YPF avanza en el diseño de la subsidiaria “YPF Nuclear”, con la que espera liderar el desarrollo de la minería de uranio en la Argentina como parte de su agenda 2030 y sumarse al plan que encabeza Demian Reidel en Nucleoeléctrica para transformar la matriz del país con la energía atómica. La intención de la petrolera de mayoría estatal es que las operaciones comiencen en Chubut, mientras la provincia inició negociaciones con el Gobierno nacional para la reversión de recursos con una valuación millonaria.
Este miércoles se reunieron en la Torre de YPF en Puerto Madero el gobernador de Chubut, Ignacio Torres, el jefe de Gabinete Guillermo Francos, el presidente de la empresa de mayoría estatal, Horacio Marín, y Reidel para hablar del tema. También formó parte de la Charla la presentación del mandatario provincial ante la Corte de Nueva York para levantar el embargo sobre las acciones de la petrolera por la expropiación del 2012.
“YPF avanza en el diseño institucional de YPF Nuclear, su nueva subsidiaria que liderará la minería de uranio en Argentina, comenzando en Chubut. Es una pieza clave del Plan Nuclear Argentino, que avanza con decisión para que el país exporte el mineral que alimentará la energía del futuro”, escribió Reidel a través de su cuenta de X.
La estrategia de YPF considera la posibilidad de construir un polo de desarrollo en la provincia, vinculado a la minería de uranio y la generación nuclear, especialmente en caso de que avancen los desarrollos de reactores modulares. En el medio yace una negociación por los recursos naturales.
Torres busca acuerdo con el Gobierno para que la provincia reciba la transferencia de sus minas de uranio en manos de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) como parte de una negociación para compensar el recorte de fondos transferidos desde Nación.
La CNEA controla más de 18 proyectos en Chubut, que abarcan alrededor de 25.000 hectáreas, según estimaciones del gobierno provincial, lo que pone en evidencia su incidencia en el territorio. El área central de Chubut posee un alto potencial exploratorio, con uno de los yacimientos de uranio más relevantes de la región, entre otros minerales.
Entre los territorios mineros involucrados se encuentran Los Adobes, La Primera, Cerro Solo, Laguna Colorada, El Ganso, El Molino, Arroyo Perdido, Sierra Cuadrada, Sierra Cuadrada Sur, El Cruce, Mirasol Chico, Cerro Chivo, Cateo Unión, Ganso Oeste, La Salteada, La Meseta y el Picahueso.
Reidel presentó en abril su Plan Nuclear Argentino, que busca posicionar la energía atómica como un pilar estratégico de la matriz energética en el marco del salto de la demanda por el auge de la Inteligencia Artificial. En su presentación oficial como presidente de Nucleoeléctrica explicó que se necesita un enfoque renovado para atraer inversiones y consolidar la cadena de valor local. También planteó la posibilidad de incrementar las exportaciones nucleares, con Estados Unidos como uno de los grandes clientes potenciales.
La empresa opera las tres centrales nucleares que actualmente tiene Argentina: Atucha I, Atucha II y Embalse, y también tiene a su cargo la construcción de nuevos proyectos en el sector. En este sentido, una de las metas más destacadas del Plan Nuclear Argentino es la construcción de nuevos reactores modulares de 300 MW, con diseño nacional, que se sumarán al complejo nuclear de Atucha, ubicado en Buenos Aires.
El propio Reidel destacó, semanas atrás, en Infobae, las fases del plan nuclear que impulsa el Gobierno, al igual que lo hizo en el evento del Hotel Libertador.
- Fase 1. Desarrollar un reactor modular SRM. Se buscará construir una nueva planta nuclear con cuatro de estos módulos en lo que iba a ser Atucha 3. Esa fase incluye el trabajo coordinado de Invap, Nucleoeléctrica, Conea, Conuar, y otros organismos y entidades, con otros jugadores privados y capital externo.
- Fase 2. Reidel la llama “modelo Gillette” y buscará exportar uranio. “De la misma forma en que te venden la maquinita de afeitar y los repuestos, podemos aprovechar la comercialización de estos reactores modulares para venderlos con un compromiso de compra de uranio argentino, mineral del que tenemos cuantiosas reservas, pero que está totalmente desaprovechado”, afirmó.
- Fase 3. Llegan las inversiones y las empresas mirarán al país como un lugar seguro para enchufar sus data centers, o lo que haga falta en el futuro. “Si logramos las fases 1 y 2, no va a ser ciencia ficción”, dijo.