El profesor Daniel M. Davis, reconocido internacionalmente en el campo de la inmunología y director del Departamento de Ciencias de la Vida en el Imperial College de Londres, compartió en el ZOE podcast una perspectiva actualizada sobre cómo cuidar el sistema inmunológico.
Con 25 años de experiencia en investigación y más de 140 publicaciones científicas, desmontó mitos populares y expuso, desde la ciencia, los factores que realmente afectan la salud inmunitaria.
Davis, quien participó en el descubrimiento de la sinapsis inmunitaria, explicó en el podcast que el sistema inmunológico no solo actúa como defensa frente a infecciones, sino que su función principal es mantener el equilibrio en el organismo.
Debe ser lo suficientemente eficaz para combatir virus, pero también lo bastante preciso para no atacar componentes normales del propio cuerpo. “El sistema inmunitario es muy complejo. Es importante para combatir infecciones, evitar enfermedades como el cáncer y mantener el equilibrio en el cuerpo”, afirmó.
Por ello, reforzar el sistema inmunológico de manera indiscriminada es engañoso y potencialmente perjudicial, ya que un sistema hiperactivo puede provocar alergias o enfermedades autoinmunes.
“Si el sistema inmunológico se vuelve demasiado activo, puede empezar a atacar partes sanas del cuerpo, lo que conduce a enfermedades autoinmunes o alergias”, advirtió Davis al conductor del podcast, Jonathan Wolf.
Mitos y creencias sobre la inmunidad
En la entrevista, abordó mitos comunes sobre la inmunidad. Uno de los más extendidos es el supuesto efecto preventivo de la vitamina C frente al resfriado. El inmunólogo fue claro: “La vitamina C no previene el resfriado. Esto está inequívocamente comprobado en ensayos clínicos”.
Si bien una ingesta elevada puede acortar la duración de los síntomas en unas horas, no existe evidencia de que prevenga infecciones. De igual modo, abrigarse en invierno no evita los resfriados, aunque mantener una temperatura corporal adecuada contribuye al bienestar general.
Factores que afectan la inmunidad
A lo largo de la conversación en el ZOE podcast, Davis identificó cinco factores principales que debilitan el sistema inmunitario:
1. Estrés crónico
El impacto del estrés prolongado sobre la inmunidad está ampliamente documentado. El cuerpo, al percibir una amenaza, libera hormonas como el cortisol, que suprimen la actividad inmunológica.
“El estrés a largo plazo puede afectar su salud inmunológica. Está comprobado que, por ejemplo, practicar tai chi reduce los niveles de cortisol”, explicó Davis.
El estrés ocasional no representa un riesgo, pero la ansiedad mantenida durante meses puede aumentar la susceptibilidad a infecciones.
2. Deficiencia de vitamina D
La falta de exposición solar, especialmente en invierno, puede reducir los niveles de vitamina D, un nutriente esencial para el funcionamiento inmunitario.
Davis citó estudios que demuestran que la suplementación con vitamina D, en personas con riesgo de deficiencia, reduce la probabilidad de desarrollar enfermedades autoinmunes.
3. Falta de ejercicio regular
El sedentarismo debilita la respuesta inmunológica. El mayor beneficio se observa en quienes incorporan actividad física tras periodos de inactividad. El ejercicio moderado estimula la producción de citocinas, moléculas clave en la comunicación entre células inmunes.
4. Desequilibrio en la exposición a gérmenes
Davis recordó investigaciones que sugieren que una exposición moderada a microbios en la infancia puede entrenar al sistema inmunitario y reducir el riesgo de alergias.
Sin embargo, advirtió que la evidencia aún es insuficiente para establecer recomendaciones prácticas, ya que otros factores, como la dieta o el entorno, también influyen.
5. Envejecimiento y cambios genéticos
Con la edad, aumenta la inflamación de fondo y la susceptibilidad a enfermedades autoinmunes. Además, los genes relacionados con el sistema inmunológico son los que más varían entre personas, lo que explica respuestas diferentes frente a la misma infección. El gen HLA-B27 puede aumentar el riesgo de autoinmunidad, pero también conferir resistencia al VIH.
El inmunólogo también instó a la cautela ante soluciones milagrosas y a mantener una actitud crítica frente a productos que prometen beneficios extraordinarios sin evidencia científica.
“Cada vez que veas algo que parezca que te acaba de revelar un nuevo secreto sobre lo que va a mejorar tu salud inmunológica, sé un poco escéptico y piensa: Bueno, ¿cuál fue el experimento que hicieron?”, recomendó en el ZOE podcast.
Inmunidad y salud mental
Otro aspecto destacado de la entrevista fue la relación entre el sistema inmunitario y la salud mental. Explicó que la activación inmunológica, medida a través de moléculas como las citocinas, puede correlacionarse con el desarrollo de trastornos mentales, como la depresión.
Estudios mostraron que niveles elevados de ciertas citocinas en la infancia pueden asociarse a un mayor riesgo de depresión en la adolescencia. Además, medicamentos que bloquean la acción de citocinas demostraron mejorar el bienestar mental en personas con enfermedades autoinmunes.
Aunque la evidencia es preliminar y no permite establecer recomendaciones específicas, Davis subrayó la importancia de considerar la salud mental como parte integral del bienestar inmunológico.
En la recta final del episodio, el experto resumió los consejos clave: evitar el estrés prolongado, mantener una rutina de ejercicio, considerar la suplementación de vitamina D en caso de deficiencia y desconfiar de soluciones rápidas.
Como reflexión, Davis destacó en el ZOE podcast que la fortaleza del sistema inmunitario reside en la diversidad genética de la humanidad.
La variabilidad entre individuos es lo que permite a la especie adaptarse y resistir a diferentes amenazas, y constituye la base de nuestra resiliencia colectiva.