MIÉRCOLES, 21 de mayo de 2025 (HealthDay News) — ¿Le preocupa estar consumiendo demasiados alimentos ultraprocesados?

Los análisis de sangre y orina podrían revelar cuánto de su dieta se compone de alimentos producidos industrialmente, según un estudio reciente.

Las sustancias químicas producidas a medida que el cuerpo convierte los alimentos y bebidas ultraprocesados en energía se pueden encontrar en la sangre y la orina de las personas, informaron los investigadores en la edición del 20 de mayo de la revista PLOS Medicine.

Ciertos conjuntos de estas sustancias químicas, conocidas como metabolitos, se corresponden de forma fiable con la cantidad de alimentos ultraprocesados que consume una persona, encontraron los investigadores.

Las puntuaciones basadas en estos metabolitos, «predictivas de la ingesta de alimentos ultraprocesados, podrían proporcionar una nueva perspectiva sobre el papel de los alimentos ultraprocesados en la salud humana», escribió un equipo dirigido por la investigadora principal Erikka Loftfield, investigadora de epidemiología metabólica del Instituto Nacional del Cáncer.

Los alimentos ultraprocesados se elaboran principalmente con sustancias extraídas de alimentos integrales, como grasas saturadas, almidones y azúcares añadidos.

Estos productos también contienen una amplia variedad de aditivos para hacerlos más sabrosos, atractivos y estables, incluidos colorantes, emulsionantes, sabores y estabilizantes.

Algunos ejemplos son los productos horneados envasados, los cereales azucarados, los productos listos para comer o calentar y los embutidos.

Cada vez hay más pruebas que relacionan los alimentos ultraprocesados con una serie de riesgos para la salud.

Por ejemplo, un estudio de abril encontró que por cada aumento del 10% en los alimentos ultraprocesados, el riesgo de muerte prematura de una persona por cualquier causa aumenta en un 3%, según los hallazgos publicados en el American Journal of Preventive Medicine.

Los alimentos ultraprocesados ahora representan más de la mitad de las calorías que consumen los adultos y los niños en EE. UU., señalaron los investigadores en las notas de respaldo.

Para este nuevo estudio, los investigadores analizaron muestras de sangre y orina de 718 adultos mayores, junto con diarios de alimentos, para identificar metabolitos relacionados con los alimentos ultraprocesados. Este proceso duró un año, y los participantes proporcionaron muestras de sangre a principio, mediados y finales de año.

En general, los investigadores identificaron 191 metabolitos en la sangre y casi 300 en la orina que se correlacionaron significativamente con la ingesta de alimentos ultraprocesados, apuntaron los investigadores.

De ellos, seleccionaron 28 metabolitos en la sangre y 33 metabolitos en la orina para que sirvieran como una «puntuación» más precisa para evaluar la cantidad de alimentos ultraprocesados que una persona había comido.

Luego, los investigadores probaron sus hallazgos en un experimento de laboratorio alimentando a 20 personas con dos dietas diferentes, una que contenía un 80% de alimentos ultraprocesados y la otra que no comía ultraprocesados en absoluto.

Cada persona comió cada dieta durante dos semanas, después de las cuales se tomaron muestras de sangre y orina.

Los resultados mostraron que los metabolitos identificados sí coincidían con las cantidades de alimentos ultraprocesados que los participantes del laboratorio habían devorado durante las dos semanas anteriores.

Un grupo más pequeño de cuatro personas demostró que las pruebas también podían diferenciar las dietas que contenían un 30% y un 80% de alimentos ultraprocesados.

Este tipo de pruebas podrían proporcionar un impulso serio a los esfuerzos dirigidos a comprender el impacto de los alimentos ultraprocesados en la salud de una persona, dijeron los investigadores.

Con las pruebas, los investigadores no tendrían que depender de la memoria de las personas para determinar la cantidad de alimentos ultraprocesados que han comido.

«Los perfiles metabolómicos que identificamos reflejan un patrón dietético caracterizado no solo por un alto consumo de alimentos ultraprocesados, sino también por una baja ingesta de alimentos integrales, incluidas frutas y verduras frescas», escribieron los investigadores.

Sin embargo, anotaron que sus pruebas deben confirmarse en estudios más grandes en los que participen más personas de distintos orígenes que coman dietas variadas.

Más información

La Clínica Cleveland ofrece más información sobre los alimentos ultraprocesados.

FUENTES: PLOS Medicine, 20 de mayo de 2025; PLOS, comunicado de prensa, 20 de mayo de 2025