio incluida, ya se habían registrado 642 casos confirmados.
Los epidemiólogos de la cartera de Salud reconocieron que podría haber más casos. Muchos casos leves pueden no informarse, porque las personas no se dan cuenta o no consultan a un médico.
La mayoría de los intoxicados tienen menos de 40 años. Dentro del total, el 80% de los casos confirmados se da en los grupos de 0 a 39 años. Esto incluye a niños, adolescentes y jóvenes adultos. “Es muy lamentable que hay aún tantos afectados por intoxicaciones por monóxido de carbono ya que se trata de un problema prevenible y predecible”, afirmó en diálogo con Infobae el investigador del Conicet y doctor en ciencias de materiales Miguel Ponce.
“Existe falta de información sobre cómo se puede prevenir el problema. La población podría utilizar más los sistemas que permiten avisar si hay concentraciones de gas en niveles tóxicos y los que pueden cortar la llama a tiempo”, resaltó.
Además, a veces se consulta a personas que no son idóneas para supervisar el estado de los artefactos de calefacción y cocina.
A quiénes afecta más el problema
En 2025, el grupo más afectado fue el de 20 a 29 años. Le sigue el de 0 a 9 años. El promedio de edad es de 21 años, lo que prueba que el problema golpea especialmente a los más chicos y a los jóvenes.
Los epidemiólogos reconocen que los números pueden variar cuando se actualicen todas las notificaciones, pero la tendencia es preocupante.
En relación a la distribución regional de los casos confirmados en el país entre 2019 y 2024, se detectó que el 36% se registró en la región Sur: las provincias de Neuquén, Chubut y Tierra del Fuego son las que concentran el mayor número de casos.
Le sigue en número de casos la región Centro con un 34%. Buenos Aires es la provincia con mayor número de casos en esa región. El 30% restante se distribuye entre Cuyo, Noroeste y Noreste.
¿Qué produce el monóxido de carbono?
Este gas aparece cuando uno usa estufas, cocinas o braseros con fuego a leña, carbón, gas o kerosene.
Si el aparato está en un lugar cerrado o funciona mal, el monóxido de carbono se acumula y va al aire sin que nadie lo note. El cuerpo lo inhala y la sangre no transporta suficiente oxígeno.
El monóxido de carbono ocupa el lugar del oxígeno en la sangre y los órganos sufren por no recibir lo que necesitan. Esto puede empezar con dolor de cabeza, mareos, vómitos o cansancio.
Si nadie abre una ventana o sale del lugar, los síntomas empeoran rápido. La persona puede perder el conocimiento o hasta morir si no recibe ayuda.
El peligro crece en invierno, cuando la gente cierra las ventanas para mantener el calor.
Las embarazadas, los bebés, los niños pequeños y los ancianos son los que más están en riesgo de sufrir una intoxicación grave, según la cartera de Salud. También corren más riesgo quienes ya tienen enfermedades del corazón, los pulmones o anemia.
¿Cuáles son las fuentes de intoxicación?
A partir del análisis de los 855 casos confirmados entre 2019 y 2024, se pudo saber que el 65% de las intoxicaciones se originó en el hogar, en particular por el uso de braseros, estufas y cocinas.
Un 7% ocurrió en el ámbito laboral y el 5% en lugares recreativos. El 23% restante no especificó la fuente de exposición.
Estos datos muestran que el hogar es el principal lugar de riesgo para la intoxicación, según las cifras oficiales del Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud.
Las casas sin salida de gases al exterior o con ventilación tapada son las más peligrosas. Los accidentes aumentan donde hay más aparatos viejos o falta de control.
Cómo prevenir intoxicaciones
Desde el Ministerio de Salud de la Nación se recomienda ventilar siempre los ambientes donde hay estufas u otros artefactos a gas, leña, kerosene o carbón.
Además, se dieron estos consejos:
- Hay que revisar que todo funcione bien y sólo dejar técnicos autorizados revisar y limpiar los artefactos.
- Nunca hay que dormir con un brasero prendido ni usar el horno para calentar una pieza.
- Se sugiere instalar detectores de monóxido en las casas y no tapar las rejillas de ventilación.
- En la escuela, la limpieza y control de estufas cada año evita muchos accidentes.
- Si una persona siente dolor de cabeza, mareo o náusea, hay que abrir puertas y ventanas de inmediato y salir del lugar.