La terapia CAR-T utiliza linfocitos T modificados para atacar tumores con precisión sin precedentes (Créditos: CC0 Dominio público)

El cáncer se convirtió en uno de los mayores desafíos sanitarios del siglo XXI. Cada año, millones de personas en todo el mundo reciben un diagnóstico que transforma radicalmente sus vidas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2022 se estimaron 20 millones de nuevos casos y cerca de 10 millones de muertes por esta enfermedad. Y el panorama futuro es aún más alarmante: para 2050, se espera que los casos superen los 35 millones anuales, lo que representa un aumento del 77%.

Los tipos de cáncer más comunes incluyen el cáncer de pulmón, el de mama, el colorrectal, el de próstata y el de estómago. En este contexto, hablar de esta enfermedad es resaltar cómo esta emergencia silenciosa, que exige respuestas urgentes y un compromiso global para salvar vidas, puede enfrentar un cambio radical.

A su vez, la terapia con células CAR-T irrumpió en la medicina como una de las innovaciones más prometedoras en la lucha contra el cáncer, al modificar genéticamente los linfocitos T para atacar tumores con una precisión sin precedentes. Se trata de una nueva generación de tratamientos conocidos como inmunoterapias o terapias personalizadas, ya que utilizan al propio organismo de cada individuo (sistema inmune) para enfrentar a los tumores.

Dentro los tipos de cáncer más comunes se encuentra el cáncer de pulmón (Imagen Ilustrativa Infobae)

Según The Conversation, más de 1.000 ensayos clínicos en todo el mundo exploran actualmente el potencial de esta tecnología, que ya está transformando la atención médica y abriendo nuevas posibilidades en la medicina oncológica y otras patologías que aún no cuentan con tratamientos efectivos, por citar algunos ejemplos.

¿Qué son los linfocitos T y cuál es su función en el sistema inmunitario?

Los linfocitos T son un tipo de célula muy importante del sistema inmunológico, actuando como el “sistema de defensa” del cuerpo. A diferencia de los linfocitos B, que producen anticuerpos, los T no generan estos componentes, sino que se enfocan en atacar directamente a las células infectadas o tumorales. Su trabajo es parecido al de una patrulla policial: recorren el cuerpo para detectar si hay algo raro o peligroso.

Por ejemplo, si encuentran células que están funcionando mal —como las cancerosas— o que no deberían estar ahí, las atacan y las eliminan. Gracias a eso, ayudan a mantener el cuerpo sano y en equilibrio.

Las aplicaciones futuras de la tecnología CAR-T incluyen enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide (Imagen Ilustrativa Infobae)

¿En qué consiste la terapia CAR-T?

La terapia CAR-T es un tratamiento avanzado que potencia la función natural de los linfocitos T, células clave del sistema inmunológico encargadas de defender al organismo. El procedimiento consiste en extraer linfocitos del propio paciente y modificarlos genéticamente en un laboratorio para que adquieran mayor capacidad para reconocer y eliminar células cancerosas.

A estas células se les incorpora un receptor artificial en su superficie llamado CAR (receptor de antígeno quimérico), una especie de “antena” que les permite detectar con alta precisión a las células tumorales. Esta modificación convierte a los linfocitos T en células CAR-T, dotadas de una eficacia superior frente a ciertos tipos de cáncer.

De acuerdo con The Conversation, el cambio equivale a reemplazar un teléfono antiguo por uno de última generación: los linfocitos pasan a operar con una tecnología que mejora significativamente su rendimiento inmunológico.

Las terapias CAR-T autorizadas han demostrado eficacia en el tratamiento de leucemias y mielomas refractarios ( Imagen Ilustrativa Infobae)

Avances y eficacia: multiplicación de opciones terapéuticas

El desarrollo de células CAR-T en laboratorio y los avances en edición genética ampliaron significativamente las opciones de tratamiento para pacientes con cáncer. Según The Conversation, actualmente existen seis terapias CAR-T autorizadas para su uso clínico, las cuales demostraron una eficacia notable, especialmente en el tratamiento de leucemias y mielomas, donde permitió abordar casos que no respondían a otros tratamientos.

La revolución CAR-T, ampliamente documentada, multiplicó las alternativas terapéuticas y consolidó la medicina personalizada como una realidad en la práctica clínica. La información publicada por The Conversation subraya que la capacidad de adaptar el tratamiento a las características genéticas de cada paciente representa un cambio de paradigma en la atención médica.

Las células CAR-T generan respuestas inmunológicas mil veces más potentes que los linfocitos convencionales
MARTA HERGUETA / CNIO

¿Qué pasa en Argentina con la terapia CAR-T?

En Argentina, la terapia CAR-T aún se encuentra en etapa de ensayos clínicos en instituciones como el Hospital Alemán, el Hospital Italiano de Buenos Aires y el Hospital Privado de Córdoba, donde ya fueron tratados pacientes en el contexto experimental. Desde 2023 se vienen aplicando tratamientos bajo estudios clínicos.

A modo de ejemplo, en diálogo con Infobae, la doctora Andrea Buschiazzo (MN 79962), médica especialista en enfermedades autoinmunes y directora global de investigaciones en enfermedades reumáticas en Fortrea, afirmó: “Los ensayos clínicos en enfermedades autoinmunes estarían comenzando en Argentina a partir de finales de 2025″.

A su vez, Buschiazzo detalló: “Su potencial para inducir remisiones duraderas sin la necesidad de medicación inmunosupresora representa una esperanza significativa para pacientes con enfermedades autoinmunes refractarias (NdeR: resistentes a tratamientos estándares)”.

Investigaciones combinan CAR-T con quimioterapia y nuevos métodos para superar barreras inmunológicas (EFE/Javier Cebollada)

Soluciones e innovaciones en investigación

Los científicos están trabajando para mejorar la terapia CAR-T combinándola con tratamientos como la quimioterapia y radioterapia, lo que podría hacer que las células modificadas ataquen los tumores de manera más efectiva.

Además, se utilizan medicamentos que facilitan la detección de las células cancerígenas por parte del sistema inmunológico. Otra estrategia es usar células CAR-T de donantes sanos, beneficiando a pacientes que no pueden usar sus propias células, lo que acelera y abarata el proceso.

En cánceres complejos como el de cerebro y ovario, se están desarrollando métodos para identificar características únicas en las células malignas, permitiendo una mayor precisión y menos daño a las células sanas, además de abordar el desafío de tratar el cerebro y controlar la inflamación. Estos avances buscan hacer la terapia CAR-T más efectiva para diversos tipos de cáncer.

El mercado global de terapias CAR-T proyecta un crecimiento de más de 100.000 millones de dólares para 2032 (Imagen Ilustrativa Infobae)

Aplicaciones más allá del cáncer

Además del cáncer, la investigación explora la aplicación de CAR-T en enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide. Estos estudios clínicos abren una nueva vía terapéutica para patologías sin tratamientos efectivos duraderos, lo que podría transformar el abordaje de afecciones crónicas refractarias.

El crecimiento del mercado de terapias CAR-T ha sido notable. The Conversation indicó que se espera que su valor pase de 10.390 millones de dólares en 2024 a 128.550 millones en 2032. Esta expansión refleja tanto el entusiasmo científico como el interés comercial, especialmente en su potencial para tumores sólidos y otras enfermedades complejas.

La terapia CAR-T representa una transformación sustancial en la medicina del siglo XXI, con aplicaciones que van más allá del cáncer y perspectivas que continúan ampliándose con cada avance científico.