El libro del día:

El biólogo británico Sir David Attenborough celebró su 99.º cumpleaños apenas dos días después del lanzamiento de su más reciente libro, titulado Ocean: Earth’s Last Wilderness (Océano: El último lugar salvaje de la Tierra). Esta obra, escrita en colaboración con Colin Butfield, un colaborador de larga trayectoria en la BBC, busca destacar la importancia de los océanos como el último refugio salvaje del planeta.

Attenborough probablemente preferiría que, en lugar de regalos o celebraciones, las naciones del mundo firmaran el Tratado de Altamar de las Naciones Unidas y detuvieran la explotación de los océanos en beneficio de intereses a corto plazo.

El libro Ocean complementa un documental homónimo producido por National Geographic, disponible en las plataformas de streaming de la familia Disney. Mientras el documental promete imágenes de alta definición narradas con la característica voz de Attenborough, el libro ofrece una experiencia previa que transporta a los lectores a los vastos ecosistemas marinos que cubren dos tercios de la superficie terrestre y representan el 99% de las áreas habitables del planeta.

David Attenborough (Credit: Silverback Films and Open Planet Studios/Keith Scholey)

La obra explora ocho hábitats marinos únicos: arrecifes de coral, océanos profundos, océanos abiertos, bosques de algas, el Ártico, manglares, islas oceánicas y montes submarinos, además del Océano Austral.

Cada capítulo comienza con una anécdota personal de Attenborough, basada en su extensa experiencia como explorador. Una de estas historias relata su primera inmersión con equipo de buceo en 1957, donde quedó tan asombrado por el espectáculo submarino que, según sus palabras, “momentáneamente olvidé respirar”. A partir de estas narraciones, Butfield toma el relevo para ofrecer datos científicos y antecedentes históricos sobre cada ecosistema.

El libro también está diseñado para atraer a los amantes de los datos curiosos y el aprendizaje. Entre los hechos destacados se encuentra que la profundidad promedio del océano es de 3.500 metros, que el fitoplancton absorbe el 40% del dióxido de carbono generado por la actividad humana y que la lengua de una ballena azul pesa dos toneladas. Estos datos, presentados al final de cada capítulo, invitan a los lectores a compartirlos en dinámicas de preguntas y respuestas con amigos y familiares.

Aunque el libro aborda los efectos del calentamiento global en los ecosistemas oceánicos, no se limita a un enfoque pesimista. Los autores incluyen estudios de caso que ofrecen esperanza, como el ejemplo de los arrecifes de coral de Cabo Pulmo, frente a la costa de Baja California.

En la década de 1980, la pesca comercial sin restricciones devastó la biodiversidad de la región. Sin embargo, un pescador local, en colaboración con un profesor marino, logró convencer al gobierno mexicano de declarar la zona como área protegida y prohibir la pesca. En la década siguiente, Cabo Pulmo experimentó una notable recuperación, lo que demuestra, según los autores, que “simplemente dejar partes del océano en paz permite que se regeneren”.

Con esta obra, Attenborough y Butfield buscan no solo educar, sino también inspirar a una mayor conciencia global sobre la necesidad de proteger los océanos, considerados el último refugio salvaje de la Tierra.