Luego de su paso por Milán para asistir a una audiencia judicial por su divorcio con Mauro Icardi y de su presencia en la final de la Champions League en Múnich, Wanda Nara viajó a Ibiza, donde desplegó una serie de apariciones públicas que no pasaron desapercibidas. Durante su estadía en la isla balear, la empresaria mostró distintos momentos de su rutina con foco en la moda y los detalles de lujo que llamaron la atención de los usuarios en redes sociales.
Vestidos de diseñador, bolsos exclusivos y accesorios valuados en miles de euros formaron parte del feed de la conductora, donde cada publicación parece pensada como un gesto público. La isla española fue el escenario elegido por Wanda para continuar su itinerario europeo y mostrar un nuevo capítulo de su vida mediática mientras afronta un proceso de separación judicial y medidas restrictivas en el uso de redes sociales.
Una de las imágenes más comentadas de este viaje la muestra con bolsas de compras de Louis Vuitton con un diseño intervenido con cerezas rojas, uno de los motivos gráficos más representativos de la temporada en Ibiza. En las fotos, Wanda luce un vestido blanco largo con estampa floral, hombros descubiertos y mangas abullonadas, un diseño de aire romántico.
El estilismo se completó con un accesorio único: un bolso Chanel acolchado en tono rosa pastel, con cadena dorada. La cartera pertenece a una de las firmas predilectas de Wanda y aparece como un elemento recurrente en sus viajes. Se trata de un modelo confeccionado en cuero de cordero, ideal para llevar al hombro o cruzado y que remite a la tendencia barbiecore.
La imagen fue tomada en Cappuccino Ibiza, un restaurante costero en el que la empresaria posó con el puerto y el casco histórico de la ciudad como fondo. En la mesa, además de la cartera y las bolsas de compras, pueden observarse sus lentes de sol oscuros y un reloj deportivo de colores intensos, con correa verde, que combina elementos de estilo casual con toques llamativos.
Además del paseo urbano y las compras, Wanda también compartió una jornada de relax en la playa. Una de las postales más reproducidas la muestra de espaldas, caminando por la arena con un vestido negro de encaje, largo hasta los tobillos y con escote profundo en la espalda. Debajo, puede verse una bikini blanca, lo que deja a la vista un estilismo típico del verano europeo.
El atuendo playero fue acompañado por un bolso tote de la firma Miu Miu, modelo “Woven Raffia Tote Bag”, confeccionado en rafia tejida con estructura rígida y detalles de cuero. El diseño incluye asas superiores, una correa desmontable, herrajes dorados y un bolso interno extraíble. El precio de esta cartera asciende a más de 2.200 dólares, según los datos publicados por el mismo medio. La pieza fue decorada con una bandana color bordó atada a sus asas, un gesto estilístico que Wanda repite frecuentemente en sus accesorios.
Durante su día de playa, también mostró algunos objetos personales que la acompañan: una cámara digital Canon PowerShot G7X, un vaso de vidrio con hielo y rodaja de limón y sus gafas de sol, esta vez apoyadas sobre una mesa de madera bajo la sombrilla. En otra imagen, se la ve acostada en una reposera, posando con el mismo bolso Miu Miu, mientras mira hacia el horizonte. El look playero fue registrado en varias tomas que luego circularon en portales de noticias y perfiles de moda.
En paralelo, compartió una imagen de una paella de mariscos servida frente al mar, tomada desde su mesa en la playa, muestra el plato típico de la gastronomía mediterránea con langostinos, calamares, mejillones y arroz cocido en caldo de pescado. Este detalle gastronómico complementa la narrativa del viaje como una experiencia de placer, lujo y tiempo libre.
Entre los accesorios más costosos que se identificaron en sus publicaciones se encuentra una pulsera Love de Cartier en oro amarillo, cuyo valor ronda los 8.050 euros, y un modelo Juste un Clou en oro blanco, valuado en 9.350 euros. Ambas piezas forman parte de la colección personal que la mediática ha exhibido en otras ocasiones.
Wanda viajó a la isla junto a uno de sus peluqueros para cumplir con compromisos laborales. Aunque en sus publicaciones se mostró mayormente sola, este detalle fue confirmado por su entorno cercano. La Justicia le impuso restricciones en el uso de redes sociales, medida que, por el momento, no parece haber sido acatada, ya que continuó compartiendo contenido de manera activa durante toda su estadía.
Mientras tanto, en Argentina, la espera un escenario judicial aún abierto: la revinculación de sus hijas con Mauro Icardi, quien la acusa de obstaculizar el vínculo, y el avance de la demanda por la cuota alimentaria.