En el bullicio elegante de Milán, una verdad inesperada durmió entre los estantes de una feria de libros: Wanda Nara escribió dos libros mientras estaba embarazada. Ni sus seguidores más atentos, ni los medios ávidos de titulares sensacionales habían puesto el foco en esa faceta olivdada e incluso casi desconocida.

La empresaria se animó a revelar el secreto frente a las cámaras del programa de Grego Rossello, y el relato sorprendió por lo insólito y a la vez por su sinceridad brutal.

“No podía caminar. Yo hasta embarazada escribí dos libros y odio escribir y odio leer”, soltó la empresaria, instante en que dejó boquiabierto al entrevistador. La pregunta había sido directa, casi rutinaria: ¿Le había molestado el estigma de “botinera”, la mujer que acompaña al futbolista?

Wanda Nara y Mauro Icardi firmando libros al momento de su presentación

Para muchos, la respuesta sería un rodeo diplomático; para Wanda, fue un repaso honesto a lo vivido. “Estaba embarazada, no podía hacer nada y me puse a escribir dos libros, los presenté en la Feria del Libro en Milán y todo el mundo me decía ‘¡Qué bien!’. Claro, como no me conocían, armé una personalidad nueva allá. Vos pensá que gané el Bailando… yo les hice creer que era bailarina y que era escritora», confesó ante la risa de quien la escuchaba.

En aquella ciudad del norte de Italia, de pasado literario y escaparates de lujo, la presencia de Wanda Nara pasó de las páginas deportivas y del corazón a los salones culturales. “Políticos vinieron a la presentación de mi libro, fue espectacular. Hice un libro sobre la infancia y la alimentación… que como como el culo”, añadió con una honestidad que desarmó cualquier estructura, al dejar en claro que la etiqueta de celebridad puede ser tan real como el papel impreso, o tan ficticia como el personaje que se decide mostrar.

El episodio no vivió solo de la anécdota. Aquellas publicaciones, pensadas primero como pasatiempo obligado en un embarazo que truncó su ritmo habitual, se convirtieron en un inesperado éxito de ventas. “Creo que hicimos como tres tiradas más o cuatro. Ahora me están llamando para escribir otro libro, ya no escribo más, ni me llamen”, aseguró, al dejar entrever el hastío que suele aparecer cuando algo, aun inesperadamente, sale bien.

Elafiche promocional del libro de Wanda y Mauro

Fue a fines de septiembre de 2017 cuando la empresaria y su entonces marido, Mauro Icardi, vivieron el debut de esa vida nueva, lejos de la cancha, pero no de los flashes, y cerca de lapiceras y niños curiosos. Presentaron uno de sus libros orientado al público infantil, Campeones en la cancha y en la vida, ante un auditorio repleto.

Allí, la ahora escritora y el futbolista compartieron detalles: contaron el proceso, dieron voz a las preguntas de los niños que se acercaron al evento y dedicaron tiempo a sacarse fotos, firmar autógrafos y regalar sonrisas. La jornada quedó inmortalizada en las redes sociales de ambos. «Soy feliz, gracias a todos los que me acompañaron“, escribió ella en Twitter, al dejar una huella pública de aquel logro.

En su mensaje, la autora fue clara: “Escribí este libro para mis hijos y para todos los niños que viven el fútbol como lo vive mi familia”. Esas palabras, simples y directas, condensaron el sentido de una experiencia que nunca fue planeada, pero que terminó por abrir una ventana íntima a la vida de la figura más mediática de la familia.

¿Quién, de verdad, conocía ese costado de Wanda Nara? ¿Cuántas vidas caben detrás de las portadas y los prejuicios? A veces, un embarazo en el extranjero, o la decisión de desafiar el estigma, pueden poner en marcha mucho más que un libro de tapa dura.