El presidente ruso, Vladímir Putin, en la reunión con miembros del Consejo de Seguridad en Moscú, Rusia, el 5 de noviembre de 2025. (Sputnik/Gavriil Grigorov/Pool vía REUTERS)

El presidente ruso, Vladímir Putin, ordenó este miércoles a sus principales funcionarios estudiar a fondo las intenciones de Estados Unidos y “presentar propuestas” para retomar las pruebas nucleares. La decisión responde a recientes declaraciones del presidente estadounidense, Donald Trump, quien sugirió que Washington podría volver a realizar ensayos atómicos después de treinta años sin hacerlo.

La instrucción de Putin fue emitida durante una reunión del Consejo de Seguridad ruso, donde el mandatario reiteró que Moscú solo retomaría las pruebas si Estados Unidos lo hace primero, pero instó a los ministerios de Defensa y Asuntos Exteriores, así como a otras agencias federales, a recabar información y diseñar un plan de contingencia.

El 30 de octubre, Trump indicó públicamente en redes sociales, desde Corea del Sur, que evalúa la posibilidad de reanudar las pruebas de armas nucleares estadounidenses “en una base igualitaria” con Rusia y China. Sin embargo, el secretario de Energía estadounidense, Chris Wright, aseguró el domingo que los nuevos ensayos ordenados por Trump no contemplan detonaciones nucleares. Estados Unidos no ha realizado explosiones atómicas desde 1992, aunque continúa probando sistemas de armas con capacidad nuclear.

El presidente ruso Vladimir Putin preside la reunión de su consejo de seguridad en Moscú el 5 de noviembre del 2025. (Gavriil Grigorov, Sputnik, Kremlin Pool Photo via AP)

Putin emitió su directriz poco después de que Estados Unidos y Rusia comunicaran avances en el desarrollo y modernización de sus arsenales. La semana anterior, el presidente ruso anunció pruebas exitosas de un misil de crucero y un dron submarino de propulsión nuclear y capacidad atómica, destacando ante su Consejo de Seguridad que esas armas “no pueden ser interceptadas”. Según la visión de Putin, recogida durante el encuentro y reproducida por la agencia estatal TASS, esta demostración pretende dejar claro a Trump la postura firme de Rusia sobre sus demandas en el conflicto de Ucrania.

Durante la sesión del Consejo de Seguridad, el ministro de Defensa, Andrei Belousov, transmitió al presidente que Washington está avanzando en la modernización de su arsenal nuclear. Belousov sostuvo que, junto con un eventual regreso estadounidense a las pruebas nucleares, estas iniciativas “incrementan significativamente el nivel de amenazas militares para Rusia”. Por ello, recomendó iniciar de inmediato los preparativos para posibles pruebas en el archipiélago ártico de Nueva Zembla, donde la extinta Unión Soviética llevó a cabo su último ensayo en 1990. Añadió que esa instalación está en condiciones de reanudar los ensayos rápidamente si es necesario.

El jefe del Estado Mayor ruso, el general Valery Gerasimov, respaldó esa recomendación y advirtió en que preparar un ensayo nuclear puede requerir desde varios meses hasta años, dependiendo del tipo de prueba. En su intervención ante Putin y los altos cargos reunidos, Gerasimov insistió sobre el alto coste de respuesta si no se tomaban medidas preventivas, considerando las señales contradictorias de Washington en torno a futuras explosiones nucleares estadounidenses.

El jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, Valeri Guerásimov, y el ministro de Transporte de Rusia, Andréi Nikitin, asisten a una reunión de los miembros del Consejo de Seguridad presidida por el presidente ruso, Vladímir Putin, en Moscú, Rusia, el 5 de noviembre de 2025. (Sputnik/Gavriil Grigorov/Pool vía REUTERS)

Finalizada la ronda de intervenciones, Putin ordenó a las agencias gubernamentales “reunir información adicional sobre el tema, analizarla en el marco del Consejo de Seguridad y presentar propuestas coordinadas sobre el posible inicio de los trabajos para prepararse para pruebas de armas nucleares.”

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, aclaró en declaraciones citadas por la agencia Tass que Putin no ha autorizado iniciar los preparativos para nuevas pruebas, sino únicamente analizar la situación internacional y determinar la necesidad de tomar esa medida. Peskov subrayó que el gobierno ruso debe comprender perfectamente las intenciones de la Casa Blanca antes de avanzar en cualquier decisión.

Horas más tarde, Dmitri Medvédev, vicepresidente del Consejo de Seguridad, intervino en la red social X para recalcar la gravedad de las declaraciones de Trump: “Nadie sabe qué quiso decir Trump con ‘pruebas nucleares’ (probablemente ni él mismo lo sabe). Pero es el presidente de Estados Unidos. Y las consecuencias de tales palabras son ineludibles: Rusia se verá obligada a evaluar la conveniencia de realizar sus propias pruebas nucleares a gran escala”, afirmó Medvédev.

La tensión en torno al Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (TPCE) vuelve a quedar en evidencia. El acuerdo, firmado en 1996 por el entonces presidente estadounidense Bill Clinton pero nunca ratificado por el Senado, ha sido respetado en la práctica por todas las potencias atómicas salvo Corea del Norte. En 2023, Putin promulgó una ley que revocó la ratificación rusa del tratado, argumentando que Moscú necesitaba situarse “en igualdad de condiciones” respecto a Washington.

(Con información de AP)