Martín Sebastián Palacio fue denunciado como desaparecido el 9 de octubre pasado en Concordia, en la provincia de Entre Ríos. Ese mismo día, su auto apareció completamente quemado en la Ruta de las Altas Cumbres de Córdoba. El fuego provocó un incendio forestal, luego de que se prendieran fuego en cadena otros trece vehículos estacionados y obligó a la evacuación preventiva de unas 130 personas.

Se trataba de un Toyota Corolla blanco que Palacio usaba para trabajar como chofer de una aplicación de viajes. La Policía entrerriana, para ese momento, ya sabía, por su familia, que había sido contratado para un “viaje ejecutivo”. Había pactado encontrarse con el pasajero el 7 de octubre en Concordia, para trasladarlo a Rafaela, en Santa Fe. Por ese servicio, recibiría 1.500.000 pesos.

Pablo Laurta entró al país por un paso clandestino

Los policías analizaron las cámaras de seguridad de la terminal de ómnibus de la ciudad de Entre Ríos. Entonces, lo vieron. El hombre se acercó al Toyota llevaba una valija y una mochila negra. Les llamó la atención que, antes, de subirse al auto, saludó a Palacio con un abrazo. De una manera amigable, como si se conocieran. Eran casi las 20 hs.

Horas más tarde, el conductor dejó de responder los mensajes en sus dos celulares. Se pensó en un accidente como una de las hipótesis posibles. Las autoridades rastrillaron caminos a Santa Fe, creyendo en la versión que dio el pasajero.

Sin embargo, al ver las cámaras, notaron que el Corolla comenzó a hacer un recorrido errático. Se dirigió hacia el sur, tomó la ruta 22 con dirección a la localidad de Federal y hacia el oeste.

Sin embargo, como si se hubiera arrepentido, giró y regresó a la ruta 14. A la altura de la localidad de Estancia Grande, se metió en un camino de ripio y siguió por caminos secundarios hasta llegar a General Campos. Justamente, en ese sitio, los teléfonos del chofer dejaron de emitir señal.

En ese lugar, el auto se detuvo en una estación de servicio, cerca de las 3 de la madrugada del 8 de octubre, para cargar nafta. En ese sitio, la cámara de seguridad capta una secuencia extraña. En el vehículo viaja una sola persona. El video de la secuencia acompaña esta nota.

Martín Sebastián Palacio, el conductor desaparecido en Concordia

Los investigadores creen que se trata del uruguayo Pablo Laurta y, que para ese momento, ya había asesinado al chofer, cuyo cuerpo habría sido encontrado en la zona de Puerto Yeruá, dentro de una bolsa, sin cabeza y sin brazos. Aún no se confirmó su identidad, pero casi no hay dudas que se trata de Palacio.

Cuando el Corolla apareció prendido fuego, los policías profundizaron la investigación. El sábado 11 de octubre tomaron conocimiento del doble femicidio que se cometió esa mañana, en Córdoba. Las víctimas eran Luna Giardino y su mamá, Mariel Zamudio. El autor, además, se había llevado a su hijo de 5 años. No les llevó demasiado tiempo en llegar al sospechoso, el ex de Giardino, quien había sido denunciado por violencia de género. Es decir, Laurta.

Los detectives, simplemente, ataron cabos. El hombre que era buscado, tras una Alerta Sofía, tenía las mismas características físicas del enigmático pasajero.

Supieron que, antes, el doble femicida se había alojado tres días en el hotel Del Río, en Concordia, con un nombre falso.

El domingo 12 de octubre, lograron ubicarlo tras los homicidios, en Berlín, otro alojamiento, justo cuando se preparaba para cruzar con el nene a Uruguay.

La investigación, que contó con la colaboración de las autoridades uruguayas, estableció que el sospechoso había cruzado con una canoa los 800 metros del Río Uruguay, que separan ambos países, desde el departamento de Salto, a donde llegó en su auto particular que dejó en una casilla.

Así logró ingresar a Argentina de forma ilegal. El recorrido que realizó y los puntos en los que estuvo demuestran que Laurta tenía un plan que siguió de forma metódica.

En la habitación 209 que ocupó en el hotel Berlín, secuestraron una Bersa 308, la billetera de Palacio, una importante suma de dinero en dólares y pesos y la mochila negra. La misma con la que se subió al Corolla del chofer desaparecido y, presuntamente, asesinado.

Los rastrillajes en busca de Palacio nunca se detuvieron. Este lunes, cerca de las 15, en la zona de Puerto Yeruá, un integrante de las brigadas de búsquedas percibió un olor nauseabundo. A cinco metros de una banquina estaba el cuerpo.