Cuando la semaglutida fue introducida hace pocos años para el tratamiento de la diabetes tipo 2 y la obesidad, rápidamente se destacó por su capacidad para ayudar a los pacientes a perder peso de manera eficaz y sostenible. Pero enseguida los expertos notaron también beneficios para la salud cardiovascular y la prevención de varias enfermedades relacionadas con el corazón.
El ensayo clínico SELECT reveló que la semaglutida, inicialmente aprobada para tratar el sobrepeso, reduce en pocas semanas los eventos cardiovasculares graves, incluso antes de que los pacientes hayan perdido peso de forma significativa.
Un nuevo estudio ampliatorio se presentó recientemente en Málaga, España, en el 32º Congreso de Obesidad, donde se pudo observar que la semaglutida tiene un efecto importante en la reducción de eventos aun antes de reducir el peso corporal, con lo cual la droga tiene acción por sí misma, más allá de tratar el sobrepeso, para prevenir eventos cardiovasculares.
El doctor Ernesto Duronto, cardiólogo de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC) y Jefe de Unidad Coronaria y del Departamento de Docencia e Investigación en la Fundación Favaloro, explicó a Infobae que los efectos protectores de la semaglutida sobre la salud cardiovascular se vuelven evidentes en cuestión de meses, un periodo mucho más corto que otros tratamientos tradicionales.
“La semaglutida 2,4 mg es el único agonista del GLP-1 que ha demostrado estos efectos tempranos y rápidos sobre la salud cardiovascular, con beneficios observables en cuestión de meses y no años, lo que resalta su papel clave en la práctica clínica y la urgencia de iniciar el tratamiento en pacientes de alto riesgo”, afirmó Duronto. Este descubrimiento ha mostrado que la semaglutida no solo actúa sobre el control de peso, sino que genera beneficios inmediatos en la salud del corazón, particularmente en aquellos con condiciones preexistentes como la enfermedad cardiovascular.
“Se trata del único fármaco probado a la fecha que tiene esta reducción de eventos. Por supuesto, hay otros estudios en marcha con otras moléculas, pero todavía ninguna ha llegado a probar lo que ha probado este que lo hace porque tiene un efecto que reduce la inflamación, que se mide por proteína c-reactiva, la cual reduce la presión arterial, mejora el perfil metabólico de los pacientes, y baja el colesterol. Estos son efectos que ayudan a la reducción de infarto o muerte y accidente cerebrovascular. Después, creemos que la droga tiene otros efectos que son anti aterogénicos, pero esto está por demostrarse en algunos estudios que están en marcha”, agregó el experto.
Protección cardiovascular temprana y resultados sostenibles en obesidad
Los datos presentados en Málaga evidencian que la semaglutida 2,4 mg no solo reduce el riesgo de eventos cardiovasculares importantes a largo plazo, sino que también ofrece protección en etapas tempranas del tratamiento.
En los primeros tres meses, el fármaco redujo en un 37% el riesgo de eventos cardiovasculares adversos mayores en adultos con obesidad y enfermedad cardiovascular. Además, en el transcurso de seis meses, se observó una disminución del 50% en el riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular y un 59% en el riesgo de ser hospitalizado o requerir atención urgente debido a insuficiencia cardíaca o muerte cardiovascular.
Duronto resaltó la importancia de estos hallazgos, que revelan que la protección cardiovascular comienza mucho antes de que el paciente logre una pérdida de peso significativa: “El tratamiento con semaglutida es especialmente relevante en el contexto de la creciente prevalencia de la obesidad, que aumenta el riesgo de enfermedades como infarto, accidente cerebrovascular y muerte súbita”. Esta protección cardiovascular no está vinculada exclusivamente a la pérdida de peso, lo que marca un avance fundamental en el tratamiento de enfermedades cardiometabólicas.
En tanto, la doctora Paula Pérez Terns, cardióloga y jefa de la unidad de insuficiencia cardíaca del sanatorio Dupuytren, agregó que este subanálisis confirma que los efectos beneficiosos de la semaglutida comienzan de manera temprana, lo que la convierte en una herramienta esencial en la prevención primaria y secundaria de enfermedades cardiovasculares.
“La enfermedad cardiovascular está presente en la mayoría de las causas de muerte asociadas a la obesidad. Dado el aumento sostenido de la obesidad, existe una necesidad urgente de terapias eficaces”, afirmó Pérez Terns y destacó que la intervención temprana puede ser crucial para evitar complicaciones graves a largo plazo.
Un tratamiento integral para la obesidad y la salud cardiovascular
El tratamiento con semaglutida 2,4 mg ha demostrado ser una opción eficaz no solo para controlar el peso, sino también para mejorar la salud cardiovascular. Sin embargo, su efectividad depende en gran medida de un enfoque integral que combine el fármaco con modificaciones en la alimentación, ajustes en la calidad y cantidad de los alimentos y un seguimiento médico regular.
Esta semana, la doctora Carla Gauna, médica clínica especializada en obesidad y diabetes, explicó en Infobae en Vivo que la semaglutida actúa principalmente sobre los centros de regulación del hambre y la saciedad en el cerebro, lo que explica su impacto en el control del apetito.
“La semaglutida actúa sobre los centros de regulación del hambre y la saciedad, y eso es clave para entender su efecto. No es mágica, pero puede ayudar mucho cuando hay un plan médico serio detrás”, comentó Gauna en una entrevista reciente.
Sin embargo, la médica subrayó que, aunque el medicamento ayuda a reducir el hambre y a promover la saciedad, no debe considerarse como una solución aislada. Es esencial que los pacientes sigan un plan alimentario adecuado y reciban supervisión médica continua para maximizar los beneficios del tratamiento y minimizar los posibles efectos adversos.
Entre los efectos secundarios más comunes que los pacientes experimentan, la Dra. Gauna mencionó síntomas gastrointestinales como náuseas, vómitos, constipación y diarrea. Estos efectos son comunes al inicio del tratamiento, especialmente si no se realiza un ajuste adecuado en la dieta. Sin embargo, la médica destacó que estos síntomas suelen ser transitorios y pueden evitarse con un adecuado acompañamiento profesional.
“No es una solución estética para alguien que quiere perder cinco kilos y no tiene intención de cambiar su estilo de vida”, aclaró Gauna, enfatizando la importancia de un enfoque holístico y sostenido en el tratamiento de la obesidad. Para la médica, la intervención profesional es esencial para que los pacientes no solo logren perder peso, sino que también mejoren su salud a largo plazo y eviten el efecto rebote.
“En Argentina ya se desarrolló la versión oral de la semaglutida, lo que puede facilitar el tratamiento en ciertos casos”, señaló Gauna y es ser útil para pacientes que prefieren no inyectarse el fármaco.
Los participantes del estudio SELECT, que incluyeron a 17.604 adultos en 41 países, fueron evaluados durante más de 39 meses. Como concluyó el Duronto, “la intervención oportuna en personas con obesidad y enfermedad cardiovascular es crucial para reducir el riesgo de muerte cardiovascular, infarto o accidente cerebrovascular”.