El presidente chino, Xi Jinping, se reunió este jueves con su homólogo ruso, Vladimir Putin, en el Gran Palacio del Kremlin, como parte de una visita oficial para conmemorar el 80 aniversario de la victoria soviética sobre la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial.
Xi es el invitado de mayor rango entre los aproximadamente 30 mandatarios extranjeros que asisten a las celebraciones, que coinciden con el tercer año de la ofensiva militar rusa en Ucrania. Este encuentro subraya la creciente dependencia económica de Rusia hacia China desde el inicio del conflicto en febrero de 2022.
“Estoy muy feliz de este nuevo encuentro”, declaró Putin al inicio de la reunión, que fue transmitida en directo por la televisión rusa. El líder ruso expresó su gratitud porque Xi, al igual que durante el 70 aniversario, decidiera celebrar en Moscú esta fecha histórica.
Durante el encuentro, Putin destacó el alto precio que ambas naciones pagaron durante la Segunda Guerra Mundial, señalando que la Unión Soviética perdió unos 27 millones de personas, mientras que en China las víctimas de la contienda ascendieron a 37 millones, entre soldados y civiles.
Posicionamiento internacional
En un mensaje con claras referencias a Occidente, el presidente chino afirmó que Beijing apoyará a Moscú frente al “acoso hegemónico” y el unilateralismo.
“Frente a la corriente internacional contraria al unilateralismo y al comportamiento hegemónico de intimidación, China trabajará con Rusia para asumir las responsabilidades especiales de las principales potencias mundiales”, declaró Xi durante la reunión bilateral.
Xi también señaló que “la confianza política mutua entre China y Rusia es cada vez más profunda, y los lazos de cooperación pragmática son cada vez más fuertes”.
Por su parte, Putin subrayó que ambos países desarrollan sus lazos por el bien de ambos pueblos y no contra nadie. El mandatario ruso calificó las relaciones ruso-chinas como igualitarias, mutuamente beneficiosas y no coyunturales.
Memoria histórica compartida
Ambos mandatarios resaltaron la importancia de preservar la memoria de la Segunda Guerra Mundial, en lo que parece ser una respuesta a lo que Moscú percibe como intentos occidentales de minimizar el papel soviético en la victoria contra el nazismo.
“Junto con nuestros amigos chinos, defendemos firmemente la verdad histórica, protegemos la memoria de los acontecimientos de los años de la guerra y contrarrestamos las manifestaciones modernas de neonazismo y militarismo”, afirmó Putin.
El presidente ruso ha utilizado frecuentemente la memoria de la victoria soviética contra la Alemania nazi para justificar su campaña militar en Ucrania, que según el Kremlin tiene como objetivo “desnazificar” el país vecino, una afirmación que Kiev ha calificado de “incomprensible”.
Acuerdos económicos
Durante la reunión ampliada en el Kremlin, Putin anunció que se firmará un nuevo acuerdo de fomento y defensa de las inversiones con China. El mandatario ruso estimó en más de 200.000 millones de dólares el monto de los proyectos de inversión que maneja la comisión intergubernamental.
Putin indicó que este acuerdo contribuirá positivamente a crear una atmósfera más favorable y será un importante impulso al desarrollo de la cooperación económica.
El intercambio comercial entre ambos países alcanzó casi 245.000 millones de dólares el año pasado, una cifra que según Putin no es ni de lejos el techo para ambas naciones.
El líder ruso destacó que el sector energético es la locomotora de las relaciones, señalando que el pasado año Rusia no sólo lideraba las exportaciones de petróleo a China, sino que también ocupa el primer puesto en los suministros de gas. Además, anunció nuevos proyectos energéticos, como el lanzamiento en 2027 de un gasoducto en el Lejano Oriente ruso que abastecerá al consumidor chino con hasta 10.000 millones de metros cúbicos de gas.
Putin también mencionó que Rusia se ha convertido en el primer importador mundial de coches chinos y que el Kremlin celebra el traslado de fábricas de automoción chinas a territorio ruso.
Celebraciones en medio del conflicto ucraniano
La visita de Xi se produce en un momento delicado, ya que Ucrania acusó a Rusia de violar su propio alto el fuego declarado por Putin para los tres días de celebraciones del 9 de mayo. Según las autoridades ucranianas, Moscú lanzó un ataque aéreo con bombas guiadas contra la región nororiental de Sumy pocas horas después de que entrara en vigor la tregua.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, calificó las conmemoraciones rusas como un “desfile de cinismo” y reiteró su llamado a un alto el fuego incondicional de 30 días, una propuesta estadounidense que había aceptado previamente pero que fue rechazada por Putin.
Para las celebraciones del viernes, una guardia de honor china desfilará por la Plaza Roja como parte de la parada militar, según anunció Putin, quien también prometió asistir el 3 de septiembre a los festejos por la victoria de China sobre Japón.
Mientras tanto, ataques con drones ucranianos han causado caos en los viajes a través de Rusia esta semana, cerrando decenas de aeropuertos y obligando a cancelar o desviar cientos de vuelos, lo que ha llevado al Kremlin a asegurar que está tomando todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad de los líderes mundiales que visitan Rusia para el desfile.