
Las principales consultoras coinciden en que el Gobierno debe comenzar a acumular reservas para bajar el riesgo país, volver al mercado internacional de capitales y no depender crónicamente de EEUU y los entes multilaterales.
Los mercados dieron su veredicto favorable al gobierno tras las elecciones, pero no significa un apoyo irrestricto. Esta semana se testearán los cambios intempestivos en el gabinete y la fricción en el entorno presidencial. Los mercados prefieren la estabilidad a los cambios permanentes en cargos estratégicos, que parecen obedecer más a internas que a necesidades de gestión.
“El oficialismo superó el objetivo de mínima (asegurar un tercio en Diputados) y, junto al PRO, consiguió también un tercio en el Senado, dejando al peronismo sin mayoría en esa cámara por primera vez desde el regreso de la democracia”, señaló Econviews. “En lo económico, las áreas críticas que requieren algún tipo de recalibramiento son la estrategia de acumulación de reservas, la política cambiaria y la monetaria. Lo que suceda en estas áreas dependerá de una decisión central: si el gobierno va a seguir priorizando la desinflación a toda costa, o si hay otros objetivos como la acumulación de dólares y el crecimiento que empiezan a ponderar más”, dice la consultora que dirige Miguel Kiguel.
El informe agrega que en la última semana el Gobierno parece haber girado hacia una etapa de normalización y baja de tasas. “Por un lado, el Tesoro empezó a inyectar liquidez comprando bonos en el mercado secundario y no renovando la totalidad de los vencimientos de deuda. Esto debería llevar las tasas a la baja en el corto plazo y aliviar el apretón monetario. Por otro lado, se relajó levemente la exigencia diaria de encajes, una señal que va en la dirección correcta, pero tiene gusto a poco”, advierte el informe. “Es probable -continúa- que el Banco Central actúe con cautela para evitar movimientos que puedan recalentar el tipo de cambio. Queda abierta la incógnita de si volverá a implementarse un corredor de pases que reduzca la volatilidad de las tasas y si la política monetaria volverá a estar manejada plenamente en el BCRA, separándola de la gestión de la deuda en pesos del Tesoro”.
“Una buena decisión”
La consultora considera positivo que Milei y funcionarios del BCRA insinuaron que, en un contexto de crecimiento de la demanda de dinero, podría haber espacio para comprar dólares en el mercado. “Sería una buena decisión: la falta de reservas ha sido el eslabón más débil del programa. La pregunta es si el Gobierno está dispuesto a tolerar cierta presión cambiaria e inflacionaria a cambio de este objetivo, y si el actual esquema de bandas es compatible con esa estrategia”, señala. Al respecto, considera que “lo más probable” es que la mayor parte de los dólares lleguen por la vía financiera. “El riesgo país cayó de 1.100 a la zona de 600 puntos en apenas una semana, y todavía tiene margen para bajar a niveles cercanos a 450, donde se ubican países comparables (más aun considerando el respaldo del Tesoro estadounidense). Ese nivel pondría a la Argentina a las puertas de volver a emitir deuda y despejar el calendario de vencimientos del año que viene”, subraya el informe.
Según FMyA, la consultora de Fernando Marull, “todo hace pensar que los próximos dos meses serán de optimismo, como ocurrió en 2017 después que Macri ganó las elecciones y el Riesgo País siguió bajando, subieron las acciones y cedió el dólar. Igualmente, vemos que hoy la situación es diferente a 2017: al mercado le sigue preocupando si el BCRA cambiará su política cambiaria de bandas, la acumulación de reservas y si se modificará la política de tasas de interés”.

A corto plazo, razona la consultora, “el flujo de dólares debería ser positivo, a pesar de que no haya agro hasta marzo. Proyectamos que vuelva el flujo financiero vía emisiones de empresas y provincias y la vuelta al mercado del Tesoro, no solo vía colocaciones en pesos (como los Bontes 2030) sino también refinanciando el vencimiento de bonos de enero 2026 (USD 4000 millones). Posiblemente, ayude también una desdolarización post electoral del mercado. Igualmente, la dolarización estructural seguirá y el déficit de turismo será alto en el verano 2026”.
El informe semanal de FMyA recuerda que el BCRA dijo que la próxima etapa será de compra de reservas. “Si hay exceso de dólares podrán recomprar el Tesoro o el BCRA, sin cambiar el régimen cambiario, como ocurrió después de la salida del cepo en abril. La duda que tenemos es si el BCRA aprovechará este veranito para terminar de flexibilizar las restricciones cambiarias, sobre todo a empresas. Si el optimismo es grande y hay entrada de capitales, es una buena oportunidad. Con un buen contexto y salida del cepo, el dólar podrá subir, pero no mucha más que la inflación. Ese es nuestro escenario que planteamos en las últimas proyecciones de septiembre si la elección salía bien. También esperamos que el BCRA revierta su política de encajes para dar más fluidez al crédito”, subraya.
La consultora 1816 destaca que el lunes post elección el Merval tuvo su mayor suba diaria medida en dólares en al menos 30 años y recuerda que la tercera mayor suba histórica había sido cuando Milei le ganó a Massa el balotaje de 2023. Entre las caídas más grandes sobresalen el día post PASO 2019 (tras el amplio triunfo de la fórmula de Alberto Fernández-Cristina Kirchner), la mayor de la historia, la rueda post-7 de setiembre (derrota de Milei en PBA) fue la sexta caída más grande).
“Riesgo K”: no es todo, pero …
No todo se explica por “riesgo K”, dice 1816. Los activos argentinos estaban flojos antes del 7 de setiembre y en 2018 la corrida contra Macri no arrancó por temas políticos, explica. “Pero los 4 antecedentes que marcamos son más que suficientes para demostrar que se trata, por lejísimos, del principal factor que inquieta a los inversores”
¿Qué falta ahora para que el riesgo país baje lo suficiente para acceder al mercado?, se plantea retóricamente la consultora. Y responde:
- Tener una política monetaria algo más normal, que le baje volatilidad a la tasa: esto es lo más fácil de solucionar y pensamos que el Gobierno de una u otra manera avanzará hacia ahí pronto y
- Acumular reservas de manera sistemática: al menos en las primeras ruedas post elección el tipo de cambio no bajó tanto (para sorpresa nuestra)”.
Según el informe de 1816, “sigue siendo una incógnita si el esquema de bandas es compatible con que el BCRA o el Tesoro compren muchos dólares (incluso Bessent debería comprar en algún momento sus USD 2.100 millones, si quiere salir de su posición). La baja monetización (Base Monetaria sobre PBl está en 4,5% y promedió casi 9% en el periodo 2005-2018) es una diferencia (al tipo de cambio actual, unos USD 25.000 millones) ”debería permitir compras oficiales, pero hay que ver a qué precio (es decir, a qué nivel del dólar). En la semana hay que pagarle al FMI cerca de USD 850 millones y, como tiene menos de USD 80 millones de depósitos en el BCRA, suponemos que le comprará los dólares al Central (son los mismos Dólares que el Tesoro le había dado al BCRA cuando llegó la plata del FMI)”.
El “escenario base de la consultora es que la Argentina vuelva a acceder al mercado internacional en los próximos meses. El bono GD35 voló más de 20% en las primeras 3 ruedas de la semana y rinde 10,8%, pero el potencial alcista sigue siendo relevante si el riesgo país continúa comprimiendo: si dentro de 6 meses rinde 9%, el retorno total en dólares (sin reinversión de cupones) sería 15 por ciento. El spread de legislación (ratio de precios GD30/AL30) comprimió, pero sigue arriba de 4%. En estos precios tiene sentido rotar de Globales a Bonares, en nuestra opinión”.
La consultora F2, que dirige Andrés Reschini, señaló que “la sorpresa del domingo se convirtió en un festival para los activos locales que derivó en un alza para el Merval del 50,5% en dólares y hundió al Riesgo País hasta un nivel de 650 puntos. Sin embargo, esas mejoras no tuvieron un correlato similar en el tipo de cambio, dado que este se mantiene en un nivel muy cercano a la banda superior del esquema cambiario”.
Montaña de pesos
El informe indica que “con el último dato disponible del BCRA, al jueves pasado, los pasivos remunerados donde presumiblemente estarían los pesos del Tesoro americano sufrieron una estrepitosa caída de equivalente a USD 2.486 millones, lo que llama poderosamente la atención ya que, obviamente, no fueron a demandar divisas al mercado por lo que es probable que muy pronto haya novedades sobre el destino de esta montaña de pesos”.
Inversiones Pergamino predice el retorno del carry trade, apostar a que la tasa de pesos subirá más que el dólar. El informe señala que esa operatoria “vuelve a ser atractiva cuando la tasa en pesos supera ampliamente la tasa de depreciación esperada del tipo de cambio. Actualmente, las LECAP operan a tasas nominales anuales cercanas al 30%, equivalentes a una tasa efectiva mensual en torno al 2,5%. Si el crawling peg (ritmo de devaluación de la banda superior cambiaria) se mantiene en el 1% mensual, el diferencial neto ronda el 1,5% mensual en dólares, configurando un carry positivo. Además, este rendimiento luce atractivo incluso frente a la inflación esperada por el mercado: según el REM del BCRA, las proyecciones de inflación mensual se ubican por debajo del 2%, lo que implica tasas reales positivas, un factor clave para sostener el apetito por activos en pesos y prolongar la estabilidad cambiaria”.
El informe de la consultora observa que el esquema actual “funciona como un círculo virtuoso para las cuentas argentinas: la estabilidad del tipo de cambio refuerza la demanda de pesos, la demanda de pesos permite sostener tasas reales positivas, y las tasas reales positivas incentivan el ingreso de capitales financieros que fortalecen las reservas”. Pero se trata de un equilibrio “extremadamente sensible” y por eso considera “clave evitar una apreciación excesiva del tipo de cambio, ya que una brecha demasiado baja o un peso sobrevaluado podrían generar nuevamente atraso cambiario, el principal detonante histórico del desarme del carry trade”.
“A partir de marzo -concluye- proyectamos resultados positivos no solo por la baja sostenida de la inflación, sino también por una reducción gradual de las tasas de interés hacia el rango del 20% anual, consistente con un escenario de menor riesgo país y mayor normalización monetaria. Justamente, esa baja de tasas hacia el 20% nos da hoy un plus adicional, ya que al ingresar en LECAP con tasas del 30% nominal anual, estamos prestando al mercado a un nivel muy superior al que tendrá en los próximos meses. Es decir, aseguramos rendimiento futuro en un contexto de estabilización y convergencia de tasas”.
Buenbit, por su parte, se centra en el Bitcoin e indica que el titular de la Fed, Jerome Powell, dejó en claro que no hay garantías de nuevos recortes en diciembre. Ese matiz, más que el recorte en sí, fue lo que movió al mercado: las expectativas pasaron de una continuidad en la flexibilización monetaria a un escenario de tasas altas por más tiempo. La reacción fue inmediata. Bitcoin, que había alcanzado un máximo de USD 126.000 el 6 de octubre, se desplomó a 107.000 tras las declaraciones de Powell, antes de estabilizarse en torno a los 109.000. El mercado leyó que la política de la Fed seguirá dependiente de los datos, y que la puerta a una política más laxa permanece abierta, pero no inminente”.
Para esta semana la duda es como tomarán los inversores los cambios de gabinete y la cuasi-ruptura de alianza con el Pro. El entusiasmo alcanzó su máxima expresión el viernes y dejó la vara alta. Otra vez la política rige las decisiones de los inversores.