El orégano, una de las hierbas más habituales en la gastronomía mediterránea, fue valorado durante siglos por sus propiedades culinarias y medicinales.
La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos y la Fundación Española de la Nutrición señalan que esta planta aporta beneficios claves para la salud articular, la producción de colágeno y el bienestar general, dadas sus propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y antimicrobianas.
Los principales beneficios del orégano para la salud
El orégano (Origanum vulgare), originario de la región mediterránea, se destaca por su composición rica en vitaminas A, C, E y K, así como fibra, hierro y calcio.
De acuerdo con las investigaciones, su uso recurrente trasciende lo gastronómico, ya que en la medicina tradicional se emplea como remedio natural para varias afecciones.
Estudios mencionan que los componentes carvacrol y timol presentes en las hojas y el aceite esencial de orégano actúan como antioxidantes, apoyando la protección celular contra el estrés oxidativo.
Entre los principales 15 beneficios que se le atribuyen se destacan:
- Fortalece el sistema inmunológico.
- Favorece la salud articular.
- Estimula la síntesis natural de colágeno.
- Contribuye al control de la inflamación.
- Ofrece un efecto antimicrobiano ante bacterias y hongos.
- Posee acción analgésica para molestias musculares y articulares.
- Apoya la salud digestiva.
- Ayuda al equilibrio cardiovascular debido a su contenido de potasio.
- Proporciona antioxidantes que previenen el envejecimiento prematuro de los tejidos.
- Favorece la salud respiratoria por su efecto antiséptico.
- Es fuente de minerales como calcio, magnesio, hierro y fósforo.
- Contribuye a la regulación del azúcar en sangre.
- Mejora el estado de la piel gracias a la vitamina C y polifenoles.
- Disminuye molestias menstruales.
- Promueve la salud ósea.
Cómo ayuda el orégano a fortalecer las articulaciones
Las propiedades antiinflamatorias del orégano contribuyen al alivio de trastornos articulares. Los especialistas detallan que los flavonoides y ácidos fenólicos de la planta ayudan a reducir la respuesta inflamatoria excesiva en articulaciones como las rodillas. Esto resulta beneficioso para personas con problemas articulares o procesos degenerativos como la artritis, ya que el orégano actúa sobre los mediadores que desencadenan la inflamación.
Un estudio de la Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU. explica que el carvacrol presente en el aceite de orégano ha mostrado eficacia contra patógenos que pueden afectar la salud general, apoyando indirectamente a la función articular. Esta contribución antiinflamatoria se complementa con la capacidad analgésica de la hierba, lo que permite el alivio del dolor y la mejora de la movilidad en casos de inflamación.
Además, la Fundación Española de la Nutrición señala que el orégano es una fuente relevante de potasio, mineral fundamental para el correcto funcionamiento muscular y el mantenimiento de las articulaciones.
Cómo ayuda el orégano a generar colágeno
La producción de colágeno es clave para conservar la elasticidad y firmeza de los tejidos conectivos, piel y huesos. Los especialistas informan que cada 100 gramos de orégano contienen 2,3 miligramos de vitamina C, un nutriente indispensable para la síntesis de colágeno.
Aunque esta cantidad parece modesta, la combinación de vitamina C y antioxidantes que protegen las células estimuladoras de colágeno fortalece este proceso natural.
El papel de los antioxidantes en la preservación y estimulación del colágeno, protegiendo las estructuras celulares involucradas de un daño prematuro. Este beneficio resulta especialmente relevante para el envejecimiento saludable de la piel y para optimizar la recuperación de tejidos tras lesiones.
Cómo ayuda el orégano a la salud gastrointestinal
El orégano ha sido tradicionalmente recomendado para favorecer la digestión y aliviar molestias gastrointestinales. La infusión de orégano se emplea en la medicina natural austriaca para tratar desórdenes en el tracto digestivo, gracias a su contenido en flavonoides, taninos y aceites esenciales. El carvacrol y el timol presentes en esta planta poseen propiedades antimicrobianas, eficaces contra bacterias responsables de infecciones alimentarias como E. coli y Salmonella.
La fibra del orégano apoya el tránsito intestinal, mientras que su efecto antiespasmódico puede aliviar molestias estomacales y reducir la inflamación intestinal.
Otros beneficios poco conocidos del orégano
Aparte de las propiedades más difundidas, el orégano presenta ventajas menos conocidas. Entre ellas, su carácter antioxidante evita el daño celular asociado al envejecimiento y reduce el riesgo de contraer infecciones recurrentes. De acuerdo a la Fundación Española de la Nutrición, contiene 44 mg de hierro por cada 100 gramos, lo que puede favorecer la prevención de la anemia.
También es utilizado para aliviar los síntomas de catarros y dolores de garganta, atribuibles a su efecto antiséptico. El beta-cariofilina (E-BCP) contribuye a la prevención de patologías metabólicas como la osteoporosis y la arterioesclerosis, según estudios médicos. Se han reportado efectos calmantes ante el dolor menstrual y las molestias musculares.
Cómo preparar infusión de orégano
La infusión de orégano puede elaborarse fácilmente en casa. Los especialistas recomiendan hervir un litro de agua y añadir dos cucharadas de hojas limpias, frescas o secas. Una vez alcanza el hervor, se deja durante tres minutos. Se retira del fuego y se reposa cinco minutos antes de colar las hojas. La infusión puede tomarse sola o endulzada según las preferencias personales.
Se recomienda consultar con un profesional de la salud antes de consumir aceite esencial de orégano, especialmente en caso de padecer alergias conocidas. El orégano, en dosis adecuadas y bajo indicación profesional, puede convertirse en un aliado tanto en la cocina diaria como en el mantenimiento integral de la salud.