El calentamiento global duplicará la prevalencia y gravedad de la apnea obstructiva del sueño para 2100, según un estudio internacional publicado en Nature Communications (Imagen Ilustrativa Infobae)

La apnea obstructiva del sueño es el trastorno respiratorio más común relacionado con el sueño. Según explica la Clínica Mayo, las personas con apnea obstructiva del sueño dejan de respirar y vuelven a hacerlo repetidamente mientras duermen.

Hay varios tipos de apnea del sueño. “La apnea obstructiva del sueño ocurre cuando los músculos de la garganta se relajan y bloquean las vías respiratorias. Esto ocurre de manera intermitente al dormir. Un signo de apnea obstructiva del sueño es el ronquido.

Según una investigación reciente un fenómeno podría estar agravando este trastorno del sueño potencialmente peligroso: el cambio climático.

De acuerdo a un estudio internacional, realizado por la Universidad de Flinders, Australia, el impacto económico y social de la apnea obstructiva del sueño (AOS) podría igualar al de enfermedades como el trastorno bipolar, la enfermedad de Parkinson o las enfermedades renales crónicas en las próximas décadas.

Las personas que padecen apneas durante el sueño se caracterizan por presentar de ronquido habitual de alto tono (Freepik)

Esta proyección surge de la investigación publicada en Nature Communications, que advierte que el calentamiento global intensificará la prevalencia y gravedad de la AOS, duplicando su carga en la mayoría de los países para el año 2100.

El análisis, liderado por expertos en sueño de la Universidad de Flinders, señala que el aumento de las temperaturas representa una amenaza directa para la salud pública y la economía mundial y descubrió que las temperaturas más cálidas aumentaban en un 45 % la probabilidad de que los participantes padecieran apnea obstructiva del sueño (AOS) en una noche determinada.

El estudio utilizó datos de más de 116.000 personas de diferentes regiones del mundo, recopilados mediante un sensor aprobado por la FDA que se coloca debajo del colchón. Este dispositivo registró aproximadamente 500 noches de sueño por usuario, lo que permitió a los investigadores comparar la gravedad de la AOS con información detallada sobre la temperatura ambiente durante 24 horas, obtenida de modelos climáticos.

El doctor Bastien Lechat, autor principal y experto en sueño de FHMRI Sleep Health, explicó: “Este estudio nos ayuda a comprender cómo factores ambientales como el clima pueden afectar la salud al investigar si la temperatura ambiente influye en la gravedad de la AOS”.

Las diferencias regionales en la prevalencia de apnea del sueño se relacionan con el acceso al aire acondicionado y las condiciones de vivienda, siendo Europa la región más afectada por el calor (Imagen Ilustrativa Infobae)

El doctor Daniel Pérez Chada (MN 47.085), presidente de la Fundación Argentina del Sueño, consultor del servicio de Neumonología y director de la Clínica del Sueño del Hospital Universitario Austral, explicó a Infobae: “La apnea obstructiva de sueño es una afección muy frecuente que no suele detectarse en la mayoría de los casos, ya que ocurre mientras las personas duermen. Por eso, los convivientes o quienes comparten el dormitorio con ellos o ellas, son los primeros en ver las señales».

Añadió que los pacientes que padecen apneas durante el sueño se caracterizan por presentar de ronquido habitual de alto tono. “Se define como ronquido habitual al que aparece tres veces por semana o más. El ronquido irregular, acompañado por un silencio entre ronquido y ronquido, es un primer indicador de un trastorno de la respiración durante el sueño”.

Finalmente, destacó como los principales factores de riesgo de la apnea obstructiva del sueño los relacionados con la edad, el sexo, el peso corporal y ciertas características anatómicas del área de la cabeza y el cuello.

Qué descubrieron sobre el clima y el sueño

Las noches más cálidas aumentan en un 45% la probabilidad de sufrir apnea obstructiva del sueño, afectando a casi mil millones de personas en el mundo (Imagen Ilustrativa Infobae)

El análisis reveló que las noches más cálidas aumentan en un 45% la probabilidad de que una persona experimente AOS, una condición que interrumpe la respiración durante el sueño y afecta a casi mil millones de personas en todo el mundo.

Según el doctor Lechat, “nos sorprendió la magnitud de la asociación entre la temperatura ambiente y la gravedad de la AOS”.

El estudio también identificó diferencias regionales: los países europeos presentaron tasas más altas de AOS asociadas al aumento de las temperaturas en comparación con Australia y Estados Unidos, posiblemente debido a la variación en el uso de aire acondicionado.

La apnea del sueño no solo reduce la calidad de vida, sino que también incrementa el riesgo de desarrollar demencia, enfermedad de Parkinson, hipertensión, enfermedades cardiovasculares, ansiedad, depresión, accidentes de tráfico y mortalidad general, según Johns Hopkins Medicine.

La apnea obstructiva del sueño incrementa el riesgo de demencia, enfermedades cardiovasculares, hipertensión, ansiedad, depresión y accidentes de tráfico. (Imagen ilustrativa Infobae)

Investigaciones previas estiman que en Australia el costo económico anual de los trastornos del sueño, incluida la AOS, asciende a 66.000 millones de dólares australianos.

El equipo de la Universidad de Flinders empleó modelos de economía de la salud basados en años de vida ajustados por discapacidad, una métrica utilizada por la Organización Mundial de la Salud para cuantificar el impacto combinado de enfermedades, lesiones y mortalidad prematura.

El doctor Lechat detalló: “El aumento de la prevalencia de AOS en 2023 debido al calentamiento global se asoció con una pérdida de aproximadamente 800.000 años de vida saludable en los 29 países estudiados”.

Esta cifra, según el estudio, es comparable a la carga de otras enfermedades crónicas graves. En términos económicos, el costo total estimado por el incremento de la AOS en 2023 alcanzó los 98.000 millones de dólares estadounidenses, de los cuales 68.000 millones corresponden a la pérdida de bienestar y 30.000 millones a la reducción de la productividad laboral, ya sea por ausentismo o por menor rendimiento en el trabajo.

El costo económico global de la apnea obstructiva del sueño alcanzó los 98.000 millones de dólares en 2023, con grandes pérdidas en bienestar y productividad laboral. (Imagen Ilustrativa Infobae)

El doctor Lechat subrayó que “sin una mayor acción política para frenar el calentamiento global, la carga de OSA podría duplicarse para el año 2100 debido al aumento de las temperaturas”.

El profesor Danny Eckert, investigador principal del artículo, advirtió que el estudio se centró principalmente en países con altos niveles socioeconómicos y en personas con acceso a ambientes para dormir más favorables y aire acondicionado. Según el experto, “esto puede haber sesgado nuestras estimaciones y llevado a una subestimación del verdadero costo económico y de salud”.

Esta limitación sugiere que el impacto real de la AOS relacionada con el clima podría ser aún mayor en regiones con menos recursos y menor acceso a tecnologías de climatización.

El estudio también resalta la necesidad de mejorar las estrategias de diagnóstico y tratamiento de la apnea obstructiva del sueño.

Expertos piden mejorar el diagnóstico y tratamiento de la apnea obstructiva del sueño y diseñar intervenciones para mitigar el impacto del calor en la salud del sueño y lograr un descanso reparador (Imagen Ilustrativa Infobae)

El profesor Eckert afirmó: “Unas tasas más altas de diagnóstico y tratamiento nos ayudarán a gestionar y reducir los problemas de salud y productividad causados por la AOS relacionada con el clima”.

El equipo de investigación planea diseñar futuros estudios de intervención para explorar métodos que mitiguen el efecto de la temperatura ambiente en la gravedad de la AOS y para investigar los mecanismos fisiológicos que vinculan las fluctuaciones térmicas con el empeoramiento de la enfermedad.