A los 69 años, Maria Shriver, periodista, ex primera dama de California y miembro de la emblemática familia Kennedy, se encuentra en un momento de profunda transformación personal. Tras décadas de éxito profesional y una vida marcada por la presión familiar y las crisis personales, ha encontrado en la escritura y la introspección herramientas para la sanación y la autoaceptación.
El lanzamiento de su nuevo libro de poesía, I Am Maria, refleja dicho proceso y su renovado compromiso con el activismo en salud cerebral, especialmente en torno al Alzheimer y la investigación en mujeres. Así lo reveló en una extensa entrevista en The Rich Roll Podcast, donde compartió sus reflexiones más íntimas sobre identidad, propósito y resiliencia.
El peso del legado Kennedy: presión, expectativas y servicio
Nacida en el seno de una de las familias más influyentes de Estados Unidos, Maria Shriver creció rodeada de figuras públicas y de una cultura familiar orientada al servicio y al cambio social. “Mis padres eran arquitectos del cambio”, relató.
Su padre, Sargent Shriver, fundó el Cuerpo de Paz y lideró iniciativas como la “guerra contra la pobreza”, mientras que su madre, Eunice Kennedy Shriver, impulsó los Juegos Olímpicos Especiales y colaboró con su hermano, el presidente John F. Kennedy, en políticas de salud mental.
La atmósfera en el hogar Shriver-Kennedy era intensa, competitiva y, en palabras de Maria, “caótica y probablemente disfuncional”. La expectativa era clara: “Estás aquí para cambiar el mundo y debes empezar lo antes posible”.
La presión por estar a la altura del legado familiar se combinaba con una educación católica estricta y una constante exposición pública. “El mensaje que recibí desde muy joven fue que no era suficiente solo por ser Maria. Tenía que salir y demostrarlo”, confesó.
Esta dinámica, según Shriver, generó una búsqueda constante de aprobación y una sensación de insuficiencia que la acompañó durante gran parte de su vida adulta. “Intenté cambiar ese patrón con mis hijos, para que supieran que son suficientes tal como son, independientemente de lo que hagan”, explicó.
Periodismo, independencia y la búsqueda de propósito
En medio de ese entorno, Shriver buscó su propio camino. El periodismo se presentó como una vía de independencia y autoafirmación. La chispa surgió durante la campaña presidencial de 1972, cuando su padre fue candidato a la vicepresidencia.
Al no haber espacio para ella en la parte delantera del avión, se sentó con los periodistas en la parte trasera y descubrió un mundo de creatividad y narración que la fascinó. “Sentí que ahí pertenecía, con personas que contaban historias y buscaban la verdad”, recordó.
La decisión de dedicarse al periodismo fue vista con escepticismo por su familia, acostumbrada a “hacer la noticia” y no a contarla. Sin embargo, Shriver perseveró, convencida de que podía forjar su propia identidad profesional. “Quería destacar, llamar la atención de mis padres y sentir que era suficiente”, admitió.
A lo largo de su carrera, Shriver se consolidó como una periodista reconocida, autora de varios libros y, más tarde, primera dama de California. Sin embargo, el éxito profesional no disipó la sensación de vacío interior. “Pensé que me sentiría suficiente cuando ganara un Emmy o cuando mi libro estuviera en la lista de los más vendidos del New York Times, pero esa sensación desaparecía a los cinco minutos”, relató en la entrevista en The Rich Roll Podcast.
Crisis, divorcio y el camino hacia la sanación
La vida personal de Shriver también estuvo marcada por desafíos. Su matrimonio con Arnold Schwarzenegger, figura pública y exgobernador de California, representó tanto una vía de escape del entorno familiar como la recreación de ciertas dinámicas de su infancia. “No me di cuenta de que estaba repitiendo patrones hasta que mi relación terminó”, reconoció.
El divorcio fue un punto de inflexión. “Fue un momento de profunda introspección para entender cómo llegué hasta ahí y cómo podía resucitarme a mí misma”, explicó.
Por primera vez, Shriver recurrió a la terapia y exploró diversas prácticas de sanación, desde la meditación hasta la escritura de poesía. “Quería reparar y sanar, ser un buen ejemplo para mis hijos y mantener una relación cordial con Arnold por el bienestar de la familia”, detalló.
La escritura se convirtió en una herramienta fundamental en este proceso. “Escribir poesía me permitió visualizar un futuro diferente y encontrar una voz interna que desconocía”, afirmó. La práctica de la introspección y el silencio, sumada a la terapia, le ayudó a reconciliarse consigo misma y a cultivar la compasión, tanto hacia su pasado como hacia los demás.
“I Am Maria”: poesía como herramienta de autodescubrimiento
El resultado de este proceso es I Am Maria, un libro de poesía que, según la propia autora, no es una memoria tradicional, sino una exploración honesta y vulnerable de su viaje hacia la autenticidad y la sanación. “Quería reflexionar sobre cómo llegué hasta aquí y que mi experiencia pudiera ser útil para otros”, explicó Shriver en el podcast.
La poeta Mary Oliver, amiga y mentora, jugó un papel clave en el impulso para publicar estos poemas. “Me animó a compartir mi poesía, a escribir más. Su poema The Journey cambió mi perspectiva sobre la vida y mi propio papel en ella”, relató.
Shriver defiende la democratización de la poesía como una herramienta accesible para todos. “Creo que todos somos poetas, creativos y artistas. Escribir desde la primera línea de nuestras vidas puede ser sanador”, sostuvo. Su esperanza es que el libro inspire a otros a escribir y a utilizar la poesía como medio de autoconocimiento y sanación.
Activismo en salud cerebral y Alzheimer: una misión personal
Además de su faceta literaria, Maria Shriver ha dedicado los últimos años a la defensa de la salud cerebral, con un enfoque especial en el Alzheimer y la investigación en mujeres. La enfermedad de su padre, Sargent Shriver, fue el detonante de este compromiso. “Ver a alguien tan inteligente perder la memoria fue una experiencia impactante”, relató.
Como periodista, Shriver investigó el Alzheimer y pronto detectó que afectaba de manera desproporcionada a las mujeres, un hecho que la comunidad médica atribuía únicamente a la mayor longevidad femenina. Sin embargo, tras liderar un informe en colaboración con la Alzheimer’s Association, demostró que existían otros factores y que la investigación en salud cerebral en mujeres estaba rezagada.
Esta constatación la llevó a fundar el Women’s Alzheimer’s Movement, una organización dedicada a financiar investigaciones sobre el cerebro de las mujeres. También colaboró con la Casa Blanca en la Iniciativa para la Salud y la Investigación de la Mujer, y junto a su hijo Patrick creó Mosh, una empresa enfocada en la nutrición cerebral.
“Hoy sabemos que el estilo de vida influye en el riesgo de demencia y Alzheimer: lo que comemos, cómo dormimos, cómo nos movemos. Pero aún falta concienciación y apoyo, especialmente para los cuidadores”, subrayó Shriver. La periodista aboga por más recursos, apoyo a las familias y una mayor prioridad política para la investigación y el cuidado de quienes padecen estas enfermedades.
Autoaceptación, compasión y esperanza: el mensaje de Maria Shriver
A lo largo de la entrevista, Shriver insistió en la importancia de la autoaceptación y la compasión, tanto hacia uno mismo como hacia los demás. “Durante mucho tiempo fui muy dura conmigo misma. Ahora siento compasión por la joven Maria que no sabía cómo manejar sus emociones”, confesó.
Su mensaje, tanto en el libro como en su activismo, es de esperanza y resiliencia. “Todos estamos en un proceso de autodescubrimiento. No importa cuán exitoso o conocido seas, nadie está exento de los desafíos de la vida. Lo esencial es aprender a escucharse, a perdonarse y a empezar donde uno está”, afirmó.
Shriver concluyó la conversación con una cita de Ralph Waldo Emerson: “Lo que está delante de ti y lo que está detrás de ti son asuntos pequeños comparados con lo que está dentro de ti”. Para ella, la clave está en reconocer la propia fortaleza y en saber que siempre es posible “resucitarse” y encontrar un nuevo propósito.
La historia de Maria Shriver, relatada en detalle en The Rich Roll Podcast, es un testimonio de transformación, vulnerabilidad y compromiso social. Su libro y su activismo en salud cerebral son reflejo de una vida dedicada a la búsqueda de sentido, la sanación personal y el servicio a los demás.