Viajar en avión puede ser estresante. Los aeropuertos y este medio de transporte son entornos a los que la mayoría de las personas no están acostumbradas. Esto puede llevar a ciertas situaciones en las que predomina el nerviosismo por delante de la calma y la tranquilidad. Por ello, las discusiones en los aeropuertos e incluso dentro de las aeronaves suelen ser ftrecuentes, y a menudo se vuelven virales porque estos incidentes pueden tener consecuencias de extrema gravedad. No solo porque pueden suponer retrasos en la llegada del avión al destino, sino también porque comportan un riesgo para la tripulación y el conjunto de pasajeros.
El último suceso de este tipo ocurrido a bordo de un avión nos traslada a una aeronave de la compañía aérea de bajo coste Ryanair, que tenía como destino el aeropuerto de Nápoles-Capodichino desde el aeropuerto de Bérgamo-Orio al Serio. Los dos hombres involucrados en el incidente embarcaron sin ningún problema aparente y sin saber que iban a ser los protagonistas de esta reprobable historia.
Según la información publicada por L’Eco di Bergamo, el motivo de la discusión entre los dos pasajeros se produjo a causa de la distracción de uno de ellos durante las instrucciones de seguridad que como parte de la rutina siempre explica una azafata. Entre las funciones de la tripulación de un avión, se encuentra la muestra de los elementos de seguridad de los que dispone la aeronave, antes de que esta comience con el despegue, y uno de los pasajeros consideró que el otro estaba faltando al respeto a la azafata. La bronca entre ambos hombres escaló hasta que tuvieron que ser separados por el resto de pasajeros y la tripulación, tras lanzarse varios empujones y golpes el uno al otro.
Después de que se produjese un caos en la zona de los asientos, el piloto recibió la información pertinente sobre lo que estaba sucediendo en el interior de su avión. Por ello, decidió actuar. Con el fin de asegurar la seguridad del resto de pasajeros y de la tripulación, el piloto interrumpió los procedimientos de despegue y comenzó a dar marcha atrás, hasta llegar a una zona segura donde no se comprometiese la seguridad del resto de los aviones. Seguidamente, el avión se desplazó hasta una plaza de aparcamiento asignada por la torre de control, donde estaban esperando agentes de Polaria —la policía aérea de fronteras italiana—.
Los dos hombres que participaron en la trifulca fueron escoltados por la policía a la comisaría del aeropuerto y el avión pudo retomar su destino, aunque sufrió un retraso considerable.
Mensaje de Ryanair
La aerolínea low-cost irlandesa sacó un comunicado a raíz del incidente a bordo de uno de sus aviones: “La tripulación de este vuelo Milán-Bérgamo a Nápoles (10 de noviembre) solicitó asistencia policial antes de la salida debido a que un pequeño grupo de pasajeros causó problemas. Estos fueron desembarcados antes de que el vuelo continuara hacia Nápoles. Pedimos disculpas sinceras a los pasajeros por cualquier inconveniente causado por el comportamiento de estos pasajeros rebeldes, que estuvo fuera del control de Ryanair”.