El cambio en el pasaporte en Uruguay –que decidió excluir el lugar de nacimiento en el documento– generó una intensa polémica política durante tres semanas. El anuncio del rechazo para los ingresos de Alemania y para otorgar visas de Francia provocó reclamos de personas que tenían pensado viajar a esos países, mientras crecieron las críticas en la oposición. La solución del gobierno fue dar marcha atrás a la medida, una decisión que no terminó con la polémica política.
Cuando los ministerios de Interior y Relaciones Exteriores anunciaron que se volvería a incorporar el lugar de nacimiento en el pasaporte, la oposición celebró la decisión, pero también pidió la renuncia del canciller Mario Lubetkin por el manejo que hizo del tema. Durante estas semanas, el ministro negó que hubiera problemas y aseguró que el pasaporte no era rechazado, pese a los comunicados de los países europeos y la advertencia de Japón.
Ante estos pedidos de renuncia, el presidente Yamandú Orsi respaldó a Lubetkin. “Como dice el comunicado de los dos ministros, se revisó y se corrige. Es tan elemental, complejo y exacto como eso. Si nosotros consideráramos que era mejor seguir como estábamos, íbamos a seguir. Si no consideramos que hay que dar un paso atrás, es porque vimos que no era conveniente. Es eso”, respondió el mandatario entrevistado en el noticiero Telenoche de Canal 4.
Consultado específicamente sobre el pedido de renuncia, Orsi respondió: “Y lo van a hacer. Y sí. He escuchado a algunos actores de la oposición y a otros les he escuchado otras cosas. Y sí: van a pedir”.
El presidente agregó que “cada vez más” respalda a Lubetkin. “He tenido la oportunidad de verlo en acción con el mundo pesado y digo: ‘Qué lujo tener a alguien que entiende tanto de esto y que nos puede enseñar tanto’”.
Tras la suspensión, el gobierno llamó en consulta al embajador alemán en Uruguay, Stefan Duppel. Fue él quien, el 9 de julio, publicó un tuit que hizo que comenzara públicamente la polémica por los pasaportes. A través de la red social X anunció que los titulares de los nuevos pasaportes no pueden ingresar a Alemania “ni siquiera para estancias cortas”.
Después de ese anuncio, el diplomático fue llamado en consulta por parte del gobierno, una medida que se repitió en los últimos días, informó La Diaria. Esta segunda convocatoria fue para “expresarle su desagrado por el manejo injustificado del proceso” y, en particular, por el uso de las redes sociales para comunicar la posición del país “en vez de comunicarlo formalmente a las autoridades uruguayas”.
La Embajada de Alemania en Uruguay confirmó que hubo varias reuniones con el Ministerio de Relaciones Exteriores y afirmaron que “se trabaja conjuntamente para solucionar los casos pendientes de visados”.
Con Francia, en tanto, el relacionamiento fue distinto. La restricción que tomó el país era exclusivamente para las visas de larga estadía y no para el ingreso de todos los viajeros. El embajador francés en Uruguay, Jean-Paul Seytre, tuvo una reunión este martes con el canciller Lubetkin y con el ministro Negro en la que les informó que el país reconoció los modelos de pasaporte de las tres versiones: natural uruguayo, nacional uruguayo y ciudadano natural.
En la embajada francesa expresaron que el diplomático fue a ese encuentro con “una muy buena noticia y recibió otra buena noticia”, que fue la de retomar la versión anterior del pasaporte. En la representación en Uruguay estaban esperando el visto bueno de las autoridades francesas.
Uruguay había cambiado su pasaporte para adecuarse a las recomendaciones internacionales y solucionar el problema de ciudadanos que estaban en un limbo legal. Entre los principales cambios del nuevo pasaporte se encontraba la modificación del título “Nacionalidad” por la denominación “Nacionalidad/Ciudadanía”, consignándole el código “URY” tanto a los ciudadanos naturales como a los legales. Esta medida permite que haya una coincidencia entre el país que emite el documento y la ciudadanía de su titular.